EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ! ¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Saludos, ávidos lectores.
Vamos ya con el séptimo y, por el momento, último de los comics de Druuna que comentaremos aquí. Actualmente hay dos números más publicados, por lo que puede que en algún momento consigamos añadir algún otro tomo de esta saga a nuestra biblioteca.
El número
anterior concluyó con los cuatro únicos supervivientes de la nave espacial (el
comandante Will, Doc., Terry, y la propia Druuna) a bordo de una cápsula
de escape que ignoramos a donde se dirige.
Al inicio de
este, Druuna despierta lentamente en medio de un amasijo de maquinaria oxidada
y reventada por el abandono. El largo hipersueño al que ha sido sometida la
deja desorientada. No tiene idea de donde pueda estar o porqué. Cerca de ella
hay un cadáver reseco en el interior de una capsula de hibernación destrozada.
A través de un gran boquete en uno de los muros metálicos Druuna sale a lo que parece ser una enorme ciudad en ruinas. Desde fuera, podemos ver que donde se encontraba Druuna es la capsula de salvamento, estrellada en aquel lugar. Por su estado, casi desecha, carcomida por el óxido, podemos deducir que lleva allí mucho tiempo. El cadáver reseco debe ser por tanto el de uno de los tres que la acompañaban, pero no podemos saber quién. Druuna nunca llegó a ver la capsula de salvamento por fuera, y no cae en la cuenta de lo que es.
Druuna deambula por la ciudad, compuesta por edificios inmensos de alturas mareantes. Tiene el aspecto de llevar siglos abandonada, pero no es así. Un grupo de grimosos seres encapuchados la captura, y parecen enormemente alterados por el hecho de que tenga cabello y por la forma de su espalda.
Cuando se disponen a llevársela maniatada, una
horda de robots de formas muy dispares ataca a los seres. Se inicia un furioso tiroteo, y al final los encapuchados consiguen llevarse a Druuna hasta su
base.
Allí, un consejo
de estos seres informa a Drunna, de forma bastante confusa y entrecortada, que
ella es hasta donde saben el único ejemplar de humano no mutado que
existe en el universo. El planeta en el que se estrelló la cápsula de
salvamento es La Tierra. Quizá Will trazó ese curso para volver
al planeta de origen de la mandrágora, y tratar de obtener una muestra.
En cualquier
caso, Druuna resulta ser un espécimen muy valioso tanto para los encapuchados (que
son la mutación dominante de la humanidad) como para los robots. Es otra
cosa que solo se explica parcialmente, pero la saga de Druuna está llena de
momentos así, en los que tenemos que ir encajando piezas de información de
varios tomos y rellenando huecos argumentales por nosotros mismos para hacernos
una idea de lo que está pasando, porque tiende a ser poco explícita.
Al parecer, antes de verse abocada a su última etapa de mutación, que ahora ya es irreversible, la humanidad programó a sus robots para buscar una solución a El Mal. Aunque ya no quedan humanos como tales, los robots han seguido fieles a esa última misión encomendada por sus creadores. A base de reconstruirse y repararse a si mismos, han perdurado manteniendo una guerra permanente con los mutantes.
La llegada a La Tierra de Druuna, el último humano genéticamente puro y al
parecer el único inmune al Mal, lo ha puesto todo patas arriba y ha iniciado un
nuevo ciclo de guerras entre ellos. Los mutantes quieren estudiar la genética
de Druuna para perfeccionar su Gran Madre, una biomasa gigantesca que no es más
que una máquina de poner huevos, de la que nacen todos los mutantes. Los
robots necesitan a Drunna justo para lo contrario, llevar a cabo su plan de salvar a la humanidad.
Como si se tratara de un trofeo, Druuna cambia de manos cuando un robot especialmente habilidoso se infiltra en la base de los mutantes y la rescata. Se trata de una versión mecánica del misterioso enano que ha estado velando por ella desde el primer número, con la sola excepción del anterior. Este enano, ahora metálico pero igualmente anónimo, pone a salvo a Druuna escoltándola a través de la ciudad, llena de patrullas de los mutantes.
Finalmente la conduce hasta un refugio en
el que los robots están recreando un cuerpo humanoide, pero mecánico. Al no
ser posible revertir las mutaciones, los robots
habían optado por crear un cuerpo artificial lo más avanzado posible, de
apariencia humana. Este cuerpo tiene en sus bancos de datos la memoria y la
personalidad de Shastar, extraída en algún momento de la mente de Druuna. Pero
la presencia física de Druuna hace que cambien de planes, ya que ahora tienen
una base orgánica pura sobre la que trabajar.
No tenemos los dos
siguientes tomos, pero estos se titulan Clon, y Alma, lo que nos da una pista sobre cual pueda ser el plan de los robots para
recuperar a la humanidad: una nueva raza humana inmune al Mal, creada a partir de los genes de Druuna. Por primera vez en estos comics, el
final presenta un cierto atisbo de esperanza, en medio de todo el sórdido y
depresivo horror que caracteriza la serie.
Editado 23-julio-2024 ¡Buenas noticias! Recientemente nos enteramos de la existencia de un décimo tomo de Druuna titulado Traída por el viento y conseguimos el octavo, Clon. Debido a las recientes obras de reforma que tuvimos por aquí lo perdimos de vista casi tan pronto como lo metimos en casa 😅así que lo comentaremos cuando nos organicemos un poco. Hasta entonces, puedes dar un repaso a la saga desde el inicio pulsando aquí.
The Forgotten Planet.
2002.
Muy interesante,me ha enganchado la historia. Por dibujo y estilo nunca hubiera dicho que es de 2002, sino más bien 1978 o así.
ResponderEliminarEl primer comic de esta colección es del 85, pero el autor ya llevaba muchos años dibujando y ha mantenido el estilo desde sus orígenes. También se ha encargado personalmente de los guiones y dibujos, sin delegarlos en nadie, cosa que se agradece. En lo que a comics se refiere, pocas cosas hay que molesten más que te cambien el dibujante a mitad de la colección.
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