MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 29 de marzo de 2021

RETORNO A BROOKMERE

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                              ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

                                             Presentado por… el profesor Plot.
 

Saludos, intrépidos aventureros.

Cuarto librojuego de D&D Aventura sin fin. Enfundados en la piel del elfo Brion, nos adentramos en las ruinas del antiguo castillo familiar, conquistado por un ejército de orcos algunas décadas atrás. Nuestra misión es averiguar si resulta factible tratar de reconquistarlo, llevando a nuestro regreso toda la información posible sobre los tipos de monstruos que lo ocupan, su número y organización.

Comenzamos acompañados por otros cuatro guerreros elfos, pero estos mueren oportunamente en un derrumbamiento que se produce nada más entrar a las ruinas. A pesar de ello no estaremos solos, ya que llevamos con nosotros a La Boca de Mímulus (Mim, para los amigos), un amuleto mágico con la capacidad de hablar y lanzar algunos hechizos menores.  

Estando así las cosas, deberemos optar en casi todos los casos por el sigilo antes que por el enfrentamiento directo, y solo cuando evitar el conflicto parezca menos seguro que buscarlo, lanzarnos a matar sin contemplaciones. Mientras nos deslizamos sigilosamente por las salas y túneles, prestando oídos a las conversaciones de los monstruos, nos enteraremos de varias cosas interesantes. Al parecer los monstruos están organizados en varios clanes, cada uno con su líder, pero todos ellos responden a un líder único. Hay también algo que los amenaza, un agresor desconocido que ataca súbitamente atravesando las paredes, masacrando y devorando patrullas enteras de guardias.

Ninguno de los caminos que sigamos nos permiten conocer a todos los habitantes del lugar, que no son pocos. Aparte de montones de orcos y gnolls hay también trasgos, grantrasgos (que son como los trasgos, pero más grandes), trasgos gigantes (que son como grantrasgos, pero más grandes), bugbears (que son como los trasgos gigantes, pero más grandes… cielos, que variedad), graciosos kobolds de cabeza medio perruna y medio lagartijera, lobos de las cavernas, algunos gigantes de las colinas, un cubo gelatinoso, un cieno corrosivo, un poderoso hombre-rata, y no sé si me dejo algo.

Tendremos que jugar varias partidas para enterarnos de toda la historia, descubrir quién es su líder, y en que consiste esa misteriosa amenaza. ¿Será posible hacerla jugar a nuestro favor o será un obstáculo adicional a la hora de reconquistar el castillo?

Solo hay un detalle que no me cuadra demasiado; gran parte de la aventura la pasamos disfrazado de trasgo (que es la forma correcta de decir goblin, en castellano) para movernos con mayor libertad entre los monstruos. El disfraz de trasgo consiste únicamente en un casco para ocultar nuestras orejas puntiagudas y rubios y lacios cabellos, y una capa. 

Cierto es que los orcos y otros seres similares no son especialmente inteligentes, y que los elfos de D&D no son tan altos como los de El Señor de los Anillos. Un elfo adulto de D&D mide 1´70m como máximo, y generalmente no pasan de 1´60m, por lo que encorvándose un poco bajo la capa podría aparentar la altura de un trasgo. Pero no parece factible el poder engañar a tantos monstruos con un disfraz tan burdo, más aún cuando nos paramos a hablar con algunos de ellos.

Hagamos lo que hagamos, la historia siempre parece incompleta, por carecer del habitual enfrentamiento final con el líder enemigo que caracteriza a todos los librojuegos de esta temática. 

Nuestra misión es, después de todo, observar lo que hay y volver para contarlo, por lo que todos los finales buenos conllevan nuestra retirada después de haber estado casi todo el tiempo escondiéndonos y esquivando a los adversarios. 

Puedes ver otro título de esta colección pulsando aquí.

Return to Brookmere. 1982. Rose Estes (texto) Larry Elmore (portada) Timothy Truman (ilustraciones). D&D Aventura sin fin nº 4. Publicado en 1985 por Timun Mas.

2 comentarios:

  1. Suena divertido,y con el tema del siglo en lugar del enfrentamiento directo, parece algo diferente a lo que suelen ser estos libros, digamos que es "innovador". Excelente también cómo coleccionable.

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