¡ATRÁPAME, SI PUEDES!

 EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS                                                                                 ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                              

                                             Presentado por… el profesor Plot.

 

Saludos, ávidos lectores.

Parece que estamos a 14 de febrero otra vez. ¡San Valentín, el día de los enamorados! Como siempre se ha dicho que la poesía es el lenguaje del amor decidí dar otra oportunidad a uno de los escasos libros de poesía que tengo por ahí, un género que no me entusiasma. La mayoría de la poesía que he leído me ha parecido muy pretenciosa, pero de vez en cuando me topo con algo que me llama la atención.

Ayer pillé uno de los libritos de poesía que tenía por ahí medio olvidados y resulta que me gustó. Lo encontré en un mercadillo, muy machacado, y pese a que no me gusta especialmente la poesía me lo llevé como parte de un lote. No son poesías de amor, con lo que no termina de encajar con el día, pero ya que lo he leído lo reseño igual.

Se trata de ¡Atrápame, si puedes! un conjunto de poesías infantiles de Michael Rosen en la que se nos muestra la forma de entender el mundo (o su forma de no entenderlo) de varios niños y sus problemas y sueños cotidianos. Me ha gustado más de lo que esperaba, quizá porque al estar dirigido a niños pequeños las rimas no pretenden ser trascendentales ni profundas, sino simplemente sonar raras y divertidas. 

El texto está acompañado de montones de ilustraciones de Quentin Blake, un ilustrador habitual de libros de cuentos que tampoco es santo de mi devoción, pero que hace aquí un trabajo notablemente mejor a los de los otros libros ilustrados por él que he tenido oportunidad de leer.

Esto puede deberse a que, ya desde el principio, este libro se planteó como un trabajo conjunto entre escritor e ilustrador. Michael Rosen se puso en contacto con Quentin Blake para un proyecto que tenía en mente. En lugar de escribir las rimas y luego buscar un ilustrador que se ciñera a ellas, le contó a Blake de que trataría cada una, y fueron creando a la par textos y dibujos, de forma que se amoldaran unos a otros. 

Esto hace que haya ocasiones en que el texto no tenga sentido sin el apoyo de las imágenes, y que a la vez las imágenes por si solas tampoco digan gran cosa. No ocurre siempre, porque también hay imágenes auto explicativas y rimas perfectamente coherentes por si solas, pero me parece una iniciativa interesante.  

La contraportada del libro lo describe como “Historias de risa contadas sin prisa: de un perro amarillo caradura y pillo, de un ogro que asusta pero que nos gusta, de dos charlatanas de pelo teñido que nadie comprende por donde se han ido, y de otras mil cosas igual de asombrosas".

¿Una sinopsis rimada de un libro de rimas? Esta es una presentación mucho mejor que la que yo mismo me veo capaz de hacer, así que no añadiré nada más a lo dicho aunque escriba por capricho. Pues ya sea con los dedos en el teclado o con un viejo lápiz en la mano, cuando las palabras asoman como gusano de manzana, puede decirse que la poesía gana. Os dejo ya, que me estoy enredando, y quizá en San Valentín alguien más os está esperando. Nos veremos otro día, aunque ya será sin poesía. Cambiaremos a un tema mas serio, como una plaga de zombis en el cementerio. ¿O quizá alguna historia de ciencia ficción? ¡Dejaremos que nos guie la improvisación!

Catch Me If You Can. 1983. Michael Rosen (texto) Quentin Blake (ilustraciones). Publicado en 2010 por Ediciones Altea.