EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
La tercera
versión de los Condes Vampiro apareció en 2007, y parece un intento de hacer que nos olvidáramos de la segunda versión. Deshizo
todos los cambios que ésta había introducido y volvió a dejar las cosas mas o menos como al principio.
M
Los zombis, por ejemplo. Si en la 1ª versión los zombis
rodeaban a sus enemigos y en la 2ª dejaron de hacerlo, en la 3ª recuperan y mejoran esta característica. En lugar de desplazar las miniaturas
de un regimiento de zombis trabado en combate, creando nuevos y confusos frentes al recolocar los zombis de las ultimas filas en los flancos de la unidad rival, esta sufre impactos adicionales si pierde el combate y huye, para
representar a los que son atrapados por los zombis que estaban medio rodeándolos.
Los necrófagos,
a los que se había convertido en hostigadores (grupos que no avanzan en
formaciones cerradas sino de forma dispersa y desordenada) dejan de serlo. Lo
de tratar a los necrófagos de hostigadores fue uno de los pocos cambios de la
2ª versión que me pareció bien, porque la imagen de formaciones disciplinadas
no resulta muy adecuada para los necrófagos, pero el caso es que deshicieron
también este cambio.
El famoso
Carruaje Negro, que en la 1ª versión hacía un alarde de características especiales
y gadgets, y en la 2ª las perdía todas, ahora vuelve a tenerlas. ¡Incluso tiene
más que en la 1ª versión! Además de las clásicas cuchillas retractiles de los
laterales y los ataques especiales que van adquiriendo el conductor y los
corceles esqueleto, el carruaje podía llegar a convertirse en etéreo o,
literalmente, despegar y salir volando ante los atónitos ojos del enemigo, como si se tratara del trineo de Papá Noel.
Nuestros viejos
conocidos Vlad e Isabella von Carstein son una excepción, ya que no estaban en este libro en el
mejor momento de su relación. En el libro de los No Muertos ambos adquirían
Odio y Furia si el otro era destruido, y podían llegar a suicidarse tras el
combate por perder a su gran amor. En la 1ª versión de los Condes Vampiro
seguían ganando Odio y Furia si su pareja era destruida, pero ya no existía la posibilidad
de que se suicidaran por ello. En la 2ª versión aparecieron únicamente
como trasfondo, pero sin ser personajes jugables. En esta 3ª versión,
tansolo Vlad gana Odio y Furia si Isabella es destruida, mientras que ella pasa
bastante del tema si acaban con su marido. Y por supuesto, nada de suicidarse por amor. Este puede seguir siendo eterno y apasionado según su trasfondo, pero no queda reflejado por el reglamento, con lo que nos resulta menos tangible, menos real.
Las novedades
más interesantes de la tercera versión fueron el Varghulf y el Carro de
cadáveres. El Varghulf es un Strigoi extremadamente anciano, mutado y
degenerado, una masa de musculo que mastica y traga a sus presas sin tomarse la
molestia de sacarles primero la armadura. Una mala bestia rabiosa y sanguinaria
capaz de soltar mordiscos, zarpazos, patadas y cabezazos sin cesar en todas
direcciones, lo que a efectos del juego se traduce en que todos los lados de su
base se consideran su ángulo frontal. Esto implica que en ningún caso se le está
atacando por la espalda o por los flancos… ¡ni aun estando en contacto
peana con peana con un enemigo en cada uno de sus lados, se le considera rodeado o flanqueado! Y si tenemos en cuenta que Odia a todos los enemigos, es inmune a la psicología, causa Terror,
regenera sus heridas y ataca cinco veces por turno, no son muchos los adversarios que pueden permitirse
el lujo de tratar de rodearlo o aún siquiera cerrarle el paso.
El Carro de
cadáveres es, a pesar de su nombre y aspecto, un monstruo y no un carruaje. La
magia que lo anima convierte al propio carro, a los zombis que tiran de él y a
los cadáveres parcialmente animados con los que carga, en una sola entidad. Las
unidades de esqueletos y zombis cercanas al carro verán como sus efectivos
aumentan más rápido de lo normal, puesto que a medida que más cadáveres se
alcen para añadirse a la unidad, algunos de los propios cadáveres que transporta
el carro caerán e irán arrastrándose a unirse también a la unidad reforzada. El mismo carro tiene Regeneración, para
representar a los cadáveres del campo de batalla que van siendo recogidos y
cargados continuamente en el carro a medida que este avanza. No se cuál será su
efectividad real en combate, pero de cara al trasfondo me parece una adición
maravillosa a un ejército de muertos vivientes.
N
Este libro me hizo recuperar una
pequeña parte de la confianza en este tipo de producto que el libro de ejército
anterior me había hecho perder. Incluso me pasó por la cabeza la idea de seguir
coleccionando Libros de Ejercito de No Muertos/Condes Vampiros hasta tener al
menos nueve, porque nueve fueron los libros en los que Nagash dejó constancia de
los hechizos que se convertirían en la base de toda la nigromancia de Warhammer. Llegar a tener
nueve libros dedicados a los muertos vivientes me pareció una buena idea en su
momento, pero me quedé en cinco (el de los No Muertos, los tres de los Condes Vampiro y el de los Reyes Funerarios).
Me han comentado algunos jugadores de Warhammer que últimamente Nagash ha pasado a ser el “bueno” de la historia: el único lo bastante poderoso para unificar bajo su mando a todos los Clanes Vampiros y Reyes Funerarios, y frenar la invasión del Caos que amenaza con consumir todo el mundo Warhammer. Quizá busque alguna edición de El Fin de los Tiempos de segunda mano para añadir un nuevo Libro de Nagash a mi colección.
Puedes repasar otro libro de ejército pulsando aquí.
Warhammer: Condes Vampiro. 2007. Gav Thorpe (autor principal). Games Workshop
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