EL ORÁCULO DE LAS VISIONES
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por... Pecky.
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
¡Vamos con la tercera parte de la saga de los templarios sin ojos! O los blind
dead (muertos ciegos) como se los suele denominar en el mercado
internacional. Es de nuevo una historia sin relación directa con las otras,
pero conectada por la presencia de un grupo de esqueletos templarios.
Si
algo tiene esta saga, es que al menos resulta variada. En la primera teníamos a
un pequeño grupo de humanos enfrentados a los esqueletos en unas aisladas
ruinas, y tenía un final abierto difícil de continuar. En la segunda, era todo
un pueblo el que combatía contra una horda de jinetes esqueletos, y la trama quedaba
cerrada. En esta tercera, la acción transcurre en un viejo barco que navega
entre tiempos y dimensiones y nuevamente tiene un final abierto de
imprevisibles consecuencias, que la cuarta parte no continuará.
Una
compañía de productos deportivos tiene la genial ocurrencia contratar a
dos modelos y abandonarlas en altamar, en una de sus lanchas motoras. La idea
es esperar a que un yate o barco de pasajeros las encuentre para que las
recoja, y que ellas finjan haberse perdido. Una vez en tierra y al ser entrevistadas
por la prensa, afirmarán haber sobrevivido únicamente gracias a la excelente
robustez y calidad de la lancha. Seguro que nadie sospecha que se trata de un montaje publicitario ^_^U.
Pero
la lancha se interna en un banco de niebla muy extraño. Una niebla caliente,
agobiante, en medio de la cual divisan un antiquísimo galeón con las velas
destrozadas que se les viene encima. El galeón impacta la lancha y abre una
pequeña pero constante vía de agua. Una de las modelos aborda el galeón
inmediatamente, y la otra lo hace unas diez horas después, cuando la lancha
está ya medio inundada. Las dos serán víctimas de los tripulantes del buque,
que no son otros que un nuevo grupo de esqueletos templarios.
Poco
después el banco de niebla y el buque en su interior son localizados por tres
hombres y dos mujeres que han ido en busca de las modelos. Uno de los hombres
es un investigador que se encarga de llenar el metraje con charlas sin mucha consistencia,
pero interesantes, sobre la verdadera naturaleza de la niebla. Según él, no es
niebla. Lo que ocurre es que el buque genera a su alrededor una distorsión
temporal que le permite existir eternamente.
Esa distorsión modifica el aire haciéndolo
más turbio, de forma que se percibe como niebla. Sin embargo, el banco de
niebla solo es distinguible cuando ya estás dentro de él, no si se observa
desde la distancia. Hay un momento en el que los personajes, ya a bordo del buque,
ven desde la cubierta a un barco mercante relativamente cercano, y le gritan y hacen señales. Pero
nada del interior de la zona de distorsión, ni imágenes ni sonidos, pueden
salir de esta. Desde la perspectiva del mercante, ni el banco de niebla
ni el buque maldito son visibles.
El
buque, además de un tesoro, transporta una docena de ataúdes en los cuales duermen
los esqueletos templarios. Estos resucitan cada noche y
vuelven a sus ataúdes al amanecer. Para evitar que los humanos atrapados a bordo puedan
actuar contra los esqueletos cuando estos están inactivos, el buque hace que
estos caigan en un sopor que los obliga a dormir durante todas las horas de
luz. De este modo, los humanos solo tienen unos breves momentos para prepararse
antes de cada aparición de los esqueletos. Cuando finalmente los personajes consiguen
deshacerse de ellos, se activa lo que a todas luces es un sistema de
autodestrucción mágica del buque, que empieza a ser consumido por las llamas. Algunos
de los supervivientes lograrán ganar la costa a nado. Pero sus problemas distan
mucho de haber acabado...
Los
esqueletos de esta película son bastante diferentes a los de las dos entregas
anteriores. Son más lentos, menos vitales. Parecen más sirvientes del buque que
otra cosa. Las victimas a las que atrapan en la cubierta son arrastradas bajo
esta antes de matarlas, como si la sangre derramada tuviera como fin principal alimentar al buque, más que a ellos. Además, tras la autodestrucción del buque
vemos que los esqueletos han sobrevivido a este suceso, y que aparentemente ya
no están restringidos a actuar solo a determinadas horas. Los observamos deambular por una playa a plena luz del día.
La relación exacta entre los esqueletos y el
buque no se nos aclara (en realidad, nada se nos aclara) pero es otra película en
la línea de las anteriores. Otro eslabón más de esta extraña pero a mi modo de ver, encantadora saga, que puedes repasar desde el inicio pulsando aquí
El
buque maldito. 1974. Amando de Ossorio (guion y dirección) Jack Taylor (actor
principal) Barbara Rey (actriz principal). Ancla Films. Edición en DVD de 2007
por Filmax Home Video.
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