EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, bárbaros lectores.
Esta es la quinta aventura de Conan el bárbaro, basada en esta ocasión no en un relato sino en un poema de Robert E. Howard, titulado La hora de Zukala.
Conan sigue en Zamora, quizá reacio a marcharse de esa provincia sin haber sacado algún beneficio de su paso por ella, tras su improductivo asalto a la Torre del Elefante. Mientras deambula por el mercado de otra de las poblaciones zamoranas, contempla como el atardecer da paso a la noche de forma brusca, lo cual pone en desbandada a todos los presentes.
Conan retiene a un comerciante lo suficiente para que este le explique lo que está ocurriendo. Al parecer, un poderoso brujo llamado Zukala se ha enseñoreado del pueblo y exige a sus habitantes un tributo anual en oro a cambio de no castigarlos.
Una tigresa de fuerza desproporcionada aparece de pronto, partiendo en pedazos un carro de madera de un solo zarpazo. Es Zephra, la hija de Zukala, a la que este ha enviado a cobrar el tributo y tiene el poder de cambiar entre sus formas humana y felina a voluntad. La tigresa se abalanza sobre una mujer y su hijo que no han logrado huir a tiempo, y Conan salta en su defensa. La tigresa derrota al bárbaro con su mero peso, pero cuando se dispone a matarlo parece fijarse en su rostro y abandona el lugar repentinamente.
Al darse cuenta que hay entre ellos alguien con valor suficiente para enfrentarse a Zukala, los aldeanos hacen a Conan una propuesta: si mata a Zukala, le entregarán a él una cantidad de oro equivalente a la que el brujo les exige como tributo anual.
Conan acepta y se interna en la guarida de Zukala, donde contempla absorto como este invoca a un gigantesco demonio. Conan es todavía joven en está etapa, y aún se deja impresionar por estas cosas. El demonio es enviado por Zukala al pueblo, a reclamar el tributo que su hija no fue capaz de traerle. Mientras esto ocurre, Zephra (en su forma humana) aparece tras Conan y se lo lleva aparte. Le revela tener otro poder, el de ver su propio futuro. Y en su futuro se ha visto a si misma perdidamente enamorada de Conan, a ambos viviendo juntos durante largo tiempo, y a Conan sosteniendo un hacha ensangrentada junto a su cadáver. Zephra sabe por tanto que Conan la amará pero también que la matará si ella no hace nada por evitar ese futuro. Y decide no hacerlo, puesto que ya está enamorada de Conan. En realidad acaba de encontrarse con él, pero debido a sus visiones hace mucho tiempo que "lo conoce" y que contempla como será esa relación entre ambos. Aunque vaya a terminar con su muerte a manos de Conan, no hace nada por el evitar ese destino, por todo lo que habrá de vivir con él antes de llegar a ese punto.
Zukala aparece entonces ante ellos y ataca a Conan lanzándole rayos de fuego. El brujo oculta su cabeza bajo un extraño casco de metal y energía que es la fuente de sus poderes, y que Conan logra averiar con un golpe de su espada. Cuando se dispone a acabar con el brujo, el demonio que este había invocado regresa, llevando en sus garras unas bolsas con el oro del tributo. Zukala le ordena al demonio matar a Conan, pero Zephra, que ha adoptado su forma de tigresa, se lanza contra este. Esto da inicio a un confuso combate en el que el propio Zukala termina por desinvocar al demonio cuando éste deja malherida a su hija. A continuación recoge a Zephra del suelo y desaparece con ella, no sin antes lanzar a Conan una última amenaza.
Conan se queda solo en la guarida del brujo. Se fija en que el demonio, a su llegada, dejó caer las bolsas de oro arrebatadas a los aldeanos. Las recoge y se las lleva, considerando que al menos en parte ha complido con el trabajo que estos le encomendaron. Después de todo Shadizar, la capital del vicio, no queda lejos. Y en una ciudad como esa, el joven bárbaro sabrá dar buena cuenta del botín
En este punto las historias de Conan el bárbaro se alejan de los elementos de tecnología anacrónica o ciencia ficción tan presentes en números anteriores, como el “ordenador” cristalino de La llegada de Conan, la ciudad subterránea con iluminación eléctrica de La guarida de los hombres bestia, el alienígena de La Torre del Elefante, o el propio casco que emplea Zukala, de estilo futurista y que emite crepitantes arcos de energía. Casi al final de la aventura Zukala comenta de pasada que él y su hija son todo lo que queda de una antigua raza. El casco que emplea podría tratarse, por tanto, de algún resto de alta tecnología remanente de una avanzada era anterior a la de Conan.
En los siguientes números entraremos en una etapa menos ambigua, donde lo que se nos describe como magia se nos presenta realmente como magia, y que sinceramente creo que casa mucho mejor con el personaje.
Puedes ver la reseña de una aventura posterior pulsando aquí.
Zukala's Daughter. 1970. Roy Thomas (guion) Barry Smith (dibujo). Conan the barbarian Tomo 1, nº 5. Publicado en 2018 por Editorial Planeta S.A.
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