EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.

Saludos, ávidos lectores.
Hoy, 8 de marzo, nos coinciden un par de celebraciones interesantes. Por un lado es el Día internacional de la mujer. No hay que confundirlo con el Día del feminismo, al que se le puso el mismo nombre y se hizo coincidir con esta fecha quizá con la intención de liar a la gente y hacerles creer que lo que reivindicaba originalmente el 8 de marzo era eso. Como las mujeres de verdad y el feminismo moderno son temas tan diferentes que personalmente los considero hasta antagónicos, solo quería empezar esta entrada aclarando que aquí celebramos lo primero.
El otro asunto importante a destacar del día de hoy, es que el año pasado, el 8 de marzo quedó establecido popularmente como el Dia de Dragón Ball debido a la inesperada muerte de sensei Toriyama. Aunque esta se produjo el día 1 de marzo de 2024 (Año del Dragón, curiosamente) no fue hasta el día 8 que su familia lo comunicó oficialmente al mundo. Millones de seguidores de su obra por todo el planeta se pusieron de acuerdo para establecer aunque fuera nivel personal el 8 de marzo como día de Dragon Ball. Creo que todavía no está reconocido oficialmente como tal, y quizá nunca lo esté, pero eso importa muy poco si la gente lo va a celebrar de todos modos.
El caso es que, además, el Dia de la mujer y el Dia de Dragon Ball casan bien de forma natural porque esta serie nos dio varios ejemplos de mujeres de verdad. Mujeres que en lugar de quejarse por todo pelean codo con codo junto a los hombres. Quizá no siempre físicamente como C-18 o Pam sino a veces en segunda línea como Bulma o Milk, apoyando con aquello en lo que son buenas. Sin ir mas lejos, el personaje que inicia toda la trama de Dragon Ball, la que da pie a todo, es Bulma. El protagonista principal puede ser Goku, pero es Bulma quien introduce a este en la búsqueda de las Dragon Ball, y es ella quien fabricó el radar que permitía localizarlas. De hecho la intención de hoy era mostrar y reseñar una figurita de Bulma que tenemos por ahí.
Una idea que se ha ido consolidando entre los aficionados a Toriyama es la de combinar los futuros Dia de la mujer y Dia de Dragon Ball para hablar cada 8 de marzo del papel de las mujeres en esta serie (tan atacada e insultada, por cierto, por el colectivo feminista). El primer caso de combinar ambas celebraciones de este modo lo vi el año pasado en el blog La Buhardilla del Corzo, que aprovechó la ocasión para hablar de la luchadora C-18. Este año ya he visto un par de youtubers haciendo campaña a ese respecto.
Aunque lo de seguir modas solo por seguirlas no va conmigo, sí pensaba sumarme a esta tendencia que encuentro muy acertada presentando hoy esa figurita de Bulma de la que hablaba… pero tras las obras del año pasado todavía tenemos gran parte de nuestro material en cajas apiladas y no tengo claro donde buscarla 😅Así pues la dejamos para un futuro 8 de marzo, cambiamos de rumbo y en su lugar vamos a centrarnos únicamente en el Dia de la mujer con este comic. Versiona tres novelas de Emilio Salgari, que tampoco era un autor manco a la hora de presentar personajes femeninos valientes y sacrificados. La primera de estas historias está basada en La capitana del Yucatán, escrita en 1899.
La historia empieza en Mérida. No en Mérida de España, sino en la de México, en 1898. La protagonista es la marquesa Dolores del Castillo, de padre español y madre mexicana. Dolores es una intrépida joven que ha pasado toda su infancia y adolescencia acompañando a su padre, capitán de barco, en sus viajes. A resultas de los rigores y exigencias de la vida a bordo, Dolores se ha convertido en una mujer ágil y fuerte tanto de mente y cuerpo como de carácter. A la muerte de su padre, heredó de este su fortuna y su barco, el mercante a vapor Yucatán.
Ahora Dolores va a casarse, pero los preparativos la tienen agobiada. Los incómodos trajes de volantes, las largas sesiones de peinado, las artificiosas interacciones sociales… es un contraste muy grande con aquello a lo que está acostumbrada, a la rutina dura pero sencilla, carente de protocolos, de la vida a bordo del Yucatán. En una de esas ceremonias, a falta todavía de un mes para la boda, acude a su casa Córdoba, el viejo contramaestre del barco. Le acompaña el sr. Vizcaíno, secretario del cónsul español en México. Este le solicita que transporte un cargamento de armas hasta Cuba, burlando el bloqueo que los Estados Unidos han impuesto a la isla. El cónsul apela a la sangre española de Dolores. Pero lo que hace que ella se decida a ayudarle es que el envío de armas es para reforzar la plaza defendida por el general Blanco, que salvó la vida de su padre en una ocasión.
Sin pensárselo mucho pero consciente de donde se está metiendo, Dolores acepta. Se despide de su prometido, cancela la boda, se marcha de la fiesta sin dar explicaciones a sus invitados, e inicia los preparativos del viaje.
Un espía estadounidense que se entera de esto pone sobre aviso al capitán del USS Terror, un acorazado, para que hunda el Yucatán a cañonazos cuando trate de abandonar el puerto.
Aquí se nos presenta el Yucatán como una especie de Batmovil lleno de trucos: artillería oculta, compartimentos con una sustancia autosellante que cierra por si sola las brechas en el casco, la capacidad para reconfigurarse y sumergirse como un submarino, y una más que respetable velocidad de 26 nudos. ¡Un vehículo así, en esa época, podría haber ganado la guerra por sí solo! Es algo muy exagerado para una historia de ambientación histórica y que en todo lo demás mantiene un tono realista. Valiéndose de estos trucos, el Yucatán daña y deja atrás al acorazado tras un breve combate y pone rumbo a Cuba.
A su llegada al punto de la costa acordado son recibidos por Montes, un cubano que dice ser fiel a la corona española. El realidad los soldados que el general Blanco envió a recibir a Dolores han sido capturados por los insurrectos, que ahora pretenden hacerse con el cargamento de armas. Montes le indica que sus órdenes son acompañarla a una reunión con su jefe. Precavida, Dolores da instrucciones a sus hombres de que disparen contra cualquier desconocido que intente subir a bordo, y que si el barco corre riesgo de ser capturado, lo vuelen en pedazos con todo su contenido.
El fuerte carácter de Dolores (y también, por qué no decirlo, su bien tonificado físico) impresionan a Montes. Muy a su pesar este la guía a una trampa tal como había acordado hacer con los suyos. Dolores y los hombres que la acompañaban son capturados.
El contramaestre Córdoba, que era uno de ellos, logra escapar. Llega él solo al Yucatán y pone sobre aviso a la tripulación. El Yucatán se dirige entonces a la isla de San Felipe. Es una islita cercana a Cuba sin interés estratégico, donde los insurrectos mantienen aislados a sus prisioneros con la intención de juzgarlos cuando acabe la guerra.
En ese momento, Montes está escoltando a Dolores hacia la costa, donde otros hombres la llevarán a San Felipe. Por el camino el caballo de Dolores se encabrita al toparse con una gran serpiente, y la capitana cae al suelo, frente al ofidio. Asustado, este se yergue disponiéndose a morderla. Siendo ella una prisionera y un peligro para su bando, Montes podría haber disparado a la serpiente de lejos, con la posibilidad de alcanzar a la mujer. O simplemente no intervenir y esperar a ver si ella salía por sí sola de esa situación. En cambio, lo que hace Montes es lanzarse sobre Dolores, cubriéndola con su propio cuerpo al tiempo que empuña su revólver y mata a la serpiente de cerca. Un riesgo del todo innecesario para él, que a la capitana no le pasa por alto.
Tras guiarla sin mas incidentes hasta la costa, Montes se despide de ella y se nos deja claro que se ha establecido una mutua atracción y admiración entre ambos.
El pequeño bote que lleva a Dolores a San Felipe es interceptado por el Yucatán, que la rescata sin muchas dificultades. Tras esto llevan el cargamento de armas directamente al puerto de Santiago y lo entregan a la vista de todos a los españoles. La guerra ha entrado en sus compases finales y el enemigo ya está al tanto de la implicación del Yucatán y su capitana en ella.
Al día siguiente, mientras el Yucatán se aleja de la costa, la última batalla comienza. El resultado es historia: la insurrección cubana, apoyada por los Estados Unidos, triunfa para desgracia de los españoles… y de los propios cubanos, como se vería en años posteriores. En esta ocasión él y la protagonista no terminan juntos, pero cada uno conserva para siempre el recuerdo del otro.
No he leído la novela en la que se basa este comic, así que no puedo decir hasta que punto es una buena o mala adaptación. El tema del pequeño vapor repleto de gadgets me ha parecido muy exagerado y fuera de lugar, y con diferencia lo peor de la historia. Por lo demás, está bien. El dibujo me gusta. El coloreado es extraño en algunos momentos porque las sombras se representan pintando personas y objetos de un color uniforme, pero este no es gris o algún otro que pudiera asociarse fácilmente a sombras u oscuridad. Se recurre a los verdes, rosas, rojos… resulta chocante pero era algo muy habitual en los comics de la época (ya lo vimos también en Fantasía S.A., por ejemplo) y al final uno se acostumbra.
Puedes ver alguna reseña más sobre obras de Salgari pulsando aquí.
La capitana del Yucatán. 1977. Cassarel (guion) Antonio Pérez Carrillo (dibujo) Antonio Bernal (portada). Editorial Bruguera S.A.
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