EL GRAN BAZAR
Bienvenidos una vez más a nuestro bazar de cachivaches y curiosidades, amigos coleccionistas.
Aprovechando que hoy es el Día Internacional de los Bosques, queremos presentaros este objeto que nuestro Supervisor General se trajo de uno de sus viajes a África. Allí se lo conoce como “el automático”, y se trata de un ingenioso trípode para sostener un plato y comer de él.
Está fabricado en madera y no requiere más industria para producirlo que un cuchillo, un trozo de madera, paciencia y experiencia. Contaminación cero tanto en su producción como en su uso, y también al desecharlo cuando ya no sirva. Algo raro hoy en día.
Vamos por partes. “El automático” se compone de cuatro piezas. Un plato o cuenco, dos cubiertos, y “el automático” en sí. Esto se vende a los turistas como un adorno o recuerdo pero muchas tribus de África todavía lo utilizan como algo cotidiano. Es un conjunto de útiles que se emplean para comer con mayor comodidad estando sentado en el suelo.
El cuenco y los cubiertos (todo tallado en madera) no necesitan más explicación. El primero sirve para colocar en él tu porción de la comida. Los cubiertos son muy grandes porque se emplean los mismos tanto para servir la comida en el cuenco como para tomarla de este. Debido a ello las cabezas de los cubiertos son demasiado grandes para metérselas en la boca y hay que picotear de sus bordes.
La idea es comer sentado en el suelo, así que para tener un acceso más cómodo al plato sin necesidad de estar sosteniéndolo todo el tiempo, se coloca sobre “el automático”. Este no es otra cosa que un trípode que al desplegarlo queda de forma que el cuenco puede encajarse en la parte superior, adornada con pequeños elefantes cuyos colmillos son fragmentos de hueso afilados incrustados en la talla.
La gracia (y lo asombroso) del asunto, es que las tres patas del trípode están talladas a partir de un solo taco de madera. No se tallan por separado y luego se enganchan unas a otras con piezas adicionales, sino que las piezas se tallan de forma que siguen unidas en todo momento. Esto se logra tallando la madera creando los huecos necesarios entre las tres patas para darles movilidad y holgura.
No estoy seguro de estar explicándome bien, pero creo que puede apreciarse en las fotos: las tres piezas están entrelazadas unas a otras como eslabones de cadena, sin tener ninguna parte cortada, pegada o añadida, de forma que pueden plegarse y extenderse con facilidad. Al mismo tiempo cada pata limita a las otras de modo que no pueden separarse más allá de un cierto punto que es lo que hace que se mantenga en pie, y tengan la apertura necesaria para sostener el plato.
Muy ingenioso, a mi parecer.
Puedes ver otro objeto tallado en madera (y también de origen africano) pulsando aquí.
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