EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.Saludos, ávidos lectores.
Imaginad una noche fría y lluviosa. Densa niebla cubriendo una solitaria carretera rural. Un hombre que se abalanza sobre el coche de un viajante de comercio, prácticamente arrojándose él mismo bajo las ruedas… empieza bien, pero va a ponerse mejor. Mejor para el lector, y peor para los sufridos personajes de la historia.
Tras la
investigación preliminar y el levantamiento del cadáver, éste es depositado en
la morgue de la pequeña población de Desert City. El lugar no
parece gustarle, ya que no tarda mucho en abandonar la morgue por su propio
pie. Pero no llega muy lejos. En su deambular por los corredores del
edificio, el desnudo, aplastado y eviscerado cadáver se encuentra con una enfermera. El
shock que la visión del otro provoca en cada uno hace que enfermera y cadáver
reanimado caigan al suelo fulminados.
El cadáver, por
cierto, estaba apergaminándose y retorciéndose a ojos vista desde que se lo
ingresó en el depósito. Curiosamente, el cuerpo aún tibio de la enfermera
comienza a sufrir el mismo proceso.
El medico del
pueblo está desconcertado, pero esto no le dura mucho. A la siguiente noche, otros dos
cadáveres andantes llegan al pueblo acompañados de otra fuerte tormenta, irrumpen
en casa del médico, y lo devoran vivo. Al amanecer, encuentran su casa allanada,
llena de manchas de sangre, pero ningún cuerpo. Y para rematar el asunto, el cadáver
del hombre atropellado ha desaparecido de la parcela del cementerio donde se le
dejó convenientemente enterrado. Ya está claro que la historia trata de zombis,
o algo muy parecido.
Afortunadamente para
McKenna, el desbordado sheriff local, el destino (y el autor) van a ponerse de
su lado. El hijo de una de las mujeres de la ciudad regresa a visitarla y pasar
unos días con ella. Lo único que McKenna recuerda de él es que se fue a la
universidad a estudiar medicina, y habiendo perdido al médico y una de las
enfermeras del pequeño hospital, le pide ayuda para salir del paso mientras él aclara
el asunto. El joven, llamado Clak Mann, accede cuando el sheriff le comenta por
encima las extrañas circunstancias de las muertes.
Al acercarse al
hospital a echar un vistazo a las fichas de la autopsia, Clark conoce a Robby,
la enfermera encargada de las analíticas del laboratorio. Con esto ya tenemos a
la pareja protagonista reunida, con lo podemos empezar a ver una luz al final
del túnel.
A partir de ese
momento, Clark y Robby, que congenian desde el primer momento, llevarán el peso
de la investigación. Entre otras cosas, descubren que los zombis, sus víctimas y todo lo que
unos y otros tocan parece acumular una gran carga radiactiva. Mientras esto
se desarrolla, otros zombis visitarán el pueblo amparados por la oscuridad de
la noche haciendo desaparecer de forma muy selectiva personas y pruebas
relacionadas con el caso.
Clark y Robby
terminarán hallando (mas o menos) un laboratorio secreto
donde un grupo de científicos locos están irradiando cadáveres para
resucitarlos, convertidos en obedientes zombis. El motivo de hacer esto… os voy
a dar unos segundos para que lo meditéis. Cuando creáis tener una respuesta,
seguid leyendo.
Adueñarse del
mundo. Por supuesto, el sueño de todo científico loco siempre ha sido ese. Inteligencia
e imaginación no siempre van juntas, y los científicos locos tienden a ser muy
poco originales.
Y como ya nos
han dejado claro a lo largo del texto que Clak y Robby se gustan y van a
terminar casándose, encontrarán la forma de vencer a los científicos locos
(usando a su vez sus propios conocimientos científicos), y salvar al mundo de
una plaga de zombis radiactivos. Un duelo de mentes, con unos cuantos mordiscos,
balazos y descalabres de zombi de por medio, para amenizar la trama.
Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.
Sangre roja, sangre muerta. 1976. Burton Hare [José María Lliró Olivé] (texto). Selección Terror nº 159. Editorial Bruguera S.A.
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