EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Ocupen sus máquinas, pilotos, y arranquen motores. No hay tiempo que perder. Les descargaré el informe directamente al ordenador de la cabina.
(... downloading ... downloading ...)
Dynamo Joe fue una breve colección publicada en 1987 por First Comics, y al año siguiente, en España, por Tebeos S.A. La historia general y trasfondo de la serie fueron creados por Doug Rice, que también dibujó la mayoría de los números, aunque no se encargaba de los guiones. Por aquí siempre nos han gustado las historias de robots gigantes, así que estuvimos pateando mercadillos hasta reunir todos los ejemplares.
El comic nos narra la
larga y desesperada guerra futura entre la Alianza y las mellenares. La Alianza está
compuesta por humanos de la Tierra y otras dos razas: el Imperio y los
tavitanos.
Los imperiales son
una extraña raza derivada de los humanos, como una forma perfeccionada de estos.
No se nos cuenta mucho respecto a su origen (tanto los propios humanos como los
imperiales parecen ignorar los detalles exactos) pero en general tienen un desarrollo físico y mental superior al de los humanos. De hecho, se cree que Magna Khan
(fundador y líder perpetuo del Imperio) es inmortal. Son grandes sabios y guerreros, pero tienen
una actitud bastante tibia hacia todo aquello que no les afecte de forma
directa.
Por su parte, los
tavitanos son la única raza verdaderamente alienígena que los humanos, en su
expansión por el universo, encontraron antes de la aparición de las mellenares.
Los tavitanos son gatos antropomorfos a los que no les gusta el jaleo ni la
guerra, pero debido a su intrínseca curiosidad felina se han convertido en
técnicos y mecánicos entusiastas, siempre dispuestos a experimentar con las
máquinas que caen en sus zarpas.
Estas tres razas se mantuvieron separadas, pero con relaciones diplomáticas cordiales hasta la aparición de las mellenares, una nueva raza alienígena. Las mellenares son unas criaturas unicelulares capaces de unirse en configuraciones mucho más complejas. Carecen de tecnología, pero tampoco la precisan. Viajan por el espacio uniéndose por miles de millones en formas que les permiten generar energía orgánica, como una flota viviente capaz de desarrollar motores y armas adaptadas a cada situación según lo necesiten.
La historia comienza
diez años después del primer ataque de las mellenares contra los mundos de la Alianza.
En todo ese tiempo, las mellenares no han hecho el más mínimo intento de
comunicarse. Se limitan a avanzar por el universo en línea recta, consumiendo
enteros los planetas que encuentran. La batalla entre la Alianza y las
mellenares tiene lugar eminentemente en el espacio, entre naves de guerra y las
formas mellenares complejas, que constituyen su flota orgánica. No se lucha con
ellas en la superficie de los planetas habitados, puesto que cuando invaden uno este no tiene salvación posible. La línea de avance de las
mellenares las lleva directamente a la Tierra.
Durante los diez años de guerra, la flota humana y tavitana contuvieron a las mellenares a base de perder sin cesar naves y soldados, cediendo terreno lentamente. Los imperiales, cuyos mundos quedan fuera de la línea de avance de las mellenares, solo han prestado una ayuda mínima, casi por compromiso.
En el tercer año de
guerra, los humanos y tavitanos desarrollaron conjuntamente los Robosoldados
Dynamo, vehículos antropomorfos de veinticinco metros de altura, con una movilidad y
versatilidad muy superior a las de las naves de combate. Esto estancó la
guerra. Las mellenares se vieron por primera vez frenadas, incapaces de avanzar,
pero los robosoldados tampoco bastaron para decantar la batalla a favor de la Alianza.
Todo lo anterior se nos cuenta en parte en un larguísimo prólogo, y en parte en
forma de conversaciones entre los personajes, en el propio comic.
Los protagonistas
principales son Elanian Daro, un guerrero del Imperio que ha caído en desgracia ante los suyos y ahora lucha junto a los humanos, y Pomru Purrrwakawaka, un mecánico
tavitano. Son respectivamente el piloto/artillero y copiloto/técnico de mantenimiento del robosoldado Dynamo Joe.
La colección se
compuso (al menos lo publicado en España) de quince números regulares más uno
especial. He dividido estos dieciséis números en cuatro lotes para comentarlos
con más comodidad. El primer grupo de comics que
comentaremos está formado por los números 16, 1, 2, y 3.
Nº 16. Especial (guion de John Ostrander, dibujo de Doug Rice): este es el último
comic que se publicó en España de esta colección. No continuaba los anteriores,
sino que presentaba una historia independiente dividida en tres capítulos,
además de unas cuantas hojas de trasfondo general de la colección y fichas de personaje
de Dinamo Joe, Daro y Pomru. La aventura que nos contaba era anterior a los
sucesos del nº 1, por lo que comentándola primero mantenemos un orden
cronológico.
Nos encontramos en
el octavo año de la guerra (el nº 1 está situado en el décimo año). La
Alianza ha perdido el sector del planeta Fergusson. Las mellenares descienden
sobre el mundo para consumir cualquier recurso útil, y las tropas que quedan en
la superficie se apresuran a retirarse. Cuando el último transporte parte, aún
quedan algunos rezagados que son abandonados a su suerte en el mundo condenado.
Entre ellos están Daro y Pomru, a bordo del Dynamo Joe.
La superficie ya
se está llenando de mellenares, que se han reconfigurado en formas más
adecuadas a condiciones atmosféricas y entornos con gravedad. Mientras Dynamo
Joe deambula por el planeta buscando una forma de huir de él, se encuentra con
una periodista civil, Amanda Warren, y la recogen. Poco después se une a ellos
el piloto de caza Alexander P. Price. Este les cuenta que el alto mando ha
decidido sacrificar Fergusson, incendiando su atmósfera para que las
mellenares no aprovechen sus recursos. Una bomba de ciento veinticinco metros
de largo se dirige hacia el planeta en ese momento.
Aprovechando los repuestos que han sido abandonados por las tropas en su apresurada retirada, consiguen adosar a Joe una serie de cohetes impulsores para hacerle despegar hasta la estratosfera, donde ya puede hacer funcionar sus motores de vuelo en el vacío. El piloto Price morirá en algún punto entre el fin de esta historia y lo que veremos en el nº 1, pero Amanda sí volverá a intervenir más adelante.
Nº 1. De vuelta a Base Seis (guion de John Ostrander, dibujo de Doug Rice): tras su última misión, Pomru ha llevado a Dynamo Joe a Sigma Seis (un asteroide fortificado) para repararlo, y Daro ha vuelto al Imperio a presentar su informe. El Imperio ha desarrollado el Galax-C, su propia versión de los robosoldados, y quieren que Daro ponga a prueba el prototipo. El Galax-C es cinco veces mayor y más potente que un robosoldado convencional. Durante el vuelo de prueba, este sufre varios cortocircuitos que lo dejan fuera de control.
El gigantesco robot, al
que Daro no puede controlar, se dirige a toda velocidad contra Sigma Seis. Para
evitar que la base sea destruida, el Príncipe Shaeton, del Imperio, ordena
disparar la artillería de Sigma Seis contra el Galax-C. Pomru, a los mandos de Joe, logra desviar al Galax-C y
salvar la vida de Daro.
Nº 2. Operación Kamikaze (guion de John Ostrander, dibujo de Doug Rice): una historia en dos partes. Han pasado seis meses desde la desastrosa prueba del Galax-C, y la Alianza ha puesto a punto un nuevo plan. Utilizarán una vieja nave modificada y atiborrada de explosivos como un brulote espacial. Un grupo de dynamos tratará de abrir una brecha en la vanguardia mellenar a través de la cual lanzar al carguero con la esperanza de dañar al Núcleo, una gigantesca mellenar que actúa como cerebro colectivo. Daro y Pomru, de nuevo juntos a bordo del Dynamo Joe, forman parte de esta fuerza.
Las tropas enviadas a romper la línea del frente resultan ser insuficientes. A pesar del fuego de apoyo de las naves de guerra, las mellenares sobrepasan a los dynamo destruyendo varios de ellos y averiando al resto. Los dynamo reciben la orden de retirarse, abandonando al brulote sin haber podido lanzarlo al interior de la formación mellenar.
Nº 3. Las cenizas de la derrota (guion de John Ostrander, dibujo de Doug Rice): continuando con la historia anterior, se nos revela ahora que la nave no contiene explosivos, sino varios de los Galax-C imperiales. Cuando las mellenares de vanguardia pasan de largo a la aparentemente inofensiva nave para perseguir a los dynamo en retirada, los Galax hacen su aparición disparando a plena potencia hacia el interior de la formación. Esto pilla tan por sorpresa a las mellenares que por primera vez desde que comenzó la guerra, estas retroceden para proteger su Núcleo.
A los soldados a bordo de los dynamo no se les indicó que el plan era este porque las mellenares tienen una cierta capacidad telepática, y podrían haber leído las mentes de los pilotos al acercarse a ellos. Debido a que los soldados creían que debían proteger la nave hasta el momento de usarla, varios de ellos se arriesgaron más de lo debido y terminaron muriendo innecesariamente.
A pesar de esto,
cuando una mellenar solitaria carga contra la nave de mando de la Alianza,
Daro se lanza contra ella logrando destruirla en el último segundo, salvando la
vida del mismo líder que ha enviado a morir a sus soldados. La guerra está
dirigida por los generales humanos Akira Shimamura y Sergei Ippolitov, y el
tavitano Lord Grawool. Pero puesto que el éxito de esta operación en particular
dependía de los Galax-C imperiales, se cedió el mando de la misma al príncipe
Shaeton, el engreido e irascible hijo de Magna Khan.
La actuación de
Daro y Pomru salva la nave de mando del príncipe. A bordo de la nave se encontraba también
Amanda Warren, la corresponsal de guerra a la que sacaron de Fergusson en la historia
del nº 16. Ella se encarga de hacer que la noticia de lo ocurrido se extienda
de tal modo que Daro y Pomru son elevados a la categoría de héroes.
Los que hayáis sobrevivido a estos combates, recibiréis el próximo informe de misión pulsando aquí. Aseguraos de tener vuestros robots reparados y recargados antes de hacerlo.
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