Un Juego
asimétrico del mismo fabricante que el ya comentado El
Bosque del Miedo. En esta ocasión ambientado en la primera película Gremlins.
El tablero representa la casa de los Peltzer, donde Stripe y otros cuatro
Gremlins intentan acabar con el pobre Gizmo.
Uno de los
jugadores maneja a Gizmo y su objetivo es escapar de la casa, para lo cual debe
cruzarla de extremo a extremo. El otro controla a Stripe, que debe acabar con
él. El resto de Gremlins genéricos comienzan repartidos por la casa y basta con
que cualquiera de ellos o el propio Stripe coincidan en la misma casilla que
Gizmo para eliminarlo. Dicho así podría parecer que el juego está descompensado
y Gizmo está perdido antes de empezar, pero es todo lo contrario.
El juego está
efectivamente muy descompensado pero a favor de Gizmo. Los jugadores mueven las
figuras por turnos, robando una carta de un montón común, que le indicará
cuantas figuras puede mover y cuantas casillas cada una. Ambos jugadores pueden
mover a los Gremlins genéricos, y algunas casillas matan a la figura que entre
en ellas (la batidora, el microondas…) con lo que el jugador que mueve a Gizmo
puede mover su propia pieza para huir, apartar de su camino a los adversarios
que se le interpongan, o eliminarlos haciéndoles morir triturados o
achicharrados. El jugador que controla a Stripe verá como sus posibilidades de
atrapar a Gizmo se reducen rápidamente a medida que los Gremlins genéricos
mueren.
Jugamos diez
partidas seguidas en casa (apenas lleva unos minutos cada una) intercambiando
bandos tras las cinco primeras, y solo en una ocasión Gizmo fue atrapado por un
Gremlin, saliendo victorioso en las otras nueve. Como juego no es gran cosa,
pero ¡oye, que figuritas tan chulas!
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