TERROR EN EL TREN DE MEDIANOCHE

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                 SEMANA TEMÁTICA DE TRENES                                                                                    

Presentado por... Pecky.
 

¡Pasajeros al tren! ¡Pasajeros al tren! Rogamos a los señores pasajeros que aborden ordenadamente los vagones del Andén 13 y ocupen sus cabinas. Por su seguridad, no crucen sobre las vías y no se acerquen al tren del andén sin numerar, porque en ese no podrán hacer valer sus billetes de ida y vuelta. Lo malo de los trenes fantasma es que solo suelen hacer viajes de ida…

Nos encontramos en la estación de Lieres, un pueblecito del Principado de Asturias (España). Rubén (el jefe de estación y único empleado de la misma) está empezando a asustarse. En varias ocasiones le ha despertado la llegada de un tren no previsto, precisamente a las doce de la noche. 

Este tren no parece seguir ningún patrón fijo de viajes, tiene un aspecto anticuado, y solo se detiene un minuto en la estación. Nadie sube, nadie baja, las volutas de vapor de la maquinaria lo envuelven como un banco de niebla, y una música fantasmagórica parece oírse en segundo plano, casi anegada por el ruido de los engranajes y los silbidos de la caldera.

Rubén tiene un turbulento romance con Rosa, dueña de una cafetería. La chica es un tanto casquivana, y mantiene relaciones con varios amantes a la vez, de los cuales Rubén parece ser el único por el que siente afecto, además de deseo. Rosa sueña con casarse, pero duda que, con la fama que tiene, algún hombre se lo proponga. Sin embargo Rubén está dispuesto a pedirle matrimonio y a tragarse todos los comentarios que hagan de él en el pueblo. Todo esto no tiene nada que ver con el asunto del tren misterioso, pero la mitad del metraje de la película está dedicada a la indecisión de Rubén sobre la propuesta de boda, así que tenía que mencionarlo.

Rubén habla de sus preocupaciones amorosas y laborales con don Carmelo, el cura. Le comenta los días exactos en los que oyó o vio pasar al tren, y don Carmelo le hace notar que son las mismas fechas en las que murió alguien del pueblo. Esto hace que Rubén se obsesione más con el tema. Lee la esquelas de los periódicos para estar al día, no de las noticias, sino de las defunciones. También visita de forma furtiva el cementerio, para asegurarse que los muertos recientes son enterrados.

El mismo día que por fin le pide matrimonio a Rosa, muere un anciano, y Rubén comete el error de prestar más atención a los asuntos de los muertos que a los de los vivos. Esa noche, a las doce, espera el paso del tren que ya sabe que vendrá a recoger el alma del anciano, y no puede resistir la tentación de subirse a él. Mala idea. ¿Por qué hay tanta gente a la que le cuesta dejar en paz a los muertos?

La película dura apenas hora y cuarto, y la historia de amor raro entre Rubén y Rosa, que al final no lleva a nada, consume buena parte de ese tiempo. No queda mal. Sirve para dar una imagen más clara de la sociedad del momento y vista hoy en día ayuda a situarse en el marco temporal de la trama. Pero también hace que la investigación sobre el tren fantasma sea más corta aún, y el conjunto quede como un capítulo de Cuéntame como pasó o Amar en tiempos revueltos pero con elementos sobrenaturales de por medio. 

¿La recomendaríamos al público general de hoy en día? Realmente no, si lo que esperan es ver una película de terror. La parte de terror que tiene sabe a poco, y es más de misterio e investigación ¡aunque el final sí es escalofriante! Pero en este planeta nos gustan las pelis viejunas, con ese toque chusco, brutote y directo del terror español, tan poco apreciado dentro de sus propias fronteras y tan admirado fuera de ellas.

Puede que sea un inicio un poco lento para nuestra semana temática de trenes, pero aún estamos cogiendo velocidad, y el viaje no ha hecho más que comenzar.

Terror en el tren de medianoche. 1980. Antonio Fos, Manuel Iglesias (guion) Manuel Iglesias (director) Rafael Hernández, José Riesgo (actores principales) Mari Paz Pondal (actriz principal). Producciones Cinematográficas Jacinto Santos Parras. Editada en DVD en 2007 por Sogedasa.