EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Este es el primer libro que leo de Agatha Christie. Había visto algunas películas basadas en su obra, como Muerte en el Nilo, Asesinato en el Orient Express o Diez Negritos, que me parecieron interesantes a pesar que el género de detectives o policial no está entre mis preferidos. Y cuando algo logra interesarte, en algún momento tienes que remitirte a la fuente original, así que adquirí varios de sus libros en un mercadillo. Empezaremos por este, porque contiene historias cortas tanto de Miss Marple como de Poirot, y otras en las que no interviene ninguno de los dos, con lo que tendremos una imagen de conjunto más variada.
Esta edición reúne nueve historias (quizá
sería más adecuado hablar de casos) de la autora. El primero, y más extenso, es
el que da nombre a la recopilación.
Tres ratones ciegos: en una aislada pensión de montaña se van reuniendo una serie de personajes. Aparte del matrimonio que gestiona el lugar, el resto son huéspedes de paso, que cada uno por sus motivos ha tomado una habitación. Pero dos sucesos alterarán la esperada paz del lugar. Primero; alguien está llevando a cabo una venganza personal contra tres individuos que le agraviaron en el pasado. Su primera víctima ya ha caído. Las otras dos son huéspedes de la pensión. Segundo: una fuerte nevada ha dejado completamente incomunicado el caserón, a pesar de lo cual, tras esto se ha producido un asesinato en su interior. Esto implica que el asesino era también desde el inicio otro de los huéspedes. Sin ayuda del exterior, y con un asesino entre ellos, los dueños y huéspedes tendrán que hacer ellos mismos el trabajo de detectives.
Una broma extraña: Miss Marple es
requerida para que solucione un caso más propio de arqueólogos o piratas… encontrar
un tesoro. En realidad, se trata de la fortuna de un anciano recientemente
fallecido, que los herederos contaban con recibir, pero que no aparece por ningún
lado. Saben que es algo físico que se halla en su mansión, pero no logran dar
con ello. Han llenado de agujeros el terreno en busca de cofres de monedas, y
registrado todas las salas del edificio. Miss Marple buscará en otro lugar: la antigua
correspondencia del anciano, entre la que hay tanto cartas de amor que le envió
una misionera en su juventud, como una receta para preparar beicon al horno con
espinacas.
El crimen de la cinta métrica: una mujer aparece
estrangulada en su propia casa, y el principal sospechoso es su marido. Miss
Marple no tiene el asunto tan claro e investigará por su cuenta, advirtiendo un
pequeño (literalmente, diminuto) detalle que la policía no tuvo en cuenta, y
que apunta a que el culpable podría ser otro.
El caso de la doncella perfecta: una doncella es
despedida de una casa de huéspedes, acusada robar a los inquilinos. La joven
resulta ser la hermana de la propia doncella de Miss Marple, que tomará cartas
en el asunto. Al conocer a la que será la nueva doncella de la casa de
huéspedes, una sospecha comienza a tomar forma en la mente de Miss Marple. Para
confirmarla, tenderá a la nueva doncella una pegajosa encerrona.
El caso de la guardesa: Miss Marple se
halla sumida en una pequeña depresión post gripe, y su médico le receta un
remedio singular: un enigma con el que mantener su mente ocupada. Una joven
pareja compra y reforma una gran casa familiar. La anciana que llevaba casi
toda su vida cuidando la propiedad para sus anteriores dueños se siente
traicionada cuando se prescinde de sus servicios, a pesar de recibir una
sustanciosa compensación. Como si se tratase de un alma en pena, la anciana
guardesa vagabundea por los alrededores de la casa, barbotando maldiciones
contra la nueva dueña, a la que considera la principal responsable de haber
sido expulsada de “su” hogar. Un fatídico día, la joven muere cuando el caballo
que estaba montando se encabrita repentinamente y la tira al suelo. Pero ¿una
maldición puede considerarse un arma del crimen válida para condenar a la
anciana guardesa?
El apartamento del tercer piso: unos amigos
regresan a altas horas de la noche a su apartamento, solo para descubrir que
han perdido la llave del portal del edificio. Dos de ellos optan por trepar por
la fachada y entrar por una ventana que suelen dejar abierta. Pero confunden la
planta y entran en otro apartamento, encontrándose con el cadáver de una
vecina. Dan el aviso a la policía y esta acude a investigar el caso, pero
también otro de sus vecinos, un tal Poirot, se muestra particularmente
interesado por lo sucedido.
La aventura de Jhony Waverly: Poirot investiga
ahora un caso de secuestro en el que el criminal ha tenido la arrogancia de
anunciar previamente la víctima, el día, e incluso la hora exacta en que se
producirá el rapto. A pesar de ello y de la presencia de la policía, el rapto
se produce igualmente merced a una serie de pistas falsas y señuelos, a las que
Poirot deberá dar la vuelta para esclarecer los hechos.
La tarta de moras: mientras Poirot
come en un restaurante con un amigo, la camarera que los atiende habitualmente
hace un comentario casual sobre otro de los clientes. Este es un anciano que
tras diez años comiendo allí los mismos platos y a las mismas horas, ha
cambiado repentinamente su rutina. Algunas semanas después el anciano aparece
muerto en su casa. Todo indica que se trata de un desafortunado accidente, pero
la mente analítica de Poirot no puede pasar por alto el detalle del cambio de
días y platos, y comienza a investigar el asunto.
Los detectives del amor: Mr. Satterthwaite y el coronel Melrose deben investigar un caso típico, un hombre rico asesinado en su mansión. Siguen el procedimiento habitual: presentarse en el lugar del crimen, comprobar el cadáver, interrogar a los habitantes y servidumbre… parece incluso que el caso se va a resolver por si solo cuando alguien confiesa ser el culpable… pero poco después otro personaje se declara culpable también. Para complicar más las cosas, el primer “culpable” afirma haber matado a la víctima de un disparo (que nadie en la casa oyó), y el segundo afirma haberlo matado con un cuchillo y huido luego por una ventana (que se halló cerrada desde dentro). Lo peor de esto, es que la victima fue asesinada a golpes con una figura de bronce, detalle que ambos “asesinos” confesos parecen desconocer.
Bastante bien en general, todas las historias. La narrativa es buena y la resolución de los casos muy ingeniosa la mayoría de las veces. El único que se me ha hecho pesado de leer es es último, aunque no sabría decir exactamente porqué.
El titulo del primero, Tres ratones ciegos es el de una popular (en Inglaterra) canción infantil, que sirve de inspiración al asesino a la hora de acabar con sus tres presas. Esto es algo que la autora empleó en otra obra, Diez Negritos, en el que las victimas eran diez. Afortunadamente, no buscó inspiración para sus novelas en el poema de Alfred Tennyson: "Por el valle de la muerte cabalgaron los seiscientos..."
Tres ratones ciegos. No se indican las fechas de los relatos. Agatha Christie.
Publicado en 2005 por RBA Libros.
Esta entrada todavía no la voy a leer, ya que aún no lo he leído con mi reto de Agatha Christie. En cuanto lo haga volveré por aquí para comparar opiniones.
ResponderEliminarPerfecto, inspectora Marmota. Aquí la espero para contrastar notas e impresiones sobre los casos.
EliminarQué bueno. Yo tampoco había leído a Christie hasta hace poco (dos o tres meses) que un encontré un libro en un contenedor (el misterio de sans souci) y me gustó. Ahora tengo 1 o 2 más en espera. Creo que estan todos más o menos cortados por el mismo patrón,pero la resolución es siempre nueva y sorprendente.
ResponderEliminarYo el que tengo ganas de leer (si lo encuentro, siempre repaso los montones de libros en los mercadillos y tiendas de segunda mano) es el de Muerte en el Nilo. La película antigua me gustó mucho, a pesar de su notable falta de robots gigantes y dinosaurios ^_^U
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