LA COLECCIÓN DE FIERAS
¡Hola, pilotos!
Esta es una de
las figuras que la compañía española Yolanda hizo sobre la que probablemente sea la serie japonesa de
animación más relevante del género mecha. Se trata de figuras
algo toscas, pero perfectamente reconocibles, de algunos de los robots y
personajes de la serie.
Mazinger Z se
estrenó en España en 1978, y narraba los combates de dicho robot y su piloto Koji
Kabuto contra el ejército del Doctor Infierno, un sabio loco que pretendía
conquistar el mundo. Aunque había unas pocas series de combates entre robots
anteriores, fue Mazinger Z la que popularizó mundialmente este género, y
a día de hoy, con todos sus tópicos, fallos y situaciones absurdas, sigue
estando entre las mejores.
La serie era casi surrealista, con diseños de robots imposibles, llenos de colorido, escenas de destrucción masiva repetidas una y otra vez, y cielos que durante las batallas amenudo adquirian tonos verdes o rosados, “cielos apocalípticos”, como los describió Iker Jiménez en una ocasión. Estéticamente era a la vez terrible y maravillosa.
Las figuras miden unos 10 cm de alto hasta la cabeza, y están moldeadas en goma dura, sin articulaciones. Se vendieron tanto pintadas como monocromas. Están marcadas con la fecha 1972, aunque ese es el año en que Mazinger Z comenzó a emitirse en Japón. Probablemente las figuras se comercializaron poco después del estreno de la serie en España, seis años más tarde.
El primer
capítulo recibió en castellano el título de “El nacimiento de un robot
milagroso”, pero una traducción del titulo original japonés sería algo así
como “El piloto del dios-demonio”. Es una referencia a algo que el
abuelo de Koji le dice a este poco antes de morir: “Con Mazinger Z podrás
ser un dios o un demonio”.
Realmente, no es necesario estar al mando de un robot de guerra gigante para eso. Todo el mundo, en algún momento de su vida, se ha visto en una situación de ventaja respecto a otras personas, ya fuera por mera superioridad física, intelectual o económica, o tener potestad para alterar las condiciones de trabajo o la educación de los individuos a su cargo.
Basta algo tan común como estar al volante de un coche, escogiendo entre conducir a una velocidad adecuada o ir demasiado rápido, adelantar correctamente o hacerlo cuando te de la gana, o aguardar tu turno de paso en los semáforos en lugar de saltártelos.
Hay gente no es consciente de lo mucho que
sus acciones cotidianas, buenas o malas, pueden llegar a influir en la vida de los demás,
pero en algún momento todos debemos plantearnos si queremos ser dioses o demonios. Este es el tipo de cosas que solían inculcarnos muchas series y películas de esta época, sin que fuéramos conscientes de ello. Por esto, y no por mera nostalgia, como suele decirse, eran tan enormemente superiores a sus versiones actuales.
Mazinger
Z. Colección Mazinger Z. Yolanda. Presentado suelto. Sin puntos de articulación. 198X
aprox.
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