LA COLECCIÓN DE FIERAS
¡Hola, raros!
El profesor Quirrell es un personaje aparecido en Harry Potter y la Piedra Filosofal, la primera novela de la saga. Se nos presenta como un mago tímido y nervioso, que ejerce de profesor en Hogwarts, dando clase de Defensa contra las artes oscuras. En realidad, Quirrell resulta ser el personaje misterioso que está tratando de robar la Piedra Filosofal y restaurar el poder del mago tenebroso.
Al final de la historia se nos revela que una parte de Lord Voldemort, a quien se creía destruido, seguía viviendo adosado a la parte posterior del cráneo de Quirrell, influyendo en su mente hasta llegar al punto de controlarlo.
Este vínculo, más parasitario que simbiótico, es frecuente en la literatura: la coexistencia entre el bien aparente y el mal oculto, o con menos frecuencia, al revés. Nunca hay un equilibrio perfecto entre ambos, ya que eso… ¡eso es lo normal! La mayoría de la gente tiene deseos o impulsos que mantiene a raya durante toda su vida a base de fuerza de voluntad o valores propios. Luego están los humanos de segunda categoría, los de peor calidad, que sí dan rienda suelta a esos impulsos y se convierten en criminales.
Quirrell puede parecer un personaje muy original (y desde luego nadie se lo esperaba en una novela cuyo público objetivo eran niños de diez a doce años), pero en realidad es algo con lo que nos cruzamos todos los días: el individuo de carácter débil que opta por la salida más fácil; el delincuente que vive a costa de los demás en lugar de por sus propios méritos, sin aportar nada bueno al conjunto de la humanidad.
Y sí, la que nos cuentan en esta novela es una historia donde la magia existe y hay monstruos, y esto se nos presenta de una forma física, con el rostro parásito que le crece en la cabeza a Quirrell y se nos muestra al final, pero el simbolismo es claro. R. L. Stevenson lo expuso muy bien en El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde: un hombre con una faceta socialmente respetable, admirada incluso, y otra oculta, oscura y descontrolada. Mientras que en esta novela la parte malvada proviene del propio Dr. Jekyll, en el caso de Quirrell este es poseído por un resto de la esencia de Voldemort… pero un resto tan tenue que otra persona con más fuerza de voluntad que Quirrell probablemente podría haber combatido lo suficiente para rechazarlo, o como mínimo para delatar su condición a alguien que fuera capaz de ayudarle.
También en Harry Potter y la Cámara Secreta Ginny (una niña de once años) es poseída por otro fragmento de la esencia de Voldemort contenida en un viejo diario pero logra librarse de él por si sola. Quirrel, en cambio, al quedar contaminado por Voldemort, se vuelve incapaz de actuar de forma independiente, perdiendo su propia identidad y convirtiéndose en una marioneta. Su personalidad se diluye, tal como le ocurre a un drogadicto.
Quirrell me parece un personaje interesante como villano por eso, precisamente. No es un ser de un poder desmedido al que hay que derrotar físicamente a base de acumular un poder mayor. ¡Ese es el tipo menos interesante de enemigo! Quirrell es como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Stevenson, como Tyler Durden en El Club de la Lucha, como Norman Bates en Psicosis o como el Harvey Dent de Batman. Es el tipo de villano que hace que nos preguntemos hasta qué punto nuestras propias debilidades pueden llevarnos a convertirnos en justo lo contrario de lo que tratamos de ser. En el fondo todos tenemos un pequeño Voldemort en la cabeza. Que nos controle o no, ya depende de la fuerza de voluntad que tenga cada uno.
Respecto a la figura, que es lo que nos interesa, mide casi 16 cm de altura y tiene diez puntos de articulación: cabeza, brazos, manos (es diestro), cintura, piernas, y rodillas. El turbante no se le puede quitar pero sí mover hacia arriba, revelando el rostro de Lord Voldemort, así que supongo que lo podemos considerar un onceavo punto de articulación. De hecho, la cabeza puede dar un giro completo, así que podemos orientar ese rostro hacia delante de verlo mejor así.
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Se lanzó el 2001, coincidiendo con el estreno de la película, por lo que probablemente sea el primer modelo de Quirrell que se comercializó.
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Profesor Quirrell. Harry Potter y la Piedra Filosofal. Mattel. Presentado en blíster. Once puntos de articulación. 2001
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