EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!

¡Saludos, amigos cinéfagos!
Hace mucho que no reseñamos una película, así que hoy hemos desempolvado esta para darle un vistazo. Se trata de Misil a la Luna, distribuida también como Invasión a la Luna. Es un remake de otra que ya comentamos aquí, la de Las mujeres gato de la Luna. Al final de este artículo os pondremos un enlace, por si queréis repasar esa otra reseña y comparar una versión con otra.
Si bien esta película toma la historia base de la anterior, cambia muchas cosas para orientarla más a la aventura: más monstruos, más conflicto de grupo, más muertes, y selenitas más livianamente vestidas. El grupo inicial es más variado. Está compuesto por los profesores Dirk y Steve, que han construido por su propia cuenta un cohete espacial en el jardín de la casa de uno de ellos. Los acompañan June (la novia de Steve) y los delincuentes juveniles Gary y Lon. De todos estos, solo el profesor Dirk emprende el viaje voluntariamente. Gary y Lon habían llegado hasta el cohete tras fugarse de prisión y les pareció un buen sitio en el que esconderse. Dirk los descubre allí y los convence (a punta de pistola) para que le acompañen en su viaje a la Luna, que el gobierno no se decide a autorizar. Por su parte, Steve y June suben también al cohete al notar actividad inusual en este, justo antes que Dirk lo haga despegar. Y así es como con cinco personas a bordo, cuatro de ellas de forma accidental, el cohete parte hacia la Luna.
Una lluvia de meteoritos provoca que una batería de camión que había sobre una estantería (no tenían presupuesto para aparatos que parecieran realmente futuristas) caiga sobre la cabeza de Dirk, matándolo poco después. En su breve agonía, Dirk entrega un medallón de oro a Steve y parece disculparse con una tal Lido. También le insiste a Steve en que aterrice en unas coordenadas concretas de la Luna.
Una vez en la Luna, los cuatro salen a explorarla a pie en trajes espaciales. En realidad lo que llevan son trajes de piloto de caza, pero no vamos a quejarnos por detallitos como esos. Menos aún cuando en la misma escena la película aporta una idea interesante: los personajes deben desplazarse siempre por las áreas de sombra, ya que en la Luna, al no tener atmosfera, la luz solar directa es tan intensa que los calcinaría en segundos si se expusieran a ella. Esta idea algo retocada la veríamos desarrollada en todo su esplendor en Las crónicas de Riddick (2004) en la escena del planeta Crematoria en la que un grupo de fugados debe correr huyendo de la letal luz del amanecer.
La explicación de porqué deben evitar las zonas soleadas viene acompañada de una consecuencia lógica de esta condición ambiental: la adaptación a ella de unos seres vivos. Se trata de humanoides con aspecto de rocas que son los únicos capaces de resistir la radiación solar sin perecer. Varios de estos seres se desgranan de los muros de roca ante sus ojos y se lanzan a perseguirlos… con una lentitud extrema, equiparable a la de los zombis setenteros.
El grupo lleva con ellos dos pistolas, pero estas son inefectivas contra la dura piel de las criaturas. Buscando tanto el modo de evitar a estos hombres de piedra como a la luz del sol, el grupo se oculta en una cueva, donde encuentran antorchas encendidas, prueba de una forma de vida superior. Cometen la torpeza de despojarse de sus trajes espaciales ante la presencia de oxígeno, evidenciada por las llamas de las antorchas. Entonces un gas narcótico llena la cueva y cuando despiertan descubren que han sido llevados a un lujoso palacio.
Allí, una mujer ciega de unos cincuenta años, que luce una recargada corona se presenta como Lido, que es al a vez nombre y cargo. La Lido es la reina de la Luna, y toda aquella que se convierte en Lido pierde su antiguo nombre para pasar a ser la nueva Lido. Esta les da la bienvenida a su reino y llama a una docena de bellas sirvientas de amplias sonrisas que llegan portando bandejas de frutas y dulces para los invitados. Aunque todo parece estar delicioso, el hambre se les pasa de golpe cuando la Lido comenta que todos esos alimentos fueron producidos antes de que ella naciera. Su sistema de conservación de la comida es admirable, desde luego, pero esto también nos sugiere que puedan estar alimentándose a base de una reserva de productos que en la actualidad ya no son capaces de producir para comerlos frescos.
Una de las sirvientas reconoce el medallón que Steve porta al cuello e informa a la Lido, que solicita hablar en privado con él. Una vez solos, Lido le habla a Steve confundiéndolo con Dirk, y nos enteramos que Dirk era un habitante de la Luna que fue enviado a la Tierra veinte años atrás para comprobar la viabilidad de habitar ese planeta. La Luna se está muriendo. El oxígeno desaparece poco a poco, y ya solo queda el que permanece en ese palacio y el que se extiende desde este a las cuevas circundantes. Durante la ausencia de Dirk, los pocos hombres que quedaban en la Luna han muerto, y ahora les toca el turno a las mujeres. Steve comprende que la confusión se debe a que lleva al cuello el amuleto que le entregó Dirk, y considera más prudente seguirle el juego a Lido mientras ve el modo de salir de ese enredo.
La que no está dispuesta a seguirle el juego a las selenitas, es June. Dirk era el prometido de Alfa, la segunda al mando de Lido. Alfa está ansiosa por casarse con él, y cuando June la ve poniéndose romanticona con su novio hace saltar la tapadera de Steve.
Viendo que las cosas se ponen tensas, el grupo de terrestres trata de volver a la nave a través de las cuevas, pero Lido libera entonces a las criaturas de las tinieblas: las arañas gigantes que vimos en la primera película, un tanto modificadas.
A todo esto, Gary (que aquí hace el papel que tenía Walters en la primera) ya estaba en las cuevas, acompañado por Lambda, una selenita que ha quedado prendada de él. Lambda estaba mostrando a Gary los enormes yacimientos de diamantes de las cuevas, que para ellas no tienen ningún valor, y que Gary quiere llevarse a la Tierra para ser rico. La araña gigante liberada por la Lido se encuentra con el grupo y devora a Lambda ante la atónita mirada de los demás. Luego estos se ven forzados a volver al palacio como prisioneros, puesto que las mujeres han escondido sus trajes de astronauta y sin ellos no pueden regresar hasta la nave.
Entretanto, Alfa ha asesinado a Lido y se ha convertido en la nueva Lido. En esta versión las selenitas también tienen poderes mentales, y el nivel que tengan de estos es lo que establece la jerarquía entre ellas. La antigua Lido lo era por ser la que tenía la mente más poderosa, y Alfa era la segunda al mando por la misma razón. Su poderes en este caso afectan a los hombres además de a las mujeres, y Alfa (seguiré refiriéndome a ella así aunque ahora se llame Lido, para tener claro de quien hablamos) emplea su poder mental en Steve para someterlo a su voluntad y casarse con él. También ordena que June sea atada a un poste en la cueva de las arañas para que se la coman. Gary y Lou simplemente están resignados a permanecer allí para siempre, ya que no saben manejar la nave lo bastante como para irse ellos solos sin la dirección de Steve.
La que salva la situación es Zema, otra de las sirvientas selenitas que se ha enamorado de Lou. A escondidas les revela donde están ocultos sus trajes espaciales y les entrega unos explosivos similares a granadas para que se defiendan de los seres de piedra cuando salgan al exterior. Mientras el par de delincuentes juveniles se meten brevemente en el papel de héroes, recuperando sus trajes y pistolas y salvando a June de la araña, Zema se enfrenta directamente a Alfa.
Además de la escena del amanecer en Crematoria de Las Crónicas de Riddick, es posible que las cejas vulcanianas del Sr. Spock en Star Trek también deban algo a esta película.
Las mentes de una y otra chocan, y aparentemente los poderes mentales de la humilde Zema se ven potenciados por el amor que siente hacia Lou. Esto la capacita para romper el control mental que Alfa mantenía sobre Steve, permitiendo que se una a los demás en las cuevas. Entonces, puesto que su poder se debilita por momentos y parece que finalmente Alfa va a imponerse a ella, Zema detona otra granada contra una de las ventanas selladas que dan al exterior. El grueso cristal estalla y la atmosfera contenida en el palacio escapa rápidamente, condenando a muerte a todas las selenitas que quedaban, ella misma incluida.
En las cuevas, los terrícolas sobreviven a la pérdida total del aire porque ya se habían puesto los trajes espaciales. Salen al exterior y se abren paso entre los seres de roca con las granadas que les dio Zema. Pero Gary se retrasa para llenar de diamantes un par de sacos, que insiste en llevarse con él. Esto le hace salir de las cuevas separado del resto e ir mucho más despacio que los demás, y eventualmente los lentos seres de roca lo cercan. Retrocediendo de espaldas para evitarlos, Gary entra sin darse cuenta en una de las zonas que reciben luz directa del Sol, y queda incinerado al instante. Después de haber sugerido que esto podría pasar al inicio de la película, era de recibo que se nos mostrara al final.
Steve, June y Lou llegan hasta la nave y despegan rumbo a la Tierra, dejando tras de si una Luna aún mas despoblada de la que encontraron y una película que sin ser una maravilla sí resulta bastante entretenida. Personalmente creo que para estar rodada y editada únicamente en seis días, no les quedó nada mal.
En los títulos de crédito podemos ver que todas las extra que hicieron de selenitas se contrataron entre ganadoras de concursos de belleza. Ignoro si eso se hizo para promocionar la película o para promocionarlas a ellas, pero en ninguno de los dos casos funcionó muy bien. Ni las mises hicieron carrera en el cine después de esto ni la película alcanzó el renombre que ha llegado a tener su primera versión (a cuya reseña, por cierto, podéis dar un vistazo pulsando aquí).
Missile to the Moon. 1958. H. E. Barrie, Vincent Fotre (guion) Richard E. Cunha (director). Richard Travis, Tommy Cook, Gary Clarke (actores principales) Cathy Downs, Katherine Stevens, Nina Bara (actrices principales). Layton Film Productions. Editada en DVD en 2009 por L´atelier 13.
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