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lunes, 31 de octubre de 2022

EL PRÍNCIPE DE LA NIEBLA

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                  ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              RETOS LITERARIOS 2022

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Para el punto “un libro de un autor novel” de nuestro Reto Literario 2022 hemos escogido El príncipe de la niebla, la primera obra de Carlos Ruiz Zafón, un hombre que ignoraba que era un auténtico genio de las letras simplemente porque nunca antes se había decidido a escribir una novela. 

El Príncipe de la Niebla fue el primero de una serie de éxitos que le valieron un reconocimiento inmediato. Desde su primer libro, que escribió en 1993, hasta su muerte en 2020 tuvo tiempo de dejarnos nueve títulos. Solo he leído el que reseñamos hoy pero desde luego voy a buscar activamente el resto, porque si son solo la mitad de buenos que este merecerán la pena. 

La historia tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Huyendo de los bombardeos de Londres, Maximilian Carver, relojero de profesión, lleva a su familia hasta un pequeño pueblo costero sin ningún valor estratégico. Su intención es, naturalmente, ponerlos a salvo, pero sin saberlo acabará exponiéndolos a un peligro quizá mayor. 

La familia está compuesta por el propio Maximilian, su esposa Andrea, su hija Alicia de quince años, su hijo Max de trece, y su hija menor Irina, de ocho. Adquieren una casa peculiar, levantada por un excéntrico cirujano llamado Fleischmann, cuya familia tuvo un final trágico: su único hijo se ahogó en la playa, y los padres murieron o desaparecieron poco después en extrañas circunstancias. 

El capitel de la puerta principal de la casa muestra un extraño símbolo cabalístico; una estrella de seis puntas. No muy lejos de esta hay un jardín lleno de maleza en el que se alzan varias estatuas que parecen representar a los clásicos personajes del circo: un forzudo, un domador, una contorsionista…

Paseando por este jardín, extrañamente fascinado por él, Max descubre que todas las estatuas están colocadas siguiendo la misma disposición de los picos y las intersecciones de la estrella de seis puntas de la entrada. En el centro de la estrella, se encuentra la figura de un payaso.

En cuanto se instalan en la casa, encuentran en el sótano una colección de bobinas de cine y un proyector. Tratan de ver una, pero esta no es más que una grabación en la que el portador de la cámara pasea por el jardín de estatuas, llevando el enfoque de una a otra como tratando de indicar algo. 

Max no tarda en hacerse amigo de Roland, el nieto del farero, un chico unos tres o cuatro años mayor que él. Roland le muestra el pueblo y le indica el mejor lugar para bucear: un punto de la costa relativamente cercano a un barco hundido. Él lleva años rescatando objetos de su interior, y su colección de utensilios personales e instrumental náutico constituye un pequeño museo. 

Cuando Alicia conoce también a Roland se establece entre ambos una atracción inmediata. Es algo que ninguno de los dos puede evitar sentir, a pesar que una posible relación entre ellos no parece tener mucho futuro. Debido a la guerra, Roland será llamado a filas en menos de un año. Esto, sin embargo, no es lo peor que les va a pasar. El volver a habitar la casa, el pasear por el jardín de estatuas, el reproducir las bobinas de cine, ha despertado una antigua fuerza maligna que llevaba más de veinte años aletargada. Esa misma fuerza maligna comienza a actuar haciendo que la pequeña Irina ruede por las escaleras de casa y termine hospitalizada. 

A instancias de Roland, su abuelo Víctor, el farero, cuenta a Max y Alicia la verdadera historia de la casa en la que se ha instalado su familia. Siendo él un niño oyó hablar de un misterioso personaje al que la gente se refería como Caín o El Príncipe de la Niebla. Caín concedía deseos a quien se los pidiera, pero a cambio se le quedaba a deber un favor que podía ser cualquier cosa, y que podía reclamar en cualquier momento. Uno de sus amigos pidió un deseo Caín, pero no fue capaz de saldar su deuda con él cuando este a su vez le reclamó que hiciera algo como pago. Al día siguiente su amigo apareció convertido en una estatua de hielo que se derretía lentamente hasta que no quedó nada de él. 

Muchos años después, otro de su amigos recurrió a Caín para que una chica con la que se había obsesionado se enamorara de él. El Príncipe de la Niebla le concedió ese deseo, y también le reclamó luego un pago que este no fue capaz de satisfacer: su primer hijo. Ese otro amigo de Víctor era el Dr. Fleischmann, el constructor y antiguo dueño de la casa en la que ahora viven Max y su familia. 

Cuando Caín, que ya llevaba un largo historial de delitos a su espalda, intentó abandonar el país en un barco, Víctor se coló en este como polizón. Percibió la aparente huida de Caín como un momento de debilidad del que quizá podría aprovecharse para vengarse por el daño causado a sus amigos. Pero no fue necesario; el barco chocó con unos arrecifes y Víctor fue el único superviviente. El barco en cuestión no es otro que aquel del que Roland lleva años pescando recuerdos.

Esto explica algunas cosas a Max, pero no le sirve de mucho. Las manifestaciones de lo que parece ser el fantasma de Caín son cada vez más fuertes y más agresivas, y por algún motivo parecen centrarse en Roland. Tomando forma como una de las estatuas del jardín o como una espectral criatura compuesta de niebla y agua de mar, Caín reaparece una vez y otra para reclamar una antigua deuda que se le dejó impagada. 

Y enfrentados a fuerzas diabólicas de poder creciente y aterrador, es muy poco lo que tres adolescentes por completo normales pueden hacer contra ellas. Este es un libro que no deberías leer si solo te gustan los finales buenos, pero que sí deberías leer si te gustan los buenos finales. Nos han acostumbrado tanto a los finales buenos, en los que los héroes vencen a fuerzas muy superiores incluso cuando esto va contra todo pronóstico, que cuando no sucede así tendemos a rechazar ese final aunque sea el más adecuado. Esta es una historia con un final adecuado y consecuente con lo que se nos ha ido contando hasta ese momento. No es un final bueno, pero sí es un muy buen final, uno magnifico, cargado de fuerza, aunque triste. 

Dejando aparte la historia, que me ha gustado mucho, el verdadero valor del libro está en la narrativa. Los paisajes y personajes están descritos con verdadero cariño. Es muy fácil apegarse a ellos, sentir que formamos parte de esa pequeña pandilla compuesta por Max, Alicia y Roland, y acompañarlos en esa extraña y terrible aventura que viven, con sus momentos buenos y malos. 

Siempre que leo alguna referencia a este libro se dice que es el primero de una trilogía, incluso se venden como "La trilogía de la niebla". Por lo que me ha comentado alguien que los ha leído, los otros libros que componen esa supuesta trilogía no tienen una conexión real con este, ni entre ellos. Aun así los reseñaremos cuando los consigamos. 

Para nuestro próximo punto del reto nos meteremos de cabeza en los sórdidos entresijos de la política con La rebelión de los brujos, de Simon R. Green.

El príncipe de la Niebla. 1993. Carlos Ruiz Zafón. Publicado por Editorial Planeta en 2010.

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