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sábado, 11 de junio de 2022

GRITOS EN OLDFIELD

EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                     ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                       

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

Me encantan las películas antológicas. Hay historias que merecen ser largas y precisan ser explicadas en detalle, y eso está muy bien. Pero con demasiada frecuencia nos encontramos con otras construidas por completo a partir de una idea base interesante cuyo desarrollo no da para mucho más de veinte minutos, y que se alargan hasta la hora y media o más a base de relleno. 

Las películas antológicas o episódicas construyen su metraje a base de varias historias cortas independientes. Por una parte, no dejan lugar para relleno, y por otra se nos presentan varias tramas por completo diferentes dentro de la temática general, por lo que malo será que al menos un par de ellas no nos resulten interesantes.

Gritos en Oldfield es una de esas películas episódicas. Nos cuenta cuatro historias de terror, más una quinta que hace de hilo conductor de las demás. El título original es From a whisper to a scream (Del susurro al grito).

Comienza con una periodista llegando a un pueblo llamado Oldfield (Campoviejo) en busca del sr. White, el anciano bibliotecario del lugar. Ha estado siguiendo la noticia de la ejecución de una mujer de treinta y dos años que lleva asesinando gente desde que tenía siete, y que era la sobrina del anciano (interpretado por Vincent Price). La periodista quiere algo más con lo que cerrar el caso, una explicación sobre qué pudo impulsar a la mujer a cometer esa serie de asesinatos. 

La explicación que le da el sr. White es simple: Oldfield está maldito por haber sido erigido en una región en la que el sufrimiento ha sido constante desde hace mucho, y eso es lo que provoca que una gran parte de sus habitantes se conviertan en locos y asesinos. Las cuatro historias que nos cuenta la película son sucesos que el sr. White revela a la periodista sobre el pasado del pueblo.

La primera de las historias (Staney) nos presenta a Stantley; un hombre de mediana edad tímido y apocado que está obsesivamente enamorado de Grace, una compañera de trabajo que no podría estar menos interesada en él. Además de pensar en Grace a todas horas, sueña con ella a menudo. Pero sus sueños siempre tienen un componente de necrofilia, en el que el cadáver de Grace está a su disposición o ella misma, ya putrefacta, se ofrece a él. 

Stanley se declara a Grace y la invita a cenar, pero sus avances son tan torpes que ella lo rechaza. Esto despierta una faceta oculta y violenta en Stanley, que ataca a Grace, la estrangula y la deja abandonada en un camino. La muerte de Grace no calma su obsesión por ella. La noche antes del entierro, se cuela en la funeraria y viola el cadáver de Grace en su ataúd. Nueve meses después tendrá que afrontar las consecuencias de sus actos.

En la segunda historia (A la fuga) un criminal de poca monta llamado Jessie Harvik huye malherido de sus antiguos socios a través de un pantano. Ya al borde de la muerte es encontrado y recogido por Felder, un viejo eremita que vive en el lugar. Felder le cura a base de rezos vudú y medicinas que él mismo prepara, y Jessie recobra sus fuerzas rápidamente. 

Jessie no siente ningún agradecimiento hacia el anciano que le ha salvado la vida, y varios detalles en su conversación y en los trastos que llenan su cabaña le induce a pensar que pudiera ser mucho más viejo de lo que aparenta. Pasados algunos días, Felder le revela que en realidad lleva vivo cientos de años gracias a una de las pociones que prepara, que le impide envejecer y le da vitalidad. Jessie decide apoderarse de la fórmula de esa poción, aunque tenga que recurrir a la fuerza, sin pensar en ese momento que la inmortalidad puede tener más de maldición que de bendición.

La tercera historia (Las Diversiónes Ambulantes de Lovercraf) es para mí la más angustiosa de todas. Una feria ambulante llega a la ciudad. Entre los espectáculos que ofrece está la clásica caseta de fenómenos, humanos deformes que viven de exhibir su rareza. Una joven local, Amarilis, acude noche tras noche a ver a Steven, uno de los feriantes. El espectáculo que ofrece Steven es comer cristales y metales en el escenario. 

En el poco tiempo que la feria lleva en Oldfield, Amarilis y Steven se han enamorado. Cuando la feria se marche no volverán a verse, pues Steven no tiene opción a quedarse en el pueblo. La feria está controlada por una bruja vudú que tiene a todos los fenómenos bajo su control de un modo u otro. Steven y Amarilis deciden huir juntos de Oldfield, pero el poder de la bruja les persigue y alcanza a ambos. 

Más que terror, lo que transmite esta historia es una profunda tristeza. Los protagonistas están sometidos a un poder contra el que nada pueden hacer, no merecen lo que les ocurre (al contrario de los personajes de las otras tres historias) y el triunfo del mal es absoluto e inevitable.

La última historia (Cuatro soldados) tiene lugar justo al final de la guerra civil norteamericana. Un grupo de desertores unionistas se topan con un pequeño campamento de confederados y los matan a todos, a pesar que estos se rinden sin presentar batalla. Al registrar el campamento descubren unas cuartillas en las que se anuncia que la guerra ha acabado. En lugar de regresar con los suyos prefieren aprovechar la confusión todavía reinante para dedicarse a saquear y violar durante una temporada antes de volver a sus hogares como héroes. Tienen la ocurrencia de dirigirse a un pueblecito sureño llamado Oldfield, apenas cuatro casas levantadas unos años atrás. 

Los únicos habitantes que quedan en Oldfield son un grupo de niños, pero estos se bastan para capturar a los soldados. Bajo las instrucciones de un misterioso Juez al que los niños no cesan de nombrar pero no se deja ver, los unionistas son torturados y asesinados de formas horribles. Solo el último de ellos vivirá lo suficiente para conocer al Juez: una especie de tótem fabricado por los niños con los cadáveres troceados de sus padres, que las tropas de la unión asesinaron cuando pasaron por el lugar.

Contadas las cuatro historias, la periodista revela haberse obsesionado con la sobrina de White y haber llegado a admirar "su obra". Apuñala al anciano y este, con su último aliento, le da la bienvenida a Oldfield, pues también ella ha quedado contaminada por la ancestral maldad del lugar. 

From a whisper to a scream. 1987. C.Courtney Joyner, Darin Scott, Jeff Burr (guion) Jeff Burr (dirección) Vincent Price (actor principal) Susan Tyrrel (actriz principal). Conquest Productions.

4 comentarios:

  1. Muy interesante las historias y el final me ha sorprendido, a ver si puedo echarle un visionado. La historia de Cuatro soldados me llama mucho la atención.

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  2. A mí me ha sorprendido que en "Las diversiones ambulantes de Lovercraft", Steven decida enfrentarse al poder de la bruja vudú e intentar huir con Amarilis. Por cómo había empezado, yo me iba imaginando que Amarilis querría acompañar a Steven y se ofrecería a la directora de la feria para ir con ellos y lavar, cocinar y esas cosas que hacían las mujeres en los 30. La jefa diría que no había sitio para ella y que solo podría contratarla si participara en el espectáculo de monstruos. Amarilis diría: "Pero yo no tengo ninguna deformidad...", y la bruja: "Bueno... ¿de verdad quieres acompañar a Steven? Porque eso lo puedo arreglar...". Me esperaba un final a lo Freaks.

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    1. En cierto modo sí hay una final a lo "Freaks", pero se llega a él por un camino algo diferente al que tú suponías.

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