EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
Esta es la segunda
parte (pero no la continuación) de la saga de los esqueletos templarios de
Ossorio. En esta ocasión, la historia tiene lugar en un pueblo portugués llamado
Bouzano, al que no hay que confundir con el Berzano de La noche del terror ciego. Se trata
de otro pueblo de la misma región cerca del cual los caballeros templarios tenían una de sus abadías,
y en el que igualmente, estuvieron alimentando su culto a base de raptos de
mujeres y sacrificios de sangre.
Una
noche, cuando la furia de los aldeanos creció hasta superar su miedo, atacaron la
abadía, sacaron a los caballeros a rastras, y los quemaron vivos por brujos. Pero
antes de ajusticiarlos, para que ni después de muertos fueran capaces de
encontrar el camino hacia Bouzano, les quemaron los ojos.
Esto
sucedió en algún momento indeterminado del siglo XIV. De ahí saltamos a la
actualidad (es decir, lo que en el momento de estrenarse la película era la actualidad, 1973) donde los habitantes de Bouzano siguen conmemorando cada año su
victoria sobre los caballeros con una fiesta popular. Se ha organizado una verbena, y en la plaza mayor se queman unos cuantos monigotes que
representan a los caballeros. También han contratado a “Capitán” Jack Marlow, un
experto en fuegos artificiales, que será nuestro protagonista principal. A su
llegada al pueblo, Marlow es recibido por el alcalde Duncan, su prometida
Vivian, y D´acosta, el hombre de confianza de Duncan. No son nombres que suenen
a muy portugueses, precisamente, pero daban un toque exótico a la película.
Marlow
y Vivian fueron amantes en el pasado, pero fingen no conocerse de cara a los demás. Aun sin ser consciente de
esto, Duncan percibe de inmediato la corriente de atracción que aún hay entre
ambos y comienza a mosquearse.
Paralelamente
a todo esto tenemos la historia de Murdo, un pobre hombre medio tonto y deformado que ejerce de guardia de la abadía. Al parecer (porque esto no llega a explicarse y debemos suponerlo) los esqueletos
templarios enterrados en la abadía han estado influenciando sobre la débil mente
de Murdo, susurrándole instrucciones y promesas. Coincidiendo con la noche de la fiesta, este rapta y sacrifica a una joven, apuñalándola en el corazón y dejando que su sangre se derrame en el cementerio
de la abadía. Esto provoca la resurrección de los templarios, que se alzan en
busca de venganza. A pesar de estar cegados, como en el film anterior, el
estruendo de los fuegos artificiales y la música es mas que suficiente para
guiarlos hacia el pueblo.
Esta
película tarda menos en entrar en materia que la anterior. Apenas veinte
minutos después de empezar ya tenemos a los esqueletos cabalgando alegremente sobre
sus sarmentosos caballos zombi. A su llegada a Bouzano se lanzan sobre la gente repartiendo espadazos. Pasada la impresión inicial, los pueblerinos plantan
cara a los esqueletos empleando herramientas de granja y explosivos, como en
una nueva versión de la batalla que se libró allí siglos atrás. Pero en esta
ocasión las fuerzas están más descompensadas. Los esqueletos no pueden ser
destruidos con facilidad, y los aldeanos huyen en desbandada. Unos pocos quedan
aislados en el pueblo, entre ellos Marlow, Vivian, Duncan y D´acosta, que junto
a otros personajes se refugian en la iglesia.
El
resto de la película se centra en estos personajes y los sucesivos intentos del
alcalde Duncan de salir bien librado, para lo cual no duda en manipular y sacrificar a los
demás en una sucesión de maniobras a cada cual más descabellada.
La
película es más ambiciosa que La noche del terror ciego: tiene más personajes y estos están mejor trabajados. Los esqueletos tienen también más tiempo en pantalla. Hay unos
pequeños toques de humor a cargo de Duncan y las absurdas conversaciones telefónicas
que mantiene con un comisionado regional, tratando de convencerle sin éxito de
lo que está ocurriendo en Bouzano.
También
el final es más redondo: cuando el número de supervivientes se ha reducido a
solo tres (Marlow, Vivian, y una niña pequeña), estos hacen una ultima salida a
la desesperada. Han llegado a darse cuenta que los esqueletos se guían por el
sonido, y a falta de este, permanecen inmóviles como estatuas. Los tres salen tratando de pasar entre ellos,
recorriendo todo el pueblo en completo silencio. Pero hay un momento en que la
niña grita… y los esqueletos no reaccionan. Marlow prueba a empujar a uno, y
este cae al suelo, inerte. Uno tras otro todos los esqueletos se derrumban,
carentes de vida.
Marlow
era un recién llegado al pueblo, Vivian apenas llevaba allí un año, y a la niña
sus padres la mandaban pronto a dormir, por lo que aun siendo nativa de Bouzano
nunca había participado en la fiesta que celebraba la quema de los caballeros. La
venganza de los esqueletos ya está cumplida, y nada tienen en contra de los
tres supervivientes, que abandonan el pueblo ahora desierto tomados de la mano.
Puedes ver un comentario sobre la siguiente película pulsando aquí.
El
ataque de los muertos sin ojos. 1973. Amando de Ossorio (guion y dirección) Fernando
Sancho (actor) Esperanza Roy (actriz). Interfilm / Plata Films S.A. Edición en
DVD de 2003 por J. B. P.
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