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martes, 27 de agosto de 2019

RAM-MAN

LA COLECCIÓN DE FIERAS
Este singular individuo es uno de mis personajes preferidos de la versión de Masters del Universo que hizo Filmation, aunque la figura en particular es una de las peores que produjo Mattel en esta línea. La intención era desmarcarse un poco de las figuras anteriores, que básicamente eran distintas cabezas puestas en tres modelos de cuerpos, brazos y piernas recombinados, en diferentes colores y con diferentes complementos. 
M
La figura de Ram-Man, debido a sus particulares características, no comparte piezas con ninguna otra figura anterior o posterior. Ram-Man significa, literalmente, Hombre-ariete, y es un guerrero especializado en atacar estructuras y enemigos por el simple procedimiento de saltar contra ellos impulsado por sus fuertes piernas y embestirlos con la cabeza. 

La figura contaba con un mecanismo interno de muelle que permitía replegar las piernas dentro del cuerpo y liberarlas con un pequeño resorte, haciendo que, si lo estábamos sosteniendo por los pies, el torso se desplazara rápidamente unos 3,5cm, permitiendo derribar de un cabezazo a otra figura. Esto implicaba varias cosas, como que el torso estaba ahuecado para permitir alojar las piernas (carecía por tanto del giro de cintura característico de estas figuras) y que ambas piernas eran una sola pieza (lo que impedía colocarlo en la mayoría de los vehículos y animales de monta de la colección). 
Aparte del mecanismo de las piernas, solo los brazos estaban articulados, y la forma que se dio a su mano derecha solo le permitía empuñar específicamente su arma (un hacha) con lo que no podía sostener ningún arma o complemento de otro personaje.

Estéticamente no era nada atractivo. Con las piernas encogidas parecía un enano con los brazos anormalmente largos, como los de un gorila. Con las piernas estiradas mejoraba un poco, pero seguía teniendo un aspecto muy extraño. Su indumentaria, de verdugo medieval acorazado (el llevar un hacha como arma reforzaba esa imagen de ejecutor despiadado) tampoco parecía muy adecuada para un guerrero heroico.  

Mattel creó una historia básica para sus personajes, aunque terminó aceptando como canon la versión de Filmation aun cuando esta contradecía o ignoraba por completo su propia versión, debido a la enorme popularidad que alcanzó la serie animada. Una sabia decisión, porque de no ser por Filmation, muchos de los personajes de Mattel, como el mismo Ram-Man, seguramente habrían sido grandes fracasos y a día de hoy no serían recordados. 
Según Mattel, Ram-Man era un guerrero solitario que aparentemente vivía en un yermo desolado. Muy violento y fácilmente influenciable, veía como enemigos a todos los que se adentraran en lo que él consideraba su territorio. Tras un desafortunado encuentro con He-Man, que simplemente estaba de paso camino a una misión, Ram-Man era engañado por Skeletor para enfrentarse de nuevo a He-Man en busca de revancha. Finalmente comprendía que Skeletor le estaba manipulando y se rebelaba contra él, haciéndose amigo de He-Man y uniéndose al bando de los guerreros heroicos.

Filmation llevó al extremo esta característica de Ram-Man: en lugar de hacerlo muy influenciable, le otorgó una clara limitación intelectual. Ram-Man tenía un grado moderado pero bastante obvio de retraso mental. Era lento para entender las cosas, para cogerle el sentido a las conversaciones, y a menudo se mostraba confuso e indeciso. Nunca llegó a aclararse si esta era una característica de nacimiento o se debía a su peculiar modo de ataque a cabezazo limpio. En la serie de 2002, a esto se añadió un miedo infantil a la oscuridad no superado, consecuencia de haber quedado perdido durante varios días en unas cavernas.

Pero esto no significa que fuera para nada cobarde. Ram-Man era uno de los Master del Universo que más a menudo acompañaban a He-Man en sus aventuras. Siempre estaba dispuesto a echar una mano (o una cabeza) para ayudar a quien lo necesitara. Era uno de los mejores amigos tanto de Adam como de He-Man por separado, y aunque no se le hizo participe de la doble identidad de ése en ningún momento, hay un par de capítulos en los que llama “Adam” a He-man sin darse cuenta, y sin ser él mismo consciente de haberlo hecho.

Ram-Man tuvo muchos buenos momentos en Filmation. Es muy recordado en especial por el capítulo No tan ciego, en el que él y He-man pierden la vista y pasan a depender de un muchacho ciego de nacimiento para hallar la salida de unas cuevas en las que están atrapados. En un momento de descanso, Ram-Man da a entender que él mismo es consciente de ser, según sus propias palabras “Tonto no, pero si algo más lento que los demás” y vemos que se toma su repentina ceguera con bastante filosofía. Acostumbrado a enfrentarse a la vida y al mundo arrastrando una tara, no se hunde por que le caiga encima otra. Su grito de guerra “¡Esté listo o no, ahí voy yo”! es bastante representativo de su carácter.

Creo que, con su no muy afortunado aspecto y sus escasas posibilidades de juego, Ram-Man habría sido una figura olvidada por el público, pero Filmation lo convirtió en un personaje atractivo: un hombrecillo chaparro, algo bruto y bonachón que, en un mundo de héroes bellos e hipermusculados de físicos perfectos, era capaz de dar lecciones, sin pretenderlo siquiera, a más de uno de ellos.

Puedes ver otra figura de esta colección pulsando aquí.
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Ram-Man. Masters del Universo. Mattel. Presentado en blister. Tres puntos de articulación. 1980.

2 comentarios:

  1. No sé por qué tengo en mi memoria la imagen de ese muñeco, por lo que es posible que corra por casa. Recuerdo que, aparte de no saber quién era, no me gustaba demasiado porque era todo un bloque de muñeco y no se podía hacer mucho con él. Lo de las piernas no lo recuerdo, pero el huequito en la mano para su hacha sí. Ahora me da pena haber tenido esos pensamientos hacia él, sabiendo su historia. Si lo encuentro, le buscaré un lugar de honor.

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    1. La figura de Ram-man fue muy comun y todavia deben quedar muchos circulando por ahí u olvidados en garajes y trasteros.
      Aplaudo tu decisión. Si encuentras el tuyo, exhibelo con orgullo en una estanteria: ese humilde personaje forma parte indisoluble de la historia de una de las colecciones de juguetes más importantes que han existido jamás.

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