¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Llegamos
con este número al meridiano de la serie Necrón, con la séptima y octava
historias de las catorce que se publicaron en total.
Al final de
Masacre en el coche cama, dejamos a la feliz pareja abandonada en medio
de una zona rural de Bélgica. Desde su escondite en el viejo granero en donde ha pasado
la noche, Frieda observa la muerte accidental de un robusto y hermoso campesino e inmediatamente
sus instintos se agitan. Como considera un desperdicio dejar que
entierren semejante ejemplar, Frieda buscará la forma de escamotear el cadáver
para su propio uso, y de paso aligerar un tanto la despensa de los
campesinos. Tras llenarse el estómago a costa de los supersticiosos familiares del fallecido, Frieda visita el cementerio. Desentierra el cadáver del joven y da un uso inesperado al rigor mortis del cuerpo, satisfaciendo al fin sus ansias necrófilas.
Mientras tanto, Necrón asalta gallineros y porquerizas para llenar
el estómago, lo cual es achacado a una zorra que al parecer ronda por la región. Con el hambre (de todo tipo) de ambos aplacada, llega el momento de moverse. Adquiere un pequeño barco que le paga a su dueño metiéndole una bala en el cuerpo, por eso de no dejar testigos a su paso, y se
embarca de nuevo en busca de los yacimientos de uranio.
Su pequeño barco es
interceptado por un submarino con forma de ballena, que se ve obligado a emerger cerca de ellos por una avería. Los tripulantes son contrabandistas de armas que pretenden quitar de en medio a Frida, porque también parecen tener problemas con eso de dejar testigos de su presencia. Necrón le dará la vuelta a la situación con su sutileza habitual,
dejando a su ama como la nueva capitana de la ballena de acero y del nutrido arsela que transporta.
En Los
hombres pez, Frieda encuentra finalmente los yacimientos de uranio que buscaba, pero estos ya
están siendo explotados por el Dr. Shark. Este es un científico que se ha
instalado allí en una avanzada base submarina y ha creado una raza de
mutantes acuáticos a partir de prisioneros humanos. Estos hombres-pez,
imposibilitados para volver a sus vidas normales, trabajan para él en las minas
submarinas, el único entorno en el que ahora pueden vivir.
Para Frieda los
hombres-pez son un trabajo de bioingeniería interesante. Para Necrón, son sushi
listo para comer. El encuentro entre Frieda y Shark, a cada cual más cruel que
el otro, no puede ser amistoso. Mientras Necrón persigue a unos hombres-pez por la base, Shark intenta forzar a a Frieda. El fogoso encuentro submarino termina con Shark saturado de radiación atómica, despellejado, y con Frida apoderándose de la base.
Y justo a tiempo, porque otro personaje está a punto de
hacer su aparición en la base submarina en busca de su cargamento de uranio.
Conoceremos a este personaje en el Tomo 5, en las historias El rey de los caníbales y Los muertos vivientes.
No se indican los títulos originales. 1989.
Ilaria Volpe [Mirka Martini] (guion) Magnus [Roberto Raviola] (ilustraciones).
Necrón nº4. Ediciones La Cúpula.
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