Comunicado del Supervisor General.
El 20 de septiembre de 1519 cinco barcos zarparon del puerto de Sanlúcar de Barrameda. Tres años después, uno de ellos logró regresar al punto de partida. En él se agrupaban los maltrechos supervivientes de las cinco tripulaciones originales: tan solo dieciocho hombres, de los cerca de doscientos cuarenta que se hicieron a la mar.
Tormentas, enemigos, motines, riñas, deserciones, accidentes, piratas, indígenas, desnutrición y enfermedades acabaron poco a poco con el resto de la expedición, incluido su capitán Fernando de Magallanes. La primera vuelta al mundo había sido completada a un alto coste.
Los marinos españoles que lograron terminar el viaje bajo el mando de Juan Sebastián Elcano, demostraron con mapas, medidas y datos geográficos y astronómicos que la Tierra era realmente esférica. El nombre de esta primera embarcación que circunnavegó el planeta había resultado ser profético: la Victoria.
Ayer, junto a un pequeño grupo de seres y criaturas extrañas (incluyendo algunos humanos) tuve la ocasión de visitar la nao Victoria en el puerto de Cartagena (Murcia).
No se trata de la misma Victoria, obviamente, sino de una réplica hecha en 1991 ciñéndose a los materiales, técnicas de construcción y planos del siglo XVI.
El barco puede no ser el original, pero sí contiene muchas piezas de la época que son auténticas antigüedades, como falconetes, espadas, jarras, o cofres. Otras piezas son réplicas, y mezcladas entre unas y otras nos encontramos con algunas cosas claramente modernas, como aros salvavidas de plástico, luces eléctricas o camas. Estos elementos están allí porque el barco cuenta con una tripulación encargada de llevarlo de un puerto a otro.
Este pequeño museo flotante, actualmente amarrado al paseo marítimo de Cartagena, se puede visitar allí hasta el próximo 10 de diciembre. Luego pasará consecutivamente por Valencia (15 al 24 de diciembre), Barcelona (29 de diciembre al 7 de enero), Málaga (12 al 21 de enero), Cádiz (26 de enero al 4 de febrero) y finalmente Sevilla (9 al 18 de febrero).
Editado 28-12-2023: al parecer este plan de ruta ha cambiado desde que publicamos la reseña. Los que estén interesados en visitar la Victoria deberían consultar puertos y horarios actualizados en la web oficial de la Fundación Nao Victoria pulsando aquí.
Las fechas son aproximadas porque no se lleva de un puerto a otro remolcándola con un buque a motor. Una dotación de diez hombres la lleva a vela hasta el siguiente amarre, estando expuestos a posibles retrasos por el clima.
La entrada tiene un precio de 3 € para niños, 6 € para adultos, y 15 € para familias (dos adultos y dos niños, independientemente de si tienen parentesco real entre ellos). Este dinero se emplea para el mantenimiento del barco. También aceptan propinas para café y grog.
Os recomendamos que vayáis a visitarla si tenéis la oportunidad de hacerlo… y aprovechad que subís a bordo para tratar de imaginar el sacrificio que supuso para su tripulación el estar tres larguísimos años navegando por aguas desconocidas a bordo de ella, viendo morir continuamente a sus compañeros y sin saber si algún día podrían volver a sus casas, con sus familias.
Y por cierto ¿alguna vez le habéis dicho a alguien "que se vaya al carajo"? Muy bien, pues esto es el carajo. Se lo conoce también como nido de cuervo o cofa, y es el puesto que ocupaba el vigía.
Era el punto más alto del barco, y necesitaba ser cubierto continuamente incluso en medio de los más fuertes oleajes y tormentas. Esto lo convertía en el lugar más peligroso a bordo, el que más se movía y en el que se estaba más expuesto a accidentes e inclemencias del tiempo. De ahí que enviar o mandar a alguien al carajo (a cumplir su turno de vigilancia en la cofa) terminó convirtiéndose con el paso del tiempo en sinónimo de enviarlo al peor lugar posible.
Por curiosidad, ¿ha conservado la historia el nombre del vigía, o alguno de los vigías, que ocupaba el susodicho carajo? Lo pregunto porque hace poco, en un grupo de admiradores de Francisco Ibáñez, alguien contó que, si le proporcionan las descripciones de sus personajes a una inteligencia artificial, esta los hace a todos tremendamente atractivos, incluso a Ofelia. Alguien comentó: "Seguro que si le describen a Rompetechos, lo hace alto y hercúleo", y yo añadí: "Y con la vista de Rodrigo de Triana". Esta broma me hizo caer en la cuenta de que, aunque muchos nombres de exploradores y navegantes de los siglos XV y XVI han pasado a la cultura general, Rodrigo de Triana es el único vigía que puedo nombrar de memoria.
ResponderEliminarEl puesto de vigía era rotativo, y salvo que algún tripulante fuera especialmente cegato (cual Rompetechos) todos los marineros pasaban por él como parte de sus quehaceres diarios. Generalmente cuando se avistaba alguna tierra ignota el nombre del vigía que había en ese momento no se registraba en el cuaderno de bitácora, o el capitán se atribuía el descubrimiento a sí mismo. El caso de Rodrigo de Triana es una notable excepción.
EliminarLa nao y la exposición que la acompaña estuvo en Sevilla unas navidades y fui con los niños y los sobrinos. Me hubiera gustado quedarme más tiempo en la parte de museo, pero fue imposible. Allí estaban los listados de todos los marinos con sus nacionalidades y sus edades, pero no recuerdo que cada uno tuviera su puesto asignado. Además coincidió que estaba allí la "jefa" instruyendo a unos cuantos jóvenes que iban a hacer de guías y hablaba muy bien y contaba cosas superinteresantes. Creo que fue una de las que alrededor de 2004 dio la vuelta al mundo en el barco siguiendo la ruta de Magallanes y Elcano. Curiosamente conozco a otro que también estuvo en ese viaje. La replica de entonces fue la que se hizo para la Expo de 1992 y que volcó tal cual se botó, después la arreglaron y la visité mil veces durante los seis meses que duró el evento. La nao esta que hablas es una nueva réplica. Saludos, Juan
EliminarLos puestos no estaban asignados porque salvo algunos casos (capitán, oficiales, médico, cocinero, y contable) el resto de los marineros iban rotando sus funciones entre vigía, mozo de cubierta, mantenimiento, limpieza, señalero, sastre, sondaleza, artillero... simplemente los puestos iban cambiando para adaptarse a lo que hubiera que hacer en ese momento. El de vigía era probablemente el menos deseado, de ahí que decirle a alguien que se fuera "al carajo" (la cofa) o "a la verga" (el mástil) se terminó convirtiendo en una forma de desearle algo malo.
EliminarLo de que ubo uno que se volcó no lo sabía. Uno de los que estaban a bordo recibiendo a los visitantes nos dijo que esa réplica se fabricó en el 91. Puede que se fabricasen varias a la vez, o quizá simplemente confundió las fechas, no se.
¡Hola Supervisor! Quería hacerte una pregunta: ¿de dónde sacaste las fechas del tour? Porque he mirado ya un par de veces la página fundacionnaovictoria.org para ver fechas y comprar entradas y pone que está en Almería del 29 de diciembre al 7 de enero y no aparece ninguna ciudad más. ¿Es esa la página?
ResponderEliminarNo, la información la saqué de una foto que hice allí mismo, donde vendían las entradas. No la conservo, porque en cuanto transcribí los horarios la borré. Puede que tuvieran que cambiar los puertos y fechas para acomodarlos a otros actos o por algún imprevisto, no se. Pero ya que avisas de esto, lo indico en la reseña para que nadie se confíe demasiado de lo que pongo ahí. Entiendo que lo que se indique en la página oficial de la fundación estará actualizado.
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