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viernes, 10 de octubre de 2025

TARJETAS COLECCIONABLES DE ITALIAN BRAINROT

  ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS

                                           Presentado por… Wormy & Leechy.
 

¡Saludos, vertebrados!

"Brainrot" viene a significar algo así como “podredumbre mental”. Es un término que hace referencia al exceso de contenido trivial y vacío, carente de desafíos, especialmente aquel que se encuentra en televisión, internet y redes sociales por ser el de más fácil acceso. Brainrot sería todo aquello que embota la mente en lugar de estimularla, como los típicos espacios de cotilleo en los que se idolatra a los famosos hasta el punto de dedicar programas enteros a hablar de sus alpargatas, de su nuevo peinado o de con quién están saliendo, como si eso tuviera algún tipo de relevancia. También los vídeos de TikTok, y recientemente los vídeos de internet en los que tanto la imagen como el texto y la voz que lo lee están generados automáticamente por IA, con nula o escasa intervención humana.

Aclarado el término, para saber de qué estamos hablando, vamos a ver algunas tarjetas coleccionables de los Italian Brainrot, que es como se denomina a un conjunto de personajes absurdos (y las historias asociadas a ellos) que comenzaron a circular por internet hacia finales de 2024. 

No tienen un autor ni fecha de origen clara, porque al parecer las publicaciones originales fueron borradas por su propio creador. Inicialmente no eran más que una colección de personajes extravagantes, creados mezclando con IA imágenes de animales, maquinaria y platos de comida, probablemente a modo de experimento para poner a prueba las capacidades de los programas de generación de imágenes. Pero el caso es que se hicieron tan populares en tan poco tiempo que la gente comenzó a crear historias en torno a ellos, convirtiéndolos en protagonistas de memes virales, creepypastas, fanfics y crossovers de lo más variado.

Hubo tal cantidad de personas a la vez (y de tantos países diferentes) tratando de atribuirse su autoría y registrarlos como propios, que al parecer se determinó a nivel internacional que quedaban exentos de derechos de autor, de modo similar a como ocurrió con Slenderman y la primera hornada de criaturas de creepypasta. Naturalmente, al no existir ningún impedimento legal para usarlos y versionarlos, su popularidad se disparó aún más. Y pese a lo que su nombre parece indicar, no son de origen italiano. El darles nombres que sonaran a italiano solo es parte de la broma. El desconocido creador original (se habla de un tiktoker de Tailandia, pero tampoco se ha podido confirmar nada al respecto) debía encontrar este idioma especialmente gracioso o adecuado para sus criaturas. Los que le siguieron añadiendo o versionando sus creaciones simplemente continuaron la tendencia.

La idea básica de los Italian Brainrot es: “cuanto más absurdo, mejor”. No hay un trasfondo oficial que los respalde, sino que se aceptan como válidos en igual medida todos los que la gente quiera darles, como si los personajes convivieran en un multiverso absurdo y caótico y pudiesen saltar entre realidades a voluntad, o quizá pasaran de una a otra llevados por el azar o el destino. Las historias que se han escrito para ellos pasan de lo ridículo a lo épico, incluso al terror más retorcido. No hace mucho vi un creepypasta en el que uno de los Italian Brainrot más populares, Tur Tur Tur Sahum (un bate de baseball antropomorfo armado a su vez con un bate de baseball convencional), llegaba andando hasta la vecindad de El Chavo del 8 y mataba a todos los personajes a golpes. Y probablemente no sea lo más raro de todo lo que se ha hecho sobre ellos, porque todo vale mientras carezca de sentido y a la vez sea épico o exagerado. 

 

En el centro de este lote tenemos a Tralalero Tralalá, un tiburón con deportivas que representa una de las pocas constantes en el universo siempre cambiante de estos personajes. Quizá por ser uno de los Italian Brainrot originales o por ser el mas popular de todos, a él le corresponde el papel de héroe universal, sea cual sea el trasfondo o entorno en el que se lo introduzca. Como curiosidad, fijaos en el nombre del edificio que se ve a la derecha de su ilustración.   

Una discusión entre dos de estos personajes por decidir quién se come la última porción de pizza puede escalar hasta provocar una guerra intergaláctica con una raza alienígena, o puede que la salvación del mundo dependa del número exacto de huellas en la arena que deja otro de ellos un día que sale a pasear por la playa. Además, sus aventuras deben imaginarse acompañadas por música de las óperas de Wagner y sus voces han de sonar graves, estoicas y con acento italiano. Por alguna razón, el acento italiano es importante. Es una de las pocas cosas que permanecen inmutables de una versión a otra.

Aunque no tienen ninguna relación con los Garbage Pail Kids de los 80 (conocidos en España como La Pandilla Basura), me recuerdan mucho a esta colección, no tanto por su concepto como por lo que esta supuso en su momento. Son personajes que apelan a la oculta fascinación de la gente por lo repulsivo y lo dañino, el interés por observar con detenimiento las deformidades físicas en un intento de entenderlas, el humor negro, grotesco y guarro sin llegar a tocar el tema sexual. Todas aquellas cosas, en definitiva, que aun siendo inofensivas la sociedad tiende a censurar por un tema de buen gusto general. Los Garbage Pail Kids eran incluso más violentos, mostrando caricaturas de niños con mutaciones imposibles siendo ejecutados o autolesionándose. Sin llegar a ese extremo, podríamos decir que los Italian Brainrot son el relevo generacional de esa otra colección. 

Probablemente haya por ahí muchos padres que en su día coleccionaban a escondidas los Garbage Pail Kids, escandalizados de que sus hijos estén coleccionando los Italian Brainrot. Y creo que ese es precisamente gran parte del motivo de su popularidad entre las generaciones más jóvenes: el que sea algo calificado como absurdo o grotesco por las generaciones anteriores. Cada generación busca destacar con una identidad propia, y la forma más fácil de lograr esto es abrazando alguna de las cosas que las generaciones precedentes y más experimentadas rechazan. Para las generaciones mas jóvenes, nacidas y crecidas en un mundo saturado de algoritmos, memes sin contexto, contenido viral, caos digital y una historia de la humidad reescrita una y otra vez a conveniencia de las ideologías del momento, esto resulta muy atractivo precisamente porque representan alguna clase de identidad compartida que algunas de las generaciones anteriores no entienden.

 

Trap Trap-Troppi Troppi; un gatito al que le encanta el pescado y tiene la suerte de ser medio cangrejo, pudiendo conseguirlo con facilidad.

Y como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que son muy populares y carecen de dueño, muchas compañías se han lanzado a sacar material vendible sobre los Italian Brainrot, ya que cualquiera puede hacerlo. Estas tarjetas, por ejemplo, son una de las tres colecciones que han aparecido en las tiendas casi simultáneamente. Es lo que está de moda ahora: los cromos que los niños intercambian en el patio del colegio durante el recreo. 

También nosotros pasamos por ello en su momento con colecciones como Monstruos u Otros Mundos, que eran solamente cartas coleccionables. Estos en cambio se presentan como un juego de cartas, pero sin un reglamento asociado. Las cartas tienen diferentes colores de fondo, para que se pueda jugar a hacer familias de cartas. Tienen puntuaciones de Ataque y defensa que parecen puestas al azar. Un símbolo de Agua en algunas y de Tierra en otras (imagino que también las habrá de Aire y de Fuego) para hacer competiciones cíclicas de elementos. Y finalmente símbolos de Piedra-Papel-Tijeras para hacer una competición de este juego sacando cartas en lugar de empleando las manos. lo que no hay es un reglamento como tal. 

Las cartas traen los elementos que permiten jugar con ellas, aunque concretar en que consiste el juego, es cosa de los jugadores. La verdad, es que esto ya se ha visto antes, pero pega mucho más con estos personajes inherentemente caóticos.   

Italian Brainrot Trading Card Game. 2025.

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