LA DESPENSA
¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
Bueno, bueno, mañana mismo llega Halloween al fin. Todavía estamos reuniendo chuches porque no queremos incurrir en la ira de los monstruos que pasen a pedirlos, si resulta que no tenemos suficientes para todos.
Nuestra última adquisición ha sido esta, aunque reconocemos que, como en otros casos, es algo que compramos más por el contenedor que por el contenido. Se trata de unos peluches de monstruos que vienen originalmente rellenos de chuches y bombones. Se abren por una cremallera que tienen a la espalda, y después de sacar los chuches hay que rellenarlos con otra cosa para que mantengan la forma. Nosotros hemos usado plástico de burbujas, que les da un tacto blandito y crujiente.
El de la izquierda es como una calabaza con patitas, dientes torcidos y un penacho verde encima. Las cicatrices que lo cubren le dan un cierto aire a monstruo de Frankenstein. ¡Quizá sea una calabaza de Halloween que el doctor Frankenstein creó con trozos de otras calabazas!
El de la derecha es una especie de diablillo cornudo de tres ojos, uno de los cuales parece un poco vago. En la foto no se ve pero a la espalda tiene un par de alas amarillas. Se desplaza sobre ocho apéndices similares a cortos tentáculos, y además su piel presenta un esquema de franjas atigradas. Un verdadero enigma evolutivo.
Halloween. Fabricado por Windell. 2022.
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