LA DESPENSA
Otra cosa que coleccionamos en este planeta (sí... es que estamos fatal, jaja) son los envoltorios de las chocolatinas típicas de Halloween y Navidad. Tienen dibujos simpáticos, pero al estar fabricados en finísimo papel de aluminio son extremadamente frágiles, por lo que la principal dificultad de coleccionarlos estriba en su conservación.
La mejor forma
que hemos encontrado de conservarlas es empleando fundas de juegos de cartas de
combate estilo Magic. La mayoría de estos envoltorios son mucho más grandes que las fundas,
pero generalmente tienen un dibujo central (que es lo que nos interesa) mientras que el resto es monocromo o tiene un esquema de decoración repetitivo.
Quitando el envoltorio con cuidado y recortando la parte central para ajustarla al tamaño de la funda, podemos conservar bien protegidos la mayoría de estos.
Empezamos con tres calabazas de Halloween muy similares,
pero con pequeñas diferencias. Estos son los que están peor, porque los
alisamos antes de meterlos en las fundas, y es muy fácil que se rompan en ese
momento. A base de prueba y error hemos comprobado que es mucho más fácil y
seguro alisarlos con las yemas de los dedos una vez están metidos en las fundas,
con lo que muy rara vez se rompen.
Continuamos con
criaturas diversas: arañas, murciélagos, y el clásico ojo viviente, siempre atento a cuanto ocurre a su alrededor.
Un par de espíritus
o fantasmas arriba, un rostro de zombi o similar, un esqueleto… los grandes clásicos.
Y naturalmente, un lote de Reyes Magos. Solo tenemos estos por el momento porque hace poco que comenzamos a coleccionarlos, pero contamos con añadir unos cuantos más el año que viene.
Puedes ver más de nuestros envoltorios pulsando aquí.
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