EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
La segunda película de Daimajin es casi una repetición de la primera. Más que una continuación, es como si una persona diferente nos contara otra versión de una leyenda popular, con muchos puntos en común con la versión que ya conocemos, pero también con muchas diferencias.
En esta ocasión, Daimajin es un ídolo de piedra que se alza en una isla situada en un lago. El lago separa dos territorios, el del clan de los Chigusa y el de los Nagoshi. El lago pertenece a los Chigusa, pero estas dos familias mantienen muy buenas relaciones y los Chigusa permiten a los Nagoshi pescar en su lago.
Un tercer clan, el de Mikoshiba, envidia la suerte de estos, pues el lago es una fuente de prosperidad a la que ellos no tienen acceso. El señor de Mikoshiba es cruel con sus súbditos, y muchos de estos huyen hacia las tierras de Chigusa para quedar al amparo de su benigno señor, Juro.
Durante una fiesta local, Hyoe, el señor de Nagoshi, es huésped de Juro. Unos campesinos traen un presente para Juro, tres simples fardos de arroz. Dicen que cada familia ha contribuido a llenarlos con un cazó de arroz, que saben que es un regalo humilde, pero lo entregan de corazón. Conmovido por el gesto, Juro acepta el presente y los fardos son llevados a su castillo. Todo esto es en realidad una trampa, pues los campesinos son hombres de Mikoshiba. Del interior de cada fardo, dejados en la despensa del castillo, surge un asesino. Aprovechando la noche, los asesinos matan a los guardias y abren las puertas del castillo a los ejércitos de Mikoshiba, congregados ante ellas.
Tomadas por sorpresa, las casas de Chigusa y Nagoshi poco pueden hacer, y terminan rindiéndose. Una pequeña barca con unos pocos evadidos, entre ellos Sayuri, la hija de Hyoe, llega hasta la isla del lago y ruegan a la estatua de Daimajin en busca de su protección.
Poco después otra barca con soldados de Mikoshiba se acerca a la isla para destruir la estatua de Daimajin con cajas de pólvora. La estatua es un importante símbolo de esperanza para las otras casas, y se pretende destruir esta esperanza junto con ella. La estatua vuela por los aires y sus fragmentos caen al lago. También una gran campaña que había en la isla con fines ceremoniales es arrojada al lago para desproveer al lugar de todo significado.
Mientras tanto, Juro y uno de sus samuráis que lograron escapar a la toma de su castillo regresan para infiltrarse y tratar de capturar a Mikoshiba, que se ha instalado allí. Su plan fracasa, y poco después ambos van a ser quemados vivos junto con Hyoe, Sayuki y varios campesinos y sirvientes, como ejemplo para el resto.
Es entonces cuando Daimajin, reconstruido, brota del lago abriendo las aguas a su paso para imponer su brutal justicia. Y creo que la famosa escena de Mazinger Z, en la que el coloso de metal sale de la piscina, está inspirada en la imagen del coloso de piedra saliendo del lago.
Incluso si nos fijamos en los nombres encontramos un cierto paralelismo entre ambos personajes. "Daimajin" toma las raíces de los ideogramas dai (muerte) ma (demonio) y jin (dios) mientras que "Mazinger" (Majingā, en el original japonés, siendo Mazinger su versión occidentalizada) se compone de ma (demonio), jin (dios) y gā (una silaba añadida para completar el nombre). De hecho, el primer capítulo de Mazinger Z (en el doblaje original) se titula El piloto del dios-demonio.
Go Nagai siempre ha afirmado que su intención al crear Mazinger Z fue hacer su propia versión de Astroboy, pero me da la impresión que, quizá de forma inconsciente, se inspiró en gran parte en Daimajin.
El caso es que, una vez despertado Daimajin de su acuático reposo, la batalla ya está ganada. En esta ocasión es incluso más poderoso que en la película anterior, en la que todo su poder se limitaba a la fuerza bruta y al aplastamiento. Hay una escena en la que su severa mirada queda fija en el malvado Mikoshiba, sus ojos adquieren un color amarillo brillante, y Mikoshiba, a muchos metros de distancia, se retuerce de dolor como alcanzado por un rayo invisible. Esto también me recuerda a Mazinger Z y los rayos láser amarillos que lanzaba por los ojos.
Daimajin acaba con el usurpador y sus hombres, y a continuación la inmensa estatua de piedra se derrite como si fuera de hielo, mezclándose con el agua del lago. De las profundidades del mismo llega el tañido de una campaña, indicando a los hombres de Chigusa y Nagoshi que el dios sigue vivo y continuará velando por ellos en el futuro.
Puedes ver una reseña sobre la tercera película pulsando aquí.
Daimajin ikaru. 1966. Tetsuo Yoshida (guion) Kenji Misumi (director) Kojiro Honzo, Tazo Mayui, Takashi Kanda (actores principales) Shiho Fujimuz (actriz principal). Daiei Studios. Editado en DVD por DeAPlaneta Home Entertainment.
No hay comentarios:
Publicar un comentario