LA MALDICIÓN DEL ATAÚD

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Este es sin duda el más interesante de los librojuegos de Pesadillas que he tenido la oportunidad de leer hasta ahora. Está mucho mejor estructurado que el resto, y nos proporciona una aventura verdaderamente intrigante, dentro de sus posibilidades y de la franja de edad a la que está dirigido.

En esta ocasión somos un chico que está pasando el día en casa de su abuela. Una casa vieja en las afueras del pequeño pueblo en el que vive, cuyo patio trasero es colindante a la verja del cementerio. Y puede que sea solo nuestra imaginación, pero podríamos jurar que cada vez que las observamos, las lápidas del cementerio parece que están en una posición diferente…

Efectivamente, las lápidas se mueven. No solo eso, sino que los fantasmas de todo el cementerio van saliendo de sus tumbas uno tras otro y deambulando por la casa. Nuestra abuela no puede verlos ni oírlos, pero nosotros no tenemos tanta suerte. 

Una fantasma llamada Elvira se instala en nuestra propia habitación y se echa a dormir tan campante en la cama. Un grupo de ellos arma jaleo en la buhardilla. Vayamos donde vayamos, nos encontramos con fantasmas. Algunos están dedicados a sus propios asuntos, pero otros nos persiguen activamente por diversos motivos. Mientras todo esto sucede, las lápidas siguen moviéndose, reordenándose en hileras de modo que las iniciales de los apellidos que figuran en estas dan forma a un escueto mensaje, dirigido al parecer a tu abuela y a ti: M-O-R-I-R-E-I-S-P-R-O-N-T-O.

Deberemos averiguar que pretenden los fantasmas, y como evitarlo. En los otros librojuegos de En busca de tus Pesadillas que he leído, el texto es una sucesión de escenas más o menos relacionadas, pero en este todo forma una trama sólida. Debemos tener en cuenta cosas como las relaciones familiares entre los fantasmas y las fechas de su muerte para tomar la decisión correcta. Algunos de estos fantasmas estarán dispuestos a ayudarnos. Otros intentarán matarnos. Para otros solo seremos un estorbo o una diversión. Una buena historia, que a pesar de estar dirigida a un público infantil-juvenil sería una excelente base para una verdadera novela de terror.

Como suele ocurrir en los librojuegos para menores, las muertes tienden a ser mucho más imaginativas que las de los librojuegos para adultos. En una de ellas, un fantasma nos lanza gusanos en la cara en tal cantidad que nos llenan la boca y la nariz y morimos asfixiados. También podemos acabar enterrados vivos, petrificados, o malditos para siempre.

Hay una muerte en particular tan original, que resulta agradable hasta como final malo, el mejor de los malos finales posibles: paseando por el cementerio nos encontramos con el fantasma de un caballo, y tenemos la oportunidad de subirnos a su grupa. En cuanto lo hacemos, el caballo comienza a trotar alegremente por el cementerio, saltando sobre lapidas y pasando a través de muros. Es decir, él pasa inmaterialmente a través de muros. Nuestro personaje, subido a su grupa, se mata instantáneamente contra el primero y su cuerpo roto cae del caballo. Pero su espíritu no. El espíritu del personaje continua firmemente asentado a la grupa del caballo fantasmal, agarrado a sus crines cuando este termina de atravesar el muro, y ambos siguen cabalgando bajo la noche estrellada. 

El fin de la vida del personaje siempre es un final malo para el jugador, pero ¿Qué aguarda al jinete fantasma y su caballo? ¿Qué papel desempeñará en adelante en lo que sea que estén tramando los fantasmas que mueven las lápidas? Este es solo uno de los veinte posibles finales de la aventura, pero es el inicio de otra aún si cabe más interesante y sobrecogedora, que no obstante deberá desarrollarse por completo en nuestra imaginación.

¡Y ahora, una pesadilla triple pulsando aquí.

The Curse of the Creeping Coffin. 1996. R.L.Stine. En busca de tus pesadillas nº 8. Publicado en 1998 por Ediciones B.