LA DESPENSA
¡Saludos, hambrientos y hambrientas!
Ya casi a la hora del cierre (hoy hemos estado liados) os presento esta bonita lata de caramelos que se vendía Más Allá de los ochenta. ¡Es tanto una curiosidad como una antigüedad! Se trata de la típica cajita de hojalata que en su momento se compraba por la moda y acababa conservándose para guardar botones o monedas.
La tapa (fijaos en la depresión te tiene a la derecha para facilitar la apertura) nos muestra a Slimer. Se le conoce también como Moquete, Babosete, Pegajoso o Viscosito, dependiendo de a quien le preguntes. Es el primero de los fantasmas que los protagonistas de la película Los Cazafantasmas de 1984 lograban atrapar, aunque con el tiempo se convirtió en uno más del equipo.
Como podemos ver, en la tapa se indica también The Real Ghostbusters, el nombre que recibió la serie de TV de 1986 para distinguirla de The Original Ghostbusters de Filmation, una serie de imagen real de 1975 que también tuvo su correspondiente serie animada.
Cual de estas dos series merecería más el título de The Real Ghostbusters es algo que daría para un largo debate, acaloradas disputas, y probablemente uno de esos duelos de ponerse espalda contra espalda, andar diez pasos y girarse a disparar. Pero el duelo habría que hacerlo con mochilas de protones, y los daños colaterales que provocan estos equipos suelen ser considerables.
Si no recuerdo mal (que podría ser, ya que hace algo así como treinta y siete años que nos los terminamos) los caramelos tenían forma de moras y eran lógicamente de color morado. Lo que vendía el producto en realidad era la caja, así que lo que el vendedor metiera dentro era lo de menos.
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