MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 30 de septiembre de 2019

PESADILLAS EDICIÓN MONSTRUO 2

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!

Las Ediciones Monstruo de Pesadillas fueron tomos recopilatorios de tapa dura en los que se vendían juntos tres de estos libros por aproximadamente el precio de dos.  

Los tomos tenían nuevas portadas, en muchas de las cuales aparecía un mismo personaje; un esqueleto al que reconocíamos por lucir en el cráneo una pequeña cresta de cabellos rubios cortados a cepillo. Solía llevar encima alguna prenda de ropa o complemento (unas deportivas, unas gafas de sol, un pañuelo al cuello…) y habitualmente estaba acompañado por un gran bulldog.  Las portadas originales de los tres números incluidos en cada tomo aparecían en pequeño en la contraportada, junto a una breve sinopsis y (algo interesante) el número que correspondía a cada una de las historias en su edición española. 

Por lo general los tres libros eran consecutivos, siguiendo el mismo orden de publicación que tuvieron originalmente, pero en ocasiones se aprovechó que las historias se presentaban de tres en tres para reunir libros de temática similar o que se continuaban unos a otros. Por ejemplo, la Edición Monstruo nº 4 incluía los títulos Sangre de monstruo (Pesadillas nº 7)Sangre de monstruo II (Pesadillas nº 16), y Sangre de monstruo III (Pesadillas nº 21).

En este tomo, el nº 2, nos encontramos con las siguientes historias.

La casa de la muerte (Pesadillas nº 4)

Una familia al mismo borde de la disfuncionalidad se traslada al apartado pueblecito de Dark Falls (Cataratas Oscuras) para tomar posesión de una casa que han heredado tras la muerte de un tío cuya mera existencia desconocían. La casa es vieja y necesita reformas, pero es enorme comparada con su antigua vivienda. Los padres están encantados con la casa, pero los niños y el perro (los menores y los animales siempre son más perceptivos para estas cosas) notan inmediatamente que algo va mal. Josh siente un rechazo instintivo e indeterminado hacia la casa, Amanda ve y oye niños deambulando por ella, y Petey (el perro) le ladra a todo el mundo y se escapa a cada oportunidad que tiene.

Amanda y Josh conocen poco después a los chicos de su barrio, un grupo de niños y niñas un tanto siniestros. Todos ellos afirman haber pasado una temporada en su nueva casa, pero cambian rápidamente de tema cuando les piden explicaciones.

Tras otra de las escapadas del perro, Amanda y Josh lo encuentran finalmente en el cementerio. Se mueve con torpeza, apesta, y les gruñe como si no les reconociera. Mientras siguen a Petey por el cementerio tratando de atraparlo, comienzan a reconocer un tras otro los nombres y apellidos de sus nuevos amigos, los chicos del barrio, grabados en las lápidas. Uno de ellos aparece de pronto revelándoles que todos los habitantes del pueblo murieron y volvieron a algo parecido a la vida hace muchos años debido a un escape de gas tóxico de una fábrica de plásticos local. Desde entonces, cada año hacen venir al pueblo a una familia con el cuento de la casa heredada, puesto que necesitan consumir un poco de sangre fresca de vez en cuando para seguir existiendo.

La historia no está mal, pero tiene muchos huecos. Por ejemplo, si todo lo que necesitan de los recién llegados es su sangre, no se entiende que no los atrapen inmediatamente en cuanto se presentan, en lugar de demorarlo varios días dándoles la oportunidad de sospechar, hacer averiguaciones, o largarse con el coche. Y que a toda la población del lugar les baste con repartirse la sangre de dos adultos y dos niños para mantenerse todo el año, tiene más aspecto de ritual que de verdadera necesidad. Aparte que todos los que mueren en el pueblo se convierten también en muertos vivientes, con lo que cada año serán más a repartir esos pocos litros de sangre. No es de lo mejor de Stine, pero tampoco se hace pesado de leer.

¡No bajes al sótano! (Pesadillas nº 5) 

¡No bajes al sótano! ¡No subas a la buhardilla! ¡No recojas cosas del suelo! ¡No te acerques a los perros! Todos hemos sido niños y todos sabemos que no hay nada que nos anime más a hacer algo que el que se nos prohíba sin darnos ninguna explicación razonada. 

A Charlie y Margaret su padre les ha prohibido terminantemente bajar al sótano de la casa, en donde él mismo pasa casi todas las horas del día. Su madre está en otra ciudad haciendo compañía a su hermana, gravemente lesionada. 

Los chicos, sin apenas atención por parte de sus padres y con un misterio por resolver, hacen lo esperable, lo que cualquiera de nosotros hubiera hecho en su situación: bajan al sótano aprovechando una de las breves ausencias de su padre. 

Lo que encuentran es un cuidado jardín lleno de plantas extrañas. No ese tipo de plantas que mucha gente cultiva en su sótano para fines... digamos... ludico-medicinales... sino plantas que presentan rasgos animales. Algunas balancean o retuercen sus tallos, otras parecen sudar o ser cálidas al tacto, unas cuantas gimen como si algo les doliera o lloriquean como si estuvieran tristes. Por si esto no fuera suficientemente aterrador, el comportamiento de su padre es cada vez más extraño: duerme sobre un lecho de abono para plantas, se alimenta de sustratos vitaminados para el suelo, y en una ocasión en la que se corta, la sangre que brota de su herida es de un imposible color verde. 

Este es el primer libro de Pesadillas que leí y me gustó bastante. Lo tuve en formato individual, se lo presté a alguien, y no volví a verlos más (ni al libro ni al alguien).

La historia juega mucho a engañarte con las posibilidades, porque al principio parece que el padre esté dando rasgos humanos a las plantas, pero luego parece que él mismo se esté convirtiendo en planta. Pero claro, considerando estos dos hechos aparece un tercero. Si su padre tiene rasgos de planta y las plantas parecen estar volviéndose humanas, podría ser que el que ellos creen su padre sea en realidad una planta al final de su proceso de humanización, en lugar de un humano al inicio de su proceso de vegetalización. Una idea bastante rebuscada para un libro infantil/juvenil.  

La sonrisa de la muerte (Pesadillas nº 6)

Un grupo de chavales pasea aburridamente por las calles de su pueblo, sin nada que hacer, hasta que uno de ellos tiene la brillante idea de proponer a los demás entrar a la casa de Coffman. Esta es una gran y vetusta casona abandonada, la típica casa embrujada de todos los pueblos de este tipo. Al explorarla, encuentran en su sótano una extraña cámara de fotos con autorevelado que deciden llevarse. 

No tiene marca, ni modo alguno de abrirla para cambiar el carrete que, por otro lado, parece infinito. Lo más extraño de la cámara es que las fotos no reflejan la realidad. Las personas fotografiadas con ella aparecen en las imágenes heridas o lesionadas de algún modo, y poco después les ocurre algo que los deja en el estado que muestra la foto. Ocurre lo mismo con un coche nuevo, que aparece como estrellado en una foto y poco después su conductor pierde el control y lo estampa, dejándolo como lo mostraba la foto. 

Bastaría con no usarla, pero las situaciones en las que ésta parece dispararse accidentalmente en el peor momento posible se suceden con demasiada frecuencia. Además, alguien parece a acecharles. Un vagabundo del lugar llamado Spidey que aparentemente vivía en la casa de Coffman pretende recuperar la cámara. Los chicos comienzan a asustarse, y cuando el que tiene la cámara propone devolverla al lugar de donde la tomaron, casi todos se echan atrás. Solo dos de ellos se atreverán a volver a la casa de Coffman para tratar de enmendar su error. 

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Welcome to dead house / Stay out of the Basement / Say cheese and die! Pesadillas Edición Monstruo nº 2. 1996. R. L. Stine. Ediciones B S.A.

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