EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Saludos, amigos cinéfagos!
Cielos, vaya título. Es más, vaya título para una película de 1973. Nunca estrenada en España, está considerada una de las obras más representativas de su director, Ted V. Mikels, responsable también en mayor o menor medida de las sagas The Astro-Zombies (1968, 2004, 2010 y 2012), The Corpse Grinders (1971, 2000 y 2012) y de obras de culto como el musical La chica con botas de oro (1968), The Doll Squad (1973) y Los niños no deberían jugar con cosas muertas (1972). Hechas las presentaciones, vamos al lío.
Una ceremonia satánica está siendo llevada a cabo por Mara, su silencioso e impasible asistente Toruque, un africano que toca unos bongos y una decena de tontas del bote que interpretan una danza ridícula. Terminado el espectáculo ensartan con lanzas a su víctima, un pobre desgraciado que tienen inmovilizado en el suelo con cara de acabar de despertarse de una mala noche de porros. Luego lo cortan en pedazos y los asan en una parrilla, supuestamente para comérselos, aunque esto último no se nos muestra.
De ahí pasamos a enterarnos, por medio de un diálogo entre Mara y Lorrein (una nueva discípula recién llegada) de que ellas adoran a Vassago, uno de los setenta y dos demonios del infierno que están dispuestos a rebajarse tanto como para atender las súplicas de las brujas.
Un individuo con aspecto de político o de mafioso (con demasiada frecuencia cuesta distinguir unos de otros) acude a solicitar los servicios de Mara. Quiere que se deshaga, utilizando magia negra, de un hombre llamado Gilbert Duple, el embajador de Rodesia en la ONU. Le entrega una foto de este y pactan treinta mil dólares por el trabajo. Pero para estar seguro de que los poderes que Mara afirma tener son reales, le pide antes una pequeña prueba de ellos. Mara se concentra en una copa que su contratista tiene en la mano y hace que esta se rompa y se corte con ella. Convencido, el hombre se marcha y comete su segundo error de la noche. El primero fue acudir a Mara, y el segundo marcharse de allí dejando tirado sobre una mesa el pañuelo con el que se estuvo limpiando la sangre del corte.
Más adelante vemos que, usando esa foto, Mara provoca la muerte por asfixia del embajador. El hombre que la contrató decide entonces que es demasiado peligrosa para dejarla con vida y envía a su guardaespaldas y asesino personal a acabar con ella. El asesino entra en la mansión de Mara, le pega tres tiros a ella, dos a su asistente Toruque y uno a una de las brujas que tiene la desgracia de meterse por medio. ¡Me gusta la forma en que dosifica las balas según el rango de la víctima!
Sin embargo, esto no le libra ni a él ni a su jefe de la venganza de la bruja. El cadáver de Mara se convierte en una voluta de vapor verdoso, primero, después toma la forma de gato y con ese aspecto va en busca del cadáver de Toruque, al que devuelve la vida con un hechizo. A la sectaria que le den, que para eso es solo una sectaria.
A continuación, utilizando de nuevo su magia, mata tanto al hombre que la contrató como al asesino que disparó contra ella. Y todo este asunto del embajador de Rodesia, que al principio parecía que iba a tener alguna relevancia o incluso ser la trama principal de la historia, resulta que solo sirve para mostrarnos el alcance del poder de Mara. Pero el caso es que esto consume cerca de la mitad del metraje de la película. Del resto, gran parte son visiones de vidas pasadas que tienen algunas de las acólitas o flashbacks de algún tipo.
La verdadera trama principal, que ocupa algo menos de un tercio de la película, es la de Lorrein y su novio Mark. Lorrein parece creer que su maestra Mara es una buena persona y utiliza su magia para ayudar a la gente. Convence a Mark para que acuda a una de las sesiones de espiritismo de Mara. Este es bastante escéptico, pero por complacer a su novia accede. La sesión es una aburrida patraña en la que Mara se limita a hablar forzando la voz, haciéndose pasar por diferentes entidades y dando consejos de dudosa utilidad a los asistentes en nombre de los espíritus. Tras esta sesión, Mark y Lorrein hablan del asunto con un profesor de parapsicología que al parecer es el profesor de la universidad de ambos, lo que da pie a una serie de diálogos sobre brujería bastante aburridos.
El director afirma en los comentarios que estuvo dos años estudiando casos de brujería, satanismo y aquelarres e incluso asistió a algunas sesiones de espiritismo para documentarse. Pero también dice que luego escribió el guion en una semana. Y probablemente por eso la película resulta en general lenta e inconexa, porque trató de hacer una película sobre satanismo y brujería basándose en casos «reales» en lugar de concentrarse en hacer una ficción dinámica y entretenida.
Mark acude a una segunda sesión, en la que es drogado o hipnotizado (esto no me queda claro) para ser usado como sacrificio, en una repetición de la escena del inicio. Lorrein, al parecer, está de acuerdo con esto porque se encuentra entre las acólitas danzantes. Puede que aquí falte algo de metraje porque hay otro par de ocasiones a lo largo de la película en que da la impresión de habernos saltado algo. Mientras la ceremonia se desarrolla en el interior de la mansión, el profesor de parapsicología se reúne en el exterior con otros tres hombres y comienzan a rezar y lanzar hechizos contra el edificio para exorcizarlo.
Esto desestabiliza el ritual y hace que las acólitas se vuelvan locas y empiecen a matarse entre ellas con las lanzas que tenían preparadas para ensartar a Mark. Acaban con Toruque, con el africano que tocaba los bongos, y una de las lanzas termina también hundiéndose en Lorrein. Mark también acaba con una lanza clavada sin que llegue a salir siquiera del sopor en el que parece sumido. El resto de las acólitas aparentemente sufren un colapso y yacen muertas unas sobre otras.
Cuando todo se calma, los parapsicólogos entran en la mansión a echar un vistazo. Al no encontrar el cadáver de Mara, uno de ellos ensarta con una de las lanzas un murciélago que pende del techo y lo arroja a la parrilla, de la cual surge una extraña voluta de humo. Entiendo que con esto se quiere dar a entender que el murciélago era Mara y que ha sido finalmente destruida.
En esencia, la película se caracteriza por su ritmo lento y una narrativa desordenada. El resultado es un desfile de escenas extrañas y exageradas que hoy se valoran sobre todo como curiosidad e incluso algo innovador para su época. Personalmente, lo que más destacaría es la muerte de Mark y Lorrein, que se nos habían presentado como los protagonistas y la escena final parecía la típica de «los salvan justo cuando iban a morir»... pero no. Después de todo, eran unos protagonistas bastantes insulsos.
Blood Orgy of the She-Devils. 1973. Ted V. Mikels (guion y dirección). Lila Zaborin, Leslie McRay (actrices principales) Tom Pace, Victor Izay, William Bagdad (actores principales). Occult Films. Editada en DVD en 2017 por Vial of Delicatessen.

.png)
.png)
.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario