EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Doy por sentado que, independientemente de la
opinión que cada cual tenga sobre ella, todos hemos visto Avatar o como mínimo
sabemos de que trata: la podemos resumir diciendo que es una película en la que la humanidad descubre un
mundo selvático (al que da el mitológico nombre de Pandora) y comienza a explotarlo de forma brutal, ante la resistencia al
principio pasiva y después armada de sus nativos. Aunque el planeta es un
paraíso natural, lo que los humanos quieren es un raro mineral subterráneo cuya extracción provoca graves daños ecológicos al entorno. Al final, un grupo
de terráqueos, nativos de Pandora e incluso animales se alían para rechazar a la corporación que está saqueando el planeta.
Unos doce años antes del estreno de Avatar, Biohazzard Games editó Planeta Azul, un juego de rol que tenía prácticamente la
misma temática que el conocido film pero que no tuvo ninguna repercusión y muy poca gente llegó a conocer.
En Planeta Azul la humanidad descubre un planeta acuático en lugar de selvático, al que da el nombre de Poseidón. Todo el mundo está cubierto de agua
salvo pequeños archipiélagos de islas de clima tropical, y se comienza
inmediatamente a explotar sus recursos. Dado que la mayor parte del trabajo para levantar las estructuras básicas debe ser llevado a cabo bajo el agua, varios cientos de los obreros enviados a Poseidón son quirúrgicamente
modificados para adaptarlos al entorno (agallas para respirar bajo el agua,
membranas interdigitales para facilitar el movimiento acuático, etc).
Debido a
una mortífera plaga que se desata en la Tierra justo después de iniciar la colonización, el contacto con
el planeta queda interrumpido durante décadas.
Cuando la humanidad se recupera lo suficiente para retomar el contacto ya han
nacido varias generaciones de humanos en Poseidón, hijos de los primeros
colonos. Una rara cualidad ambiental del planeta ha provocado que los hijos de aquellos obreros que fueron modificados quirúrgicamente hereden las alteraciones que se hicieron a sus padres.
Habiendo nacido ya como anfibios tan adaptados al mar como a la vida en las
islas, no sienten ningún apego por los humanos de la Tierra, y se han acostumbrado a una vida sencilla en los archipiélagos tropicales. Cuando el contacto se
retoma los poseidonianos ven como invasores y saqueadores a los trabajadores
terrestres que comienzan a extraer y llevarse nuevamente los recursos del planeta. El más
valioso de estos recursos es un mineral llamado Long John, que desencadena una
autentica guerra entre las diversas corporaciones que lo extraen, y de estas
contra los nativos que tratan de impedirlo.
Podríamos definir Planeta Azul como un juego de rol
ecologista. Aunque los jugadores pueden adoptar cualquier papel, incluso el de
las tropas mercenarias corporativas encargadas de proteger los complejos mineros y vigilar la
extracción de recursos, la idea es lo contrario: que los jugadores interpreten humanos nativos de Poseidón (tanto los anfibios como los únicamente terrestres) o a
los Comisarios GEO, una organización estilo Greenpeace (pero en este caso sí gubernamental) que cuenta con su propio
ejercito privado y no duda en volar por los aires las fabricas que contaminan
más de lo estrictamente inevitable y matar a los operarios, trabajadores y
soldados de las corporaciones que sobreexplotan el entorno más rápido de lo que este se puede
recuperar.
Dado que la mayor parte del mundo es acuático (aunque hay islas,
atolones artificiales, bases submarinas y millares de barcos de todo tipo y tamaño) podemos adoptar también el papel de
delfines y orcas, equipados con arneses que llevan incorporados sistemas de
traducción automáticos (para entenderse con los humanos), pequeños brazos robóticos para permitir una manipulación básica de objetos, y también armamento
que pueden disparar a voluntad. Un delfín ya no resulta tan gracioso cuando te
das cuenta que lleva un afuste de micromisiles inteligentes adosado al lomo.
A nivel de reglamento, Planeta Azul tiene un sistema
de juego que pretende ser innovador, pero en realidad es poco mas que el
sistema de siempre reexplicado con nuevos términos y en distinto orden, con pocos cambios importantes (claro
que eso mismo puede decirse de prácticamente todos los reglamentos de juegos de
rol de los últimos veinte años). Pero a fin de cuentas, el reglamento de un juego de rol es lo de menos. Lo importante es el trasfondo y la temática, y si eres de los que arrugan el
hocico cada vez que ven una bolsa de plástico o una lata de aceite flotando en el mar, Planeta Azul probablemente te guste.
Planeta Azul, libro básico. 1997. Jeffrey Barber (autor principal de la idea y el texto). Biohazzard Games. La Factoría de Ideas (edición española).
Planeta Azul, guía del moderador. 2003. Jeffrey Barber (autor principal de la idea y el texto). Biohazzard Games. La Factoría de Ideas (edición española).
Planeta Azul, libro básico. 1997. Jeffrey Barber (autor principal de la idea y el texto). Biohazzard Games. La Factoría de Ideas (edición española).
Planeta Azul, guía del moderador. 2003. Jeffrey Barber (autor principal de la idea y el texto). Biohazzard Games. La Factoría de Ideas (edición española).
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