MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

domingo, 20 de enero de 2019

STAR STRIDER

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Cuando comenté el librojuego Planeta rebelde, puse que era el más aburrido que me había echado a la cara. En ese momento, no me acordaba de Star Strider.

La palabra strider no tiene una equivalencia exacta al castellano. A lo que más se aproxima es a “corredor” y “saltador” a la vez. Alguien que se desplaza dando zancadas o pasos exageradamente largos con gran energía y seguridad. Quizá Pisafirme estelar no suena demasiado bien, pero es mas o menos eso.

En Star Strider somos un cazarrecompensas al que le encargan rescatar al presidente de la Federación Galáctica. Este ha sido raptado por una raza de humanoides extremadamente inteligente llamada Romulanos Gromulanos, que lo han escondido en uno de sus planetas… la Tierra, que al parecer fue ocupada masivamente por estos después de haber probado los caracoles, de los que se han vuelto poco menos que adictos. Los humanos que quedan en la Tierra son principalmente Hooligans Houlgans, tribus compuestas por individuos vagos y de inteligencia penosamente baja que descienden de antiguos adoradores de equipos de futbol, como los de la tribu de Liverpool L´pool. 
Así que, viajaremos a la Tierra buscando al presidente, para lo cual debemos recorrer varias ciudades. Una de ellas es Madrid, en la que, como no podía ser de otro modo, terminaremos metiéndonos en una plaza de toros donde deberemos luchar (armados con unas banderillas) contra un toro robot. Por si fuera poco, también seremos desafiados a un duelo por un androide con sombrero mexicano. No me molesta que se confunda a españoles con mexicanos, siendo como somos casi hermanos, pero es un error equivalente a decir que Londres es la capital de Norteamérica. El autor se podría haber documentado un poco mejor.
¿Qué otras cosas pueden pasar en España, aparte de ser atacados por toros y mexicanos? Al parecer nada más, por lo que pronto abandonaremos esta ciudad y seguiremos nuestro viaje por Roma y París hasta nuestro destino final, Londres.

No solo la forma en la que está escrito el libro me parece ridícula. Los nombres y situaciones que han escogido pretenden hacer gracia, pero ni la tienen ni deberían tenerla en una aventura que se supone seria. El autor, un tal Luke Sharp parece haber tratado de hacer un librojuego más original, pero lo ha hecho a base de añadir elementos ya usados en otros, como una puntuación de Miedo (como en la Mansión Infernal), un límite de tiempo (48 horas) para cumplir la misión (como en El desafío de los piratas, en el que teníamos 50 días) y la posibilidad de destruir automáticamente a los androides con los que luchemos si sacamos doble seis al lanzar los dados (como el golpe desnucante de Planeta rebelde o el zarpazo arrancacabezas de Criatura del Caos).

Además, el texto está plagado de errores: secciones desde las que nos envían a otras con las que no guardan continuidad, o momentos en los que nos descuentan varias horas por hacer cosas que solo llevan unos segundos, y otros en las que hacemos algo que implicaría el paso de varias horas, pero no nos descuentan ninguna. 
Sin ir más lejos, la primera decisión que tenemos que tomar en la partida es si queremos beber un cocktail o preferimos comer algo. Si elegimos el cocktail, perdemos un punto de Destreza debido al alcohol. Lógico, si… pero el efecto es permanente. Igual que si nos dislocáramos un tobillo o nos cortaran un dedo. Una pérdida de un punto de Destreza hasta el fin de la partida (cuarentaiocho horas después) por un cocktail (por fuerte que sea) me parece absurdo.

Toda esta serie de incongruencias se podría perdonar si la aventura fuera emocionante. No lo es. No se en que estaban pensando Jackson y Livingstone cuando dieron el visto bueno a esto. Lo único que se me ocurre, es que para el público inglés si pudiera resultarle interesante o divertida la burla nada sutil que se hace a los hooligans y las peculiaridades de los diversos países europeos por los que se viaja antes de ir a Londres.

Por si todo esto no fuera suficiente, si finalizamos el libro con éxito, en la última sección se nos dice que ya no tendremos que afrontar nunca más los peligros y soledades de la vida de cazarrecompensas... hasta que los Gromulanos busquen venganza, como dando a entender que habrá una continuación de Star Strider. Si hombre, como para intentar jugar a otra aventura parecida.

Puedes ver otro librojuego de esta colección pulsando aquí.

Star Strider. 1987. Luke Sharp (texto) Gary Mayes (ilustraciones). Fighting Fantasy nº 27. Puffin books.

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