EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Esta novela es admirada y despreciada a partes iguales por un mismo motivo. Presenta una sociedad en la que solo se consideran moralmente competentes a aquellos que han servido como soldados. Únicamente los que aceptan recibir entrenamiento militar durante dos años (y lo resisten hasta el final) tienen derecho a votar y dedicarse a profesiones como la política o la enseñanza. Y vale la pena aclarar ya desde el principio que este es el tema principal de la novela: insistir en que el elevado estado de bienestar y prosperidad que ha alcanzado esa sociedad se basa en que solo aquellos que demuestran estar dispuestos a morir por defender a sus habitantes, tienen derecho a educarlos y dirigirlos.
La rígida disciplina militar, el espíritu
de esfuerzo y sacrificio que se inculca a todos aquellos que logran superar esos dos años de entrenamiento extremo, ha creado una sociedad meritocrática con dirigentes intrínsecamente honrados, y enfocados en el bien común. El texto
recalca esta idea continuamente, en boca de varios de los personajes secundarios.
La humanidad, sin embargo, sigue estando
en guerra. No con ella misma, pues los humanos están unidos por fin como una
gran y sólida familia. La guerra es con otras dos razas que han encontrado en
su exploración de espacio, los huesudos y los chinches.
Los huesudos son unos humanoides extremadamente
delgados, de piel verde y tres metros de altura. Su tecnología está algo por
debajo de la humana, pero su cultura y organización social es muy similar.
Los chinches son enormes arácnidos, organizados como una colonia de termitas. Son una mente colmena donde no hay individuos, sino un todo, un fin común absoluto al que todos sirven de un modo obcecado y suicida. Viven bajo tierra en grandes laberintos de túneles donde tienen sus despensas, puestas de huevos, y factorías de armas y naves. Los chinches guerreros montan sobre sus caparazones grandes cañones automáticos y armas de energía, que manejan con sus múltiples patas incluso mientras corren. No necesitan ningún tipo de preparación. Nacen sabiendo ya todo lo que necesitan saber.
Las menciones que se hacen en la novela a
los huesudos son escasas y carecen de importancia, como dando a entender que
son un problema menor para la humanidad. Los chinches, en cambio, son una
amenaza creciente. No hay todavía una guerra declarada contra ellos, solo se
producen pequeñas escaramuzas. Pero parece claro que son tan expansionistas
como los humanos, y están tan dispuestos a luchar por los recursos como ellos.
El protagonista es John Rico, un chaval
que en sus últimos meses de instituto se plantea someterse al entrenamiento,
hacer el mínimo de dos años requerido, y disponer así de más salidas en su
posterior vida laboral. La noticia es mal recibida por sus padres, pero no
consiguen hacerle desistir.
Rico no tarda en darse cuenta que la vida militar es muy diferente a como él la había imaginado. Rutinaria y nada emocionante, pero una rutina dura, humillante y desesperante. La mayoría de sus compañeros de pelotón, reclutas como él, van renunciando a medida que los dos años trascurren. Algunos mueren durante el entrenamiento, que parece pensado específicamente para deshumanizarlos.
Pero pasados los dos años se da cuenta que es mucho mas fuerte
que antes. No solo físicamente, sino también en aspectos mas abstractos como su
fuerza de voluntad, o su capacidad para soportar las privaciones y la falta de
comodidades. Aunque por haber superado los dos años de entrenamiento ya ha
pasado de ser un civil a un ciudadano, decide hacer carrera en el ejército de
todos modos.
Poco después de su reenganche, Buenos Aires es destruida por una nave incursora de los chinches, y se declara oficialmente una guerra. Rico pertenece a la Infantería Móvil, un cuerpo de soldados que luchan enfundados en una servoarmadura llamada Marauder (Aullador). Se trata de trajes de combate mecanizados de una tonelada de peso. Están cargados de armas como lanzamisiles, lanzallamas y ametralladoras, y disponen de unos propulsores que les permiten efectuar cortos vuelos, que son más bien una sucesión de saltos de decenas de metros. Los Marauder cuentan también con un complemento de explosivos que pueden desprender en mitad de uno de estos saltos, bombardeando a los enemigos mientras pasan sobre ellos. Un solo Marauder equivale en potencia de fuego y movilidad a una docena de tanques o varios cientos de soldados comunes.
A pesar de ello, esto no basta
para superar claramente a los chinches debido a la mentalidad de colmena de
estos. Para un chinche obrero, por ejemplo, es perfectamente lógico ir al
encuentro de un humano para que este crea que va a atacarlo y le acribille. De
este modo, el humano dispondrá de menos munición para combatir a los chinches
guerreros, y esto, para la mentalidad del chinche obrero, es una forma de
contribuir a la victoria.
Las descripciones de las batallas entre la
Infantería Móvil y los chinches son muy detalladas. Se evidencia que el autor
dispone de amplios conocimientos de tácticas militares reales. Muy detalladas…
pero no muchas. La mayor parte del texto nos narra la vida de Rico
entre las batallas: convivencia cuartelaria, organización, traslados, problemas de
logística, etc. Solo al final hay una batalla que podríamos considerar “seria”
y la mayor parte de ella consiste en reposicionamiento de tropas y discusiones
de operaciones entre los mandos de las diferentes escuadras.
Tampoco se puede decir que haya un
argumento general. Lo que se nos cuenta son una sucesión de situaciones por las
que Rico va pasando durante su entrenamiento (que ocupa la mitad del libro)
y su posterior y solitaria vida como militar. No hay otros personajes
destacables aparte de Rico: ningún amigo importante, ninguna relación romántica, y apenas contacto con la familia. Debido a sus continuos traslados de un frente a otro,
la gente a su alrededor viene y va, y Rico se centra totalmente en sus propios
asuntos.
Dicho todo esto, no quiero crear la idea de que la novela es aburrida. Al contrario, es apasionante, y los conceptos sociales que maneja el autor (tanto si estás de acuerdo con ellos como si no) te dejan pensando en el tema durante bastante tiempo. En lo que se refiere a su valor literario como ciencia-ficción, la historia está muy bien construida, resulta creíble en todo momento, y plantea varias ideas interesantes que por desgracia apenas se desarrollan.
Dejando aparte toda su filosofía militarista (que, debo admitir, no me parece errada en su planteamiento base) el único “fallo” que se le puede achacar, es que la historia no parece ir a ningún lado. Al no tener un argumento general, simplemente van pasando cosas hasta llegar al final. Y el final es precisamente eso, un final, pero no una conclusión. Rico no logra ningún objetivo personal, ni la humanidad obtiene una victoria decisiva, ni hay un cambio significativo de la situación. Simplemente, la vida sigue. ¡Que no es poco!
Puedes ver un comentario sobre la película basada en esta novela pulsando aquí.
Tropas del Espacio. 1959. Robert A.
Heinlein (texto) Tim White (portada). Publicado en 1989 por Ediciones Martínez Roca S.A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario