EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ! ¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Vamos ahora con la sexta parte de las aventuras de Druuna. El número anterior terminaba con la mente de Druuna atrapada en el mundo virtual creado por la enloquecida computadora de la nave, y con su cuerpo yaciendo en coma, al estar desconectado de la mente.
Will, el comandante de la nave, sigue a Druuna hasta ese mundo, en un intento de rescatarla. Conecta su mente a la computadora y se encuentra recorriendo varios lugares desolados y perturbadores, presenciando acontecimientos que no es capaz de interpretar. Finalmente, el espíritu de la computadora, formado por la mezcla de los bancos de datos de esta, la mente de Shastar y la de Lewis, expulsan la mente de Will de nuevo a su cuerpo, no sin antes quedarse con un fragmento de ella.
Entretanto, la mente de Druuna continúa viviendo una mezcla de pesadillas y sueños placenteros en manos de la computadora. Se ve a si misma llegando a una tranquila y soleada playa, arrastrada por las olas. La imagen de la playa como un lugar agradable y seguro ya la vimos en el segundo tomo, por lo que sabemos que ese es uno de los cada vez más escasos momentos de lucidez de Lewis.
En lo alto de un risco cercano a costa, Druuna ve una casita blanca de estilo griego, y un anciano vestido con una túnica que recuerda también a los hombres de la Grecia clásica. Otro hombre más joven se acerca a ella. Es un bot creado por la computadora cuya única función es darle placer a Druuna en ese mundo virtual. Mientras hace el amor con el joven, el anciano se acerca a ellos y escribe una palabra sobre la arena, para que Druuna la vea. La palabra es "Afrodita", el nombre de la diosa griega de la belleza y el amor.
En
cuanto Druuna lee esa palabra, el mensaje que Lewis pretendía transmitirle
llega a su fin. Los dos hombres se desintegran ante sus ojos y la agradable
playa se transforma rápidamente en un infierno apocalíptico. Esta secuencia es
la clave de este número, pero al igual que ocurría con el numero anterior,
Druuna no es capaz de entender el críptico mensaje que se le intenta dar.
La playa se inclina rápidamente convirtiéndose en un abismo de rocas frías y cortantes, y Druuna se salva gracias a la ayuda de una misteriosa mujer encapuchada. Esta mujer resulta ser otra copia de ella misma, probablemente un bot creado a base de recuerdos por Lewis en sus peores momentos para poder seguir abusando de Druuna cuando no está conectada a la computadora.
Esta segunda Druuna la conduce hasta un lugar en el que afirma que estarán a salvo, que no es otra cosa que "el instituto" que vimos en el numero anterior. Allí le revela que la ha engañado. Esta otra Druuna ha tomado conciencia de que no es más que un programa del ordenador y ha encontrado la manera de ocupar el cuerpo inerte de Druuna en el mundo real, y de este modo, vivir. La falsa Druuna abandona el mundo virtual despertando en el real, dejando a la verdadera mente de Druuna a merced de los depravados habitantes del lugar, que no son sino diversos matices de la mente enferma de Lewis.
Cuando el bot de Druuna toma control del cuerpo de ésta y despierta, descubre que no se encuentra en la nave principal. Está en una nave mucho más pequeña, de salvamento. Will, Doc. y Terry permanecen dormidos en capsulas de hibernación. Por una grabación dejada por Will, se entera que durante el coma de Druuna, la infección de El Mal ha crecido hasta hacerse incontrolable. Aunque Druuna ya consiguió la información que necesitaban (que el ingrediente clave para preparar el suero que frena El Mal se extrae de la mandrágora) tal planta no existe a bordo de la nave, ni tienen medios para cultivarla o sustituirla.
También han interpretado el sueño de la playa de Druuna. "Afrodita", además del ser el nombre de una diosa, significa “Nacida de la espuma" (refiriéndose concretamente a la espuma que se forma en el mar debido al oleaje). Esta es el único modo en la que la parte cuerda de Lewis pudo comunicar a Druuna que El Mal ha formado siempre parte del agua, y de todo ADN que la contenga. El paso de La Ciudad, la nave-arca de Druuna por esa zona anómala del espacio no creó El Mal, solo aceleró en sus habitantes el despertar de ese gen que todo ser vivo basado en el agua lleva en su interior. El Mal es en realidad la evolución final e inevitable de toda la vida, hacia un estado irreversible de formas y mentes salvajes y repugnantes.
Quedando solo Will, Doc. y Terry sanos, huyeron en la nave auxiliar llevándose a la inerte Druuna, tras activar el sistema de autodestrucción. A lo lejos, vemos el estallido de la nave principal, lo que implica también la destrucción de la computadora. Al ser ésta el soporte físico de las mentes combinadas de Lewis y Shastar, que habían creado el mundo virtual, este se desvanece. La mente que ocupa el cuerpo de Druuna, que en realidad no era más que uno de los bots de ese mundo, queda borrada. La verdadera mente de Druuna es bruscamente arrancada del mundo virtual, que se desmorona a su alrededor, y regresa a su cuerpo.
Completamente harta de
la pesadilla sin fin que parece ser su vida, tanto dormida como despierta, y atrapada
ahora en una nave que no sabe manejar, hace lo único que puede hacer. Druuna vuelve a la
capsula de hibernación, rezando para despertar en un lugar mejor, o al menos, para no soñar hasta llegar a donde sea que se dirija la nave.
Con la destrucción del ordenador, donde residían las mentes de Lewis y Schastar, es de suponer que estos personajes, y con ellos el mundo virtual que ha acaparado los últimos números, no volverán a aparecer. El que sí podemos decir con seguridad que no ha aparecido en este número es el misterioso enano zarrapastroso que siempre está presente para ayudarla, sin importar si Druuna está en el mundo real, el virtual, o si ha permanecido cientos de años hibernada desde la última vez que se cruzó con él.
La historia continúa en El Planeta Olvidado.
Aprhodisia. 1997. Paolo Eleuteri Serpieri (guion y dibujo). Druuna nº 6. Editorial Norma S.A.
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