¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Segundo libro de
la saga El último legionario. En esta ocasión, Randor y Glr se dejan caer en El
Enjambre, un asteroide con una tenue atmosfera en el que crecen parches de
un liquen del que se extrae un potente antibiótico llamado ossidin.
El asteroide está poblado por una pequeña comunidad de unas seiscientas
personas dedicadas a la extracción y procesamiento del ossidin, que luego envían
a Veynaa, su planeta natal.
La presencia de Randor y Glr allí se debe a que los
habitantes de El Enjambre, de forma totalmente inesperada, han decidido
declararse independientes de Veynaa y monopolizar el ossidin. Ante la negativa del
gobierno del planeta y la amenaza de una intervención militar, los seiscientos colonos
de El Enjambre declaran la guerra a los seis millones de habitantes de Veynaa, amenazándolos
a su vez con exterminarlos a todos si no aceden a sus demandas. Manifiestan
disponer de un “arma secreta” capaz de aniquilar toda la vida de Veynaa, y
estar dispuestos a usarla.
En su condición de mercenario, Randor se presenta
ante el consejo del Enjambre ofreciendo sus servicios en la guerra que se
avecina. En realidad, está allí porque todo el desarrollo de los acontecimientos
tiene el modus operandi del Señor de la Guerra.
Esto queda confirmado
cuando Randor conoce Quern, el cabecilla de la rebelión, un extraño personaje
llegado hace relativamente poco a la colonia, que se ha puesto a la cabeza del
consejo en un tiempo récord. Desde su escondite en la nave de Randor en la
órbita del asteroide, Glr detecta que este sujeto es un poderoso telepata, tanto como ella misma o quizá más, y que ha influido en las mentes del consejo
y la población de la colonia para empujarlos a la guerra. Por su parte, Randor
descubre que el arma secreta de la que alardean los colonos es la misma que se
usó para exterminar la población de su propio planeta: la radiación letal que
envolvió a Moros matando a todos sus habitantes.
Pero Randor no es el único en identificar
a su enemigo. Quern no cree en ningún momento la historia de Randor, y deduce
que está allí para sabotear su guerra. Pero finge aceptarle entre sus filas
para tenerle cerca y poder eliminarlo cuando se presente la ocasión de hacerlo
sin descubrir él mismo sus verdaderas intenciones. Y Randor, a su vez
consciente de todo esto, finge no serlo para permanecer cerca de Quern hasta
que se le presente la oportunidad de acabar con él sin poner en su contra a
toda la colonia.
Toda la historia
es básicamente un juego de apariencias y engaños, con algunos intentos de
asesinato por medio hasta que los acontecimientos se precipitan y se inicia el
conflicto. Resulta más lento que los otros libros de esta colección y es el que
menos me entretuvo, pero lo hizo.
Puedes leer un comentario sobre el siguiente libro de la saga pulsando aquí.
M
El Ala
de la Muerte sobre Veynaa. 1985. Douglas Hill (texto) Gerardo R. Amechazurra
(ilustraciones). Colección Aletea Junior nº 87. Editorial Altea.
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