Una colección de cromos bastante
modesta pero divertida con la que la editorial Fher nos alegró un poco la vida allá
por el 83.
Guerreros del Espacio nos presenta 115
criaturas alienígenas y 10 naves dibujadas con un estilo un tanto ingenuo, pero
muy coloridas y variadas. Comienza con un prólogo que parece extraído casi en
su totalidad de una enciclopedia hablándonos de lo inmenso que es el universo
y de los miles de millones de mundos potencialmente poblados que lo componen, invitándonos
a conocer a algunos de sus posibles habitantes.
Lo curioso es que los seres que
se nos presentan están divididos en diez apartados, según el planeta o satélite
que habitan… que son todos mundos y lunas de nuestro sistema solar: Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Titán, y Tritón.
Esto
creo que se hizo con el fin de dar al álbum un cierto valor didáctico, ya que cada
uno de estos apartados comienza con otro breve texto en el que se nos dan datos
reales sobre ese mundo, como su diámetro, distancia al Sol, temperatura de su superficie,
etc, que nunca está de más, pero luego nos encontramos con que los cromos fueron repartidos entre estos apartados totalmente a voleo. Aparentemente no se siguió ningún criterio específico para asignar los seres a un mundo u otro.
Por ejemplo, en el primer capítulo, Mercurio, se nos indica muy correctamente que es el planeta más cercano al Sol, y sin embargo en los cromos correspondientes a este mundo (cada apartado tiene 12 o 13 cromos, según el diseño de página) vemos grandes masas de agua en dos de ellos, y vegetación en cinco. Teniendo en cuenta que la temperatura de superficie de Mercurio es de unos 350º durante el día y -170º durante la noche, el crecimiento de plantas en la superficie (y también el que haya seres vivos paseándose por ella) es bastante improbable. Pero eso es lo de menos. Los alienígenas que se nos muestran tienen un estilo grotesco e infantil muy agradable que hace que nos dé igual todo lo demás.
Por ejemplo, en el primer capítulo, Mercurio, se nos indica muy correctamente que es el planeta más cercano al Sol, y sin embargo en los cromos correspondientes a este mundo (cada apartado tiene 12 o 13 cromos, según el diseño de página) vemos grandes masas de agua en dos de ellos, y vegetación en cinco. Teniendo en cuenta que la temperatura de superficie de Mercurio es de unos 350º durante el día y -170º durante la noche, el crecimiento de plantas en la superficie (y también el que haya seres vivos paseándose por ella) es bastante improbable. Pero eso es lo de menos. Los alienígenas que se nos muestran tienen un estilo grotesco e infantil muy agradable que hace que nos dé igual todo lo demás.
Aunque en teoría todos ellos son guerreros, tal como nos indica el
título de la colección, la mayoría de los que portan armas parecen estar
mostrándolas como si las exhibieran ante un turista que va a sacarles una foto,
y los que están levantando una garra o haciendo algún gesto, parecen más estar
saludando que amenazando. Son también muy variados, y encontramos desde seres
armados con escudos y lanzas a otros empuñando fusiles de rayos o montados en pequeños
vehículos individuales. El primero de los seres de la colección, por ejemplo, se muestra ante
nosotros vistiendo algo que parece una túnica de senador romano mientras empuña
un enorme hueso como si se tratase de un cetro. Mas bizarro imposible.
Los cromos no tienen texto, solo una
serie de nombres que suponemos son los de la raza a la que pertenecen, pero todos
ellos muy parecidos en el fondo. Vistos con la perspectiva y mentalidad actual, parecen más algún tipo de código de clasificación general que verdaderos nombres.
En las páginas centrales hay una
lámina tipo poster con huecos en la ilustración que se completaba con otros cromos de forma irregular, y que representaba una base
espacial humana con astronautas trabajando en diversos equipos, con las clásicas ciudades-cúpula al fondo.
La peor parte de la colección es que al
carecer de un texto asociado, no se nos da ninguna explicación sobre los alienígenas,
con lo que todo queda a la imaginación del consumidor (lo cual tampoco es
realmente malo). Y que las ilustraciones que solían emplearse en estos álbumes para llenar huecos entre los cromos, aquí son sustituidas por imágenes en blanco y azul de los propios cromos, del mismo tamaño y alineados con el resto, dando a primera vista la sensación de faltar cromos por pegar aunque lo tengamos completo.
Guerreros del Espacio. 1983. José Peñuelas (ilustraciones). Domingo
Figueroa (textos). Editorial Fher S.A. 150 cromos.
Otra maravilla impresa para el deleite visual de aficionados a los monstruos, los aliens y las criaturas raras en general.
ResponderEliminarEste álbum tampoco lo conocía, así que es un gustazo descubrir estas joyas de papel con esas ilustraciones tan maravillosas.
Te felicito por contar con semejante pieza de coleccionismo en un estado bastante bueno, pues se ve que está perfectamente conservado.
¡Un saludo!
Gracias Pablo.
EliminarSi, está bastante bien. El pegamento de los cromos al envejecer ha transparentado y amarilleado algunas zonas, pero por lo demás está genial.
Gracias por documentarlo.
ResponderEliminarZe
De nada Ze, y bienvenido. La razón de ser del blog es, precisamente, dar a conocer este tipo de cosas.
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