EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, pilotos veteranos.
Continuamos pasando revista a las aventuras de Daro, Pomru, y el robosoldado Dynamo Joe. Hoy veremos los números del cuatro al siete. En estos el guionista pasó a ser Phil Foglio (al que quizá conozcáis como ilustrador de algunos libros de Mundodisco y algunas cartas de las primeras ediciones de Magic) mientras que los dibujos siguieron a cargo de Doug Rice, el creador de la serie.
Nº 4. Maginot espacial (guion de Phil Foglio, dibujo de Doug Rice): tras la primera verdadera victoria contra las mellenares, la Alianza trata de consolidar su posición. Destruyen todas las lunas de Orión para que sus restos formen un nuevo campo de asteroides en la línea de avance mellenar, a modo de barricada espacial. Los fragmentos mayores son erizados de armas, bases y sistemas de detección, como una nueva versión de la Línea Maginot de la Segunda Guerra Mundial. A esta barricada de asteroides fortificados se la bautiza Cinturón de Kirchner. Por su parte, la derrota ha sumido a las mellenares en un proceso de evolución acelerada, y sus nuevas formas son mayores y más monstruosas que nunca.
Un técnico de mantenimiento
de Sigma Seis roba una de las naves del hangar y se lanza con ella hacia la
nueva posición de las mellenares, sin ningún motivo aparente. Tres dynamo son
enviados a capturarle, entre ellos el de Daro y Pomru. Logran averiar la nave y
se disponen a remolcarla de regreso a Sigma Seis, pero entonces las mellenares
avanzan repentinamente, al parecer, ansiosas por apoderarse de la nave averiada
a toda costa. Cuando los dynamo se disponen a combatir contra una fuerza
mellenar muy superior, aparece repentinamente un nuevo combatiente, un
robosoldado de diseño completamente desconocido.
Nº 5. El hombre que perdió la cabeza (guion de Phil Foglio, dibujo de Doug Rice): el nuevo robosoldado parece estar de parte de la Alianza. Por sí solo, en tiempo récord y con un esfuerzo mínimo, destruye a todas las mellenares que estaban atacando a los dynamo, y luego les sigue pacíficamente hasta Sigma Seis. Allí, su piloto abandona la cabina y se identifica. Se trata del coronel Vautravers, un mercenario contratado por el alto mando de la Tierra como refuerzo. Vautravers no suelta prenda sobre el origen o capacidades de su extraño robot, al que llama Lobo 1. El general Ippolitov encarga a Pomru que averigüe lo que pueda sobre el Lobo 1, de la forma más discreta posible.
El técnico que
intentó reunirse con las mellenares es interrogado, pero lo único que repite
una y otra vez es que sintió la imperante necesidad de hacerlo, sin ningún
motivo en particular, y aun sabiendo que intentarlo era una locura. No es el
único caso. La cantidad de civiles que sienten repentinamente la necesidad de
llegar hasta las mellenares es un fenómeno cada vez más frecuente.
Nº 6. El enemigo dentro (guion de Phil Foglio, dibujo de Doug Rice): Otro técnico (el propio Kirchner cuyo diseño da nombre a la barricada de asteroides) abandona Sigma Seis tras provocar una avería masiva en uno de los sectores. Roba una nave y consigue llegar a poca distancia de una forma mellenar, pero esta se limita a observarle brevemente antes de destruirle. A los casos de la gente afectada por esta extraña necesidad de reunirse con las mellenares se les llama soñadores.
Mientras tanto, Vautravers
y su Lobo 1 han sido puestos a las ordenes de Daro, como parte de su escuadrón
de dynamos. Daro a su vez queda bajo el mando de la capitán Tanamara, una terrorista
y criminal de guerra a la que por necesidad se ha restituido a su cargo. En su
primera misión juntos, se enfrentan a una mellenar gigantesca, mayor a todo lo anteriormente
visto, y Lobo 1 se basta para acabar con ella. Vautravers incluso se enfurece cuando
la mellenar, ya vencida, es rematada por fuego de artillería de Sigma Seis,
proclamando que le correspondía matarla a él.
Cuando están por
regresar a Sigma Seis, reciben un comunicado de esta: un enorme grupo de
soñadores se ha apoderado de la base, y han comenzado a desplazarla al completo
hacia la zona mellenar.
Nº 7: El Síndrome Sigma (guion de Phil Foglio, dibujo de Doug Rice): ante la crisis de Sigma, y siendo el General Ippolitov uno de los rehenes de los soñadores, el alto mando reasigna puestos. Elevan a Daro a la categoría de General, quedando así por encima de Tanamara, y cargándole con la responsabilidad de recuperar o destruir Sigma Seis.
Para evitar una matanza con un ataque directo, Daro decide actuar solo, avanzando con el Dynamo Joe por el interior de la base. En esta, pequeños grupos de soldados leales luchan todavía contra los soñadores. Al contrario que en los casos anteriores, estos soñadores parecen haber sido seleccionados cuidadosamente, pues son casi todo el antiguo cuerpo de seguridad, en lugar de civiles o técnicos. Tampoco actúan como locos frenéticos y confusos, sino que mantienen la mente fría, aunque no parecen tener claro porque hacen lo que hacen.
Daro y Pomru
logran llegar hasta la sala de mandos, inutilizando los controles de Sigma y
evitando que los soñadores la lleven hasta la zona mellenar.
Como plan alternativo, por si eso fallaba, Lobo 1 debía destruir la sala de mandos desde el exterior, lo cual provocaría inevitablemente muchas muertes. Cuando el plan A se logra y Daro indica a Vautravers que anule el B, este obedece a regañadientes, aparentemente frustrado por haber perdido la oportunidad de matar a un montón de gente. La actuación de Daro permite resolver la situación con menos de ochocientos muertos, contra el millón inicialmente previsto. Por este motivo, Ippolitov decide mantenerlo en su cargo provisional de General algún tiempo más.
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