LAS MUJERES GATO DE LA LUNA

 EL ORÁCULO DE LAS VISIONES                                                                                     ¡ALERTA DE EXPOILERZ!                                                                                                                                                                                       

Presentado por... Pecky.
 

¡Hola, amigos cinéfagos!

¡Buenas noticias, terrícolas! ¡Al parecer ha llegado el día de enviar vuestro primer cohete a la Luna! Seguro que os estáis preguntando que encontrareis allí. ¿Una roca sin vida? ¿Una sociedad de mujeres gato lunares? ¡Hay tantas posibilidades! Veamos que es al final.

El primer cohete tripulado a la Luna transporta hacia el blanco satélite cuatro hombres (el comandante Grainger, el rudo y gruñón Kip, el codicioso Walters y el ingenuo Doug) y una mujer (Helen). Los únicos personajes realmente importantes son Kip y Helen, pero Walters es el más divertido. Lejos de estar emocionado por la trascendencia del asunto a nivel científico, lo está enfocando desde el punto de vista económico. Cuando se les da a todos la oportunidad de dirigir unas palabras en directo a toda la gente de la Tierra que les están escuchando, Walters aprovecha ese breve comunicado para alabar el buen rendimiento de los aceites para motor que emplea el cohete… porque la empresa que los fabrica le ha pagado para que les haga publicidad. 

Tras algunos problemillas típicos durante el viaje, como un impacto de meteorito, un escape de tal o cual gas tóxico, y esas cosas que a todos nos han pasado alguna vez viajando por el espacio, la nave logra llegar a la Luna.

Helen insiste en aterrizar en la cara oculta en lugar de en la visible como estaba previsto. Algo que no puede explicar más que como una corazonada le impulsa a hacerlo así. Una vez alunizan, Helen les guía también hasta una cueva concreta que, simplemente, sabía que estaba allí de algún modo. En el interior de esa cueva descubren que a partir de cierta profundidad hay atmósfera y pueden quitarse los trajes. Encantados con esto, todos se despojan de sus trajes espaciales y los dejan en la cueva mientras continúan adentrándose en ella, con la intención de recogerlos a la vuelta para regresar a la nave. 

La cueva resulta estar habitada por... esto... terroríficas arañas gigantes, que afortunadamente les atacan de una en una. Solo había presupuesto para una marioneta de araña, así que de todos modos no podían meter a más de una en pantalla. También vemos como una sombra de formas femeninas parece acecharles. 

Cuando deciden que las arañas gigantes no son buena compañía y tratan de regresar a la nave, descubren que alguien se ha llevado sus trajes espaciales. Al no poder salir de la cueva, optan por adentrarse más en ella.    

La gruta lleva hasta una enorme caverna natural. La atmósfera se condensa en su interior, dando al techo el aspecto de un cielo nuboso. Allí se alza un gran palacio que a primera vista parece deshabitado. Repentinamente son atacados por unas mujeres vestidas y peinadas todas igual, como calcos unas de otras. Y a pesar de lo que el título de la película sugiere, las selenitas no tienen nada que ver con gatos. El nombre viene por sus ajustados uniformes y sutiles andares, que les dan un cierto aire felino.

En realidad el ataque es solo una distracción. Su objetivo es mantener ocupados a los hombres mientras la líder, Alpha, toma control mental de Helen. Alpha y las otras selenitas tienen capacidades telepáticas, pero estas solo afectan a las mujeres. Alpha explica a Helen que fueron ellas las que, desde la Luna, aumentaron su capacidad cerebral y sus conocimientos cuando aún estaba en la Tierra para que lograra formar parte del programa espacial y fuera incluida en la tripulación, cosa que habría sido incapaz de lograr por méritos propios. Que la empoderaron, vaya. Hicieron esto porque necesitaban al menos una mujer en la tripulación para poder tener un control más directo sobre esta. 

Con su mente controlada por la de Alpha, Helen comienza a conspirar contra sus compañeros. Usándola como intermediaria, las selenitas se presentan ante los terrestres ahora de buenas maneras, haciéndose pasar por amigables y serviciales. Los terrestres se fijan en que no hay hombres entre ellas y las interrogan al respecto, pero sus respuestas son esquivas. 

La realidad es que el ecosistema de la Luna está degradándose, perdiendo poco a poco el oxígeno, que ya se ha reducido al condensado en esa cueva. Siendo la suya una sociedad matriarcal, totalmente controlada por las mujeres, estas decidieron que sería una buena idea reducir el consumo de oxígeno… matando a todos los hombres. 

A consecuencia de ello (además de no solucionar el problema del cambio climático atmosférico) su población ya no se reproduce, con lo que se han condenado ellas mismas a la extinción. Bueno, era algo que no se podía saber ¿no? 🤷‍♂️

A pesar de haber quedado patente que la suya es una sociedad fracasada, Alpha está decidida a salvarla. O mejor dicho a salvarse, ya que su plan es robar la nave a los humanos y abandonar con ella la Luna. Se llevará con ella a su amiga más cercana y abandonará a su suerte al resto de las mujeres lunares. Su objetivo es la Tierra, porque no solo quiere salvar su vida sino su ideología ¡y convertir en feministas a todas las mujeres de la Tierra para que estas también destruyan a sus hombres! ¡Si no teníamos suficiente con los extraterrestres comunistas, resulta que también hay extraterrestres feministas! ¡Oh, el espacio y sus infinitos horrores! 😱

Las selenitas les van sonsacando a los hombres la información que necesitan sobre el manejo de la nave. El primero al que dejan de necesitar es a Walters, al cual una de las chicas lunares se lleva con engaños hasta una cueva, lejos de los otros, y lo acuchilla. 

Afortunadamente, el control mental de las selenitas tiene un defecto importante. Si un hombre agarra con fuerza de la mano o abraza apasionadamente a la mujer que están controlando (Helen, en este caso), este control desaparece y la mujer recupera la capacidad de pensar y hablar libremente. Cuando Kip se cansa de la zalamería y de las danzas de dudosa calidad artística de las selenitas, le hace la agarrasión a Helen y esta le confiesa el plan de Alpha. Sabiéndose descubierta, esta corre hacia la nave junto con su sicaria, Beta. 

Lambda, una de las selenitas que estaba de parte de los hombres devuelve a estos sus trajes espaciales y luego intenta hacer razonar a Alpha. Naturalmente, ésta la mata (abriéndole la cabeza con una roca), porque cuando formas parte de una secta (y un grupo ideológico radical funciona exactamente igual que una secta religiosa) no hay opción a disentir.

Alpha y su amiguita no tardan en pagar por su crimen, pero su muerte no se nos muestra. Simplemente vemos a Kip disparando un par de veces contra blancos que quedan fuera del encuadre, y se nos dice que las dos lunáticas habitantes de la luna han muerto. El grupo de terrestres regresa a la nave, y de ahí a la Tierra. 

La película en sí no es gran cosa pero fue muy importante para la industria del cine, en su momento. Fue filmada enteramente en 3D, que no es algo moderno, ya existía en 1953 aunque fuera mucho más tosco que el actual. Y fue la primera de un breve subgénero de películas sobre planetas habitados solo por mujeres, como Desnudas en la Luna,  El planeta de las mujeres de fuego, o El planeta de las mujeres prehistóricas y algunas más. Había que predisponer a la población norteamericana a que apoyaran el enorme gasto que el programa espacial suponía, y la mejor forma de lograrlo era prometerles planetas repletos de mujeres cuyos mundos debían ser salvados (en ocasiones, de sí mismas). Es posible que el famoso capítulo de Futurama en el que la tripulación aterriza en un planeta habitado por corpulentas amazonas sea un homenaje a este tipo de películas.

Aunque no es algo en lo que suela fijarme, porque no tengo buen oído musical, el responsable de la banda sonora fue Elmer Bernstein. En esta no hace realmente una gran labor, pero es muy recordado por trabajos posteriores con las bandas sonoras de Los diez mandamientos, The Blues Brothers, Los siete magníficos, El Gran Jack, La gran evasión, El cabo del miedo, Saturno 3, El hombre del brazo de oro, Aterriza como puedas, Los Tres Amigos, Heavy Metal o Cazafantasmas, entre otras.

Por increíble que parezca, en 1958 (solo cinco años después) alguien pensó que sería buena idea hacer un remake de esta película, y así salió Missile to the Moon, que también reseñaremos un día de estos.   

Cat Women of the Moon. 1953. Roy Hamilton (guion) Arthur Hilton (director), Sonny Tufts, Victor Jory (actores principales), Marie Windsor, Carol Brewster (actrices principales). Editada en DVD en 2006 por La Casa del Cine para Todos.