ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS
¡Saludos, vertebrados!
Este es un juego de cartas muy sencillo, pero rápido y entretenido, con una estética a lo Tadeo Jones que nos gusta mucho. El nombre original es Lot n Run (algo así como Saquea y corre). El objetivo es exactamente ese; explorar una pirámide recolectando cuantos tesoros podamos hallar, mientras huimos de la momia guardiana y sus amigos.
Se emplea un solo mazo de cartas que es común a todos los jugadores. Tras barajarlo se divide en dos montones que se dejan en el centro de la mesa uno junto a otro. En nuestro turno, podemos robar una carta de uno de los dos montones, mirarla, y dejarla en nuestro lado de la mesa sin revelarla. Hacer esto es obligatorio si comenzamos el turno sin cartas. Todas las cartas que robamos debemos tenerlas una junto a otra, mostrando el reverso y a la vista de los otros jugadores, aunque podemos consultaras en cualquier momento.
Si comenzamos el turno con cartas podemos simplemente robar una más, o salir de la pirámide con las recolectadas en turnos previos para ponerlas a buen recaudo. En este caso las revelamos todas y puntuamos por los tesoros que estás muestren. Obtenemos un punto por cada tesoro (cada carta muestra entre uno y tres tesoros) y hay un bonificador por tener cartas del mismo tipo de tesoro reveladas a la vez. Hay de seis tipos: estatuillas de oro, cálices con líquidos misteriosos, jarras de cerámica griega, cofrecillos de monedas, budas de jade, y huevos de Fabergé. El primer jugador en totalizar treintaicinco puntos o más por este procedimiento, es el que gana.
Una cosa a destacar es que los reversos de las cartas muestran las puertas de las salas de la pirámide, y hay de tres tipos. Las que muestran una luz roja tienen potencialmente más tesoros, pero también están más vigiladas y es más frecuente encontrarnos monstruos en ellas. Las verdes son lo contrario, salas con menos tesoros y menos vigiladas. Las ámbar son un punto intermedio entre ambas. Esto nos sirve de guía tanto para escoger de un montón u otro según lo mucho o poco que nos queramos arriesgar, como para decidir cuando es más probable que un oponente tenga monstruos entre las cartas que ha recolectado.
Otra acción que podemos llevar a cabo es que la momia y sus amigos (un hombre lobo y un monstruo de Frankenstein) traten de atrapar a uno de nuestros oponentes. Para hacer esto elegimos a un oponente y este debe revelar todas sus cartas acumuladas. Las cartas, además de tesoros, pueden mostrar a alguno de estos monstruos guardianes.
Si en las cartas reveladas por el oponente hay uno o más monstruos, estos recuperan todos los tesoros robados y el oponente los descarta sin puntuar por ellos. Además, por haber llevado a cabo esta acción, obtenemos algún tipo de ventaja por cada clase de monstruo que aparezca, en forma de robar cartas extra, obtener puntos adicionales, o jugar otro turno más.
En lugar de monstruos, algunas cartas contienen amuletos sagrados, que mantienen a raya a los monstruos. Si un adversario nos obliga revelar nuestras cartas acumuladas y entre ellas hay tantos amuletos o más como monstruos (o directamente no hay monstruos) puntuamos por los tesoros igual que si nosotros mismos hubiésemos hecho una acción de salir de la pirámide, con lo que nos ahorramos ese trabajo.
Y básicamente eso es todo. Hay alguna cosa más para acabar de ajustar el juego según el número de participantes, pero nada importante. Las partidas son cortas, de unos quince o veinte minutos, y las ilustraciones tienen buenos detalles. En una de las salas, por ejemplo, vemos una escoba apoyada contra la pared (lo malo de vivir en el desierto es el polvo que acumula todo😅) y en otra asoma un tentáculo entre las columnas. Vemos la silueta de un Volkswagen escarabajo entre los jeroglíficos de los muros (bueno... los escarabajos eran sagrados en Egipto ¿no?😅), el monstruo de Frankenstein lleva una camiseta de Pink Floyd, y cosas así.
Loot n run. 2016. Christian Lemay (reglamento) Nils (ilustraciones). De dos a seis jugadores a aprtir de ocho años. Scorpion Masque.
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