¡YO TENGO EL PODER! es, como indica su título secundario, un repaso a toda la historia de estos reyes del juguete que fueron los Masters del Universo. No solo su historia, sino también, por decirlo así, su prehistoria, ya que nos habla también de los inicios de Mattel, de los creadores del concepto base de la colección, y de sus fuentes de inspiración. Incluye cosas como bocetos conceptuales de las primeras figuras, fotos de prototipos que no llegaron a comercializarse, o reproducciones de las circulares que se entregaron a las jugueterías y comerciales presentando el producto.
Esperaba algo más convencional, porque, modestia aparte, creía tener un conocimiento bastante extenso en esta línea de juguetes en particular. Pero la cantidad de material que he descubierto aquí, que desconocía por completo, resulta avasalladora. Este libro me a supuesto una pequeña lección de humildad, que la verdad es que nunca viene mal para centrarse. Contiene también mucho material que llevaba tiempo buscando, como imágenes de la colección de cromos que venían con los chicles PepsiCo, de los que tuve varios y fui perdiendo con el paso de los años, tragados por el Portal de Tiempo que tantas cosas nos arrebata cuando somos más jóvenes y menos cuidadosos.
Los autores podrían haber ido a lo fácil. A llenar páginas y páginas con las mismas fotos que todos los aficionados a los Masters conocemos ya, a resumir todos los capítulos de una serie que ya nos sabemos de memoria. En lugar de eso se han arriesgado incluyendo material que quizá no todo el mundo encontrará interesante, como la lista de precios en pesetas de algunas de las figuras, o imágenes de los catálogos de jugueterías en los que se anunciaron por primera vez. Pero para los fans acérrimos de los Masters, estos datos son especialmente bienvenidos, precisamente por lo poco conocidos. O para los que vivimos esa época, por lo poco recordados.
Todavía estaré muchos días estudiando detenidamente este magnifico libro antes de bajar a depositarlo a la cámara más recóndita y rodeada de trampas de El Templo de los Pergaminos. Ya le he buscado el sitio, junto a otro libro que, por cierto, tengo pendiente de comentar desde hace tiempo, el de El arte de He-man y los Masters del Universo.
Y hablando de arte, no puedo dejar sin comentar que mi ejemplar de ¡YO TENGO EL PODER! vino acompañado de una lámina ilustrada del genial López Espí. Es una reproducción, obviamente (¡no van a mandar un original con cada libro!) pero viendo el cambio de brillo del color de la firma respecto al resto de colores de la lámina, estaría por asegurar que la firma fue hecha a mano sobre la reproducción. Y, además, lo que veis aquí: un par de pegatinas, un marcapáginas, una postal de Star Wars, y unas hojillas de publicidad lo suficientemente chulas como para conservarlas. Todo un detallazo.
Y qué más puedo decir salvo... ¡a la espera del segundo volumen!
¡Yo tengo el Poder! La historia de los Masters del Universo en España volumen uno (1984-1986). 2020. Pablo García del Rio, Francisco Gómez Santos, Alfonso Martínez García, Daniel Ramón Abril (autores principales). Rafael López Espí (ilustración de cubierta). The Force Books.
¡Me alegra saber que ya tienes tu ejemplar!
ResponderEliminarY me alegra todavía más el hecho de que hayas sido parte de este proyecto. ;-)
Sobre la lámina de López Espí, efectivamente, las firmó todas una a una manualmente sobre cada litografía.
Ahora espero y deseo que lo disfrutes. :-)
Estaba casi seguro de que la firma era a mano, pero tampoco quería hacerme ilusiones antes de hora. ¿Tenéis fecha prevista para el segundo tomo?
EliminarUy, no, no, ahora lo que queremos (y necesitamos) es descansar de estos tres años de trabajo, trabajo y más trabajo (con todo lo que ello conlleva). Dicen que todo lo bueno se hace esperar, así que ahora toca tener paciencia jeje...
EliminarPor cierto Ricardo, te lo comento porque algún compañero de los que han colaborado con nosotros no se ha dado cuenta. Si has leído los agradecimientos del libro, habrás visto que aparecéis tú y tu blog. ;-)
ResponderEliminarUn saludo.
Pues no los había leído. Y la verdad, no esperaba encontrarme entre ellos porque creo que no hice nada para merecerlo ¡pero gracias de todos modos! Siempre es agradable que se acuerden (para bien) de uno.
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