Presentado por… Sebun.
¡Hola! ¡Acabo de volver de La Tierra, y
mirad lo que he traído!
Un frasquito de limo recogido hace más de una década de la orilla
del Nilo, un rio egipcio rebosante de historia, leyendas, y algún que otro
cocodrilo. .
El agua del frasquito fue desapareciendo con los años, pero los
posos, el limo primigenio que daba la vida a las tierras de Egipto, se fue decantando y
conservando en el fondo. Le he añadido un poco de agua común a los posos de
limo para sacarle la foto, y que se lo pueda ver con su aspecto liquido
habitual.
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Fue este limo lo que dio a Egipto su
primitivo nombre: Kemet (La Tierra Negra). El Nilo se desbordaba una vez al
año, coincidiendo con las épocas de deshielo de las montañas. El lecho del rio
se removía debido al aumento del caudal, y al retirarse las aguas, amplias
áreas en ambas orillas quedaban cubiertas de un limo negro. Este limo
fertilizaba la tierra, permitiendo unas cosechas que de otro modo hubiesen sido
raquíticas e insuficientes.
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Gracias a esta humilde sustancia pringosa y maloliente, varias tribus nómadas pudieron convertirse en agricultores, crear asentamientos permanentes, y dar inicio a la que sería una de las mayores y más enigmáticas civilizaciones de la historia. ¡Pensad en ello la próxima vez que os enfrentéis a una momia!
Gracias a esta humilde sustancia pringosa y maloliente, varias tribus nómadas pudieron convertirse en agricultores, crear asentamientos permanentes, y dar inicio a la que sería una de las mayores y más enigmáticas civilizaciones de la historia. ¡Pensad en ello la próxima vez que os enfrentéis a una momia!
Fascinante planeta, la Tierra.
Podéis ver más minerales terrícolas pulsando aquí.
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