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martes, 19 de diciembre de 2023

LA MOMIA QUE NO QUERÍA MORIR

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, incansables pasapáginas.

El cuarto librojuego de la colección Elige tu propio escalofrío va de momias. No tiene lugar en Egipto (no la mayor parte, al menos) sino en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Tomaremos el papel de una adolescente que visita el museo junto a sus amigos, los hermanos Kate y Josh. 

Tras una visita rutinaria al museo, una vez ya fuera, Josh descubre en su bolsillo uno de los amuletos que vimos en las vitrinas, un escarabajo de oro macizo. Los tres volvemos al museo para devolverlo, aunque ya es casi la hora del cierre. De hecho, mientras nos decidimos entre llevarle el amuleto al conservador del museo o devolverlo personalmente a su vitrina, los guardias nocturnos cierran las puertas del museo, dejándonos encerrados en el lugar. 

El gran problema es que nadie parece ser quien aparenta. El que nos dice ser director del museo es un farsante que está tratando de robar ese amuleto, los guardias de seguridad son también ladrones disfrazados que obedecen al falso director con un servilismo sectario, las momias que pasean de un lado a otro son policías disfrazados, y entre ellos hay al parecer una momia viviente genuina (y su gato) que tratan de atrapar a los ladrones del amuleto por su cuenta. Incluso nosotros mismos puede que no seamos quien creemos ser, porque alguno de los artefactos del museo puede hacernos viajar en el tiempo hasta el antiguo Egipto. Concretamente, a una vida anterior donde podremos tanto terminar nuestros días siendo cantera como acceder a la ultravida convertida en una semidiosa, mientras miles de años después nuestra propia momia es exhibida en el museo.

Es un librojuego bastante fácil. De los doce finales posibles, hay diez en los que la policía, la momia viviente, o nosotros mismos derrotamos a los ladrones y terminamos sanos y salvos, y puede que hasta convertidos en los héroes del día a ojos de la prensa. De los otros dos finales, solo hay uno realmente malo, en el que una gran piedra nos aplasta. Y otro ambiguo en el que nos vemos obligados por las circunstancias a perder el contacto con nuestra familia y cambiar de vida, pero a una vida relativamente cómoda y feliz

El título de La momia que no quería morir es engañoso, porque la momia real que podemos (o no) encontrarnos durante nuestro periplo por el museo estaba muy tranquila en el Mas Allá, y solo vuelve a la vida para tratar de recuperar su amuleto. ¡Lo que no quería la momia era volver a vivir! Pero puede que el titulo sea un pequeño homenaje a la película de 1962 El cerebro que no quería morir, que trata precisamente sobre un cerebro separado de su cuerpo que sí quiere morir, pero no se lo permiten. 

Puedes ver otro librojuego de esta colección pulsando aquí.

The mummy who wouldn´t die. 1996. E. A. M. Jakab (texto) Bill Schmidt (Ilustraciones) Elige tu propio escalofrío nº 4. Publicado en 1997 por Timun Mas.   

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