LA HOLOCUBIERTA
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡ALERTA DE EXXXTREMERZ!
Presentado por... Gelmerk.
¡Saludos, jugadores! ¿Estáis
listos para salpicaros una vez más de bilis y tripas? ¡Pulsad Start para empezar!
Splatterhouse 3 es
muy diferente a sus predecesores. Sigue habiendo bestias locas y amorfas, el ambiente
sigue siendo enfermizo, y no nos privaremos del placer de machar incontables
enemigos a puñetazo limpio, o auxiliados con algún arma retorcida. Conservaremos
todo lo bueno de los juegos anteriores, pero añadiéndole nuevos elementos.
Han pasado varios años desde
que Rick recuperó a su querida Jennifer. La vida les ha tratado bien en ese
tiempo. Tienen un hijo de unos cinco o seis años llamado David, y viven en una
gran casa de tres plantas. Todo lo ocurrido en los juegos anteriores comienza
ya a parecer más una pesadilla que algo real, pero los Seres del Vacío
reaparecen.
Un ejército de criaturas de pesadilla se esparce repentinamente por
toda la casa aislando a Rick y su familia unos de otros. Afortunadamente para
Rick (o tal vez no) también La Máscara reaparece y se produce su simbiosis
habitual. Rick necesita el poder que le da La Máscara para salvar a su familia,
y La Máscara necesita un cuerpo físico con el que enfrentarse a los Seres del
Vacío, por los que profesa un odio feroz.
El juego no es lineal, con
scroll horizontal como los anteriores. Tendremos que recorrer la casa buscando
primero a Jennifer y luego a David, pudiendo registrar las habitaciones a
nuestro criterio. Cada habitación contiene una serie de monstruos, y tan pronto
como acabamos con ellos podemos elegir por cuál de las puertas de la estancia queremos
salir.
Podemos explorar cada planta a nuestro gusto, yendo directamente a la
sala donde nos aguardan Jennifer o David, o entrando en todas y cada una de las
salas si nos apetece aplastar más monstruos o recrearnos con los detalles de la
decoración, que son muchos.
Pero la nuestra es una misión contrarreloj.
Si tardamos demasiado en llegar a cada uno de ellos, los encontraremos muertos,
o algo peor. El juego tiene varias escenas intermedias y finales diferentes, dependiendo de
si solo salvamos a Jennifer, si solo salvamos a David, si conseguimos salvarlos
a los dos, o si ambos mueren.
Disponemos de un mapa de cada planta, que
podemos consultar antes de abandonar cada estancia para orientarnos mejor. Si
pretendemos salvarlos a ambos esto es esencial, ya que, si volvemos a entrar
por error en una sala por la que ya pasamos antes, perderemos unos valiosos
segundos mientras recorremos una sala vacía… si está vacía claro, ya que,
dependiendo del nivel de dificultad escogido, las salas ya recorridas pueden o
no volver a contener enemigos si volvemos a pesar por ellas.
A medida que se nos agote el
tiempo, el juego nos irá mostrando imágenes fijas de Jennifer y David siendo
acechados por los monstruos de la casa. Y si tardamos demasiado, nos los
encontraremos ya muertos. Esto va creando líneas diferentes, que lo hacen muy
rejugable. También incrementa los diálogos entre Rick y La Máscara, gracias a
los cuales obtenemos información adicional sobre los Seres del Vacío. Es en uno
de estos diálogos donde se menciona por primera vez en la saga la importancia
de un eclipse como parte del ritual, algo en torno a lo cual giraría toda la
trama del remake de 2010.
Otras novedades son la
posibilidad de encontrar libros, esferas rojas y esferas azules que (respectivamente)
nos den vidas extra, rellenen nuestra barra de Resistencia, o la de Poder. El
Poder es una nueva puntuación que nos permitirá transformarnos momentáneamente
en una versión aún más fuerte con la que destrozar con mayor facilidad a los
enemigos.
Y lo de “destrozar” es literal. Los gráficos de los enemigos cambian
a medida que los golpeamos, y podemos ver como sus facciones se desdibujan, su
rostro (si es que tiene) se convierte en un amasijo de carne irreconocible, y sangre y otros líquidos
menos identificables brotan de sus heridas. Esto es interesante porque, aparte
de que resulta visualmente muy atractivo, cuando nos enfrentamos a varios
enemigos idénticos nos permite distinguir cuales están más dañados y centrarnos en acabar con ellos.
Hay menos armas que en los títulos anteriores, contando únicamente con un bloque de hormigón, un
garrote, un bate y un cuchillo de cocina. ¡Se echa especialmente de menos la motosierra del Splatterhouse 2!
No soltamos las armas automáticamente al cambiar de sala,
como ocurría en los juegos anteriores. Pero si tras empuñar un arma la soltamos
para lanzarla o por haber sido golpeados, pasado unos pocos segundos un espíritu ladrón acudirá a llevársela, por lo
que es vital recuperarlas tan pronto como las perdemos.
En realidad, en cada planta encontraremos una sala,
generalmente pequeña, donde varios de estos espíritus revolotean por el techo.
Cada vez que uno de ellos nos robe un arma en otra estancia, la llevará a esa sala,
que los espíritus emplean como almacén de su botín. Una vez localizada esta
sala en cada planta (y si no estamos jugando contra reloj para obtener los
finales buenos) podemos regresar a ella de vez en cuando para recuperar
alguna de las armas que nos hayan quitado.
Los monstruos incluyen un
repertorio de abominaciones entre las que encontramos cadáveres desnudos y
esqueléticos con la cabeza y las manos cortadas, una especie de enormes pollos desplumados con
grandes dientes en lugar de pico (yo los llamo cariñosamente despellepollos), unos
engendros que parecen humanos muy deformados, algo que quizá en su mundo de
origen sean el equivalente a perros, y otras criaturas inclasificables.
Los escenarios son más
“normales” que en los juegos anteriores. Los Seres del Vacío hace poco que han
irrumpido en la casa, y la realidad de esta apenas ha comenzado a
transformarse. Aun así, vemos cadáveres por los suelos, desgarrones en las
paredes, y elementos sobrenaturales. Estos son cada vez más comunes según
avanzamos, siendo las primeras estancias que recorremos casi normales (incluso
elegantes) y apreciándose cada una degeneración cada vez mayor a medida que
transcurre el juego. Algunos de las cosas que es posible encontrar (aunque para
verlas deberemos desviarnos del camino más directo hacia nuestro objetivo) son:
*Una versión fantasmal y
translúcida de Rick, que permanece en una habitación sin hacer nada ni
reaccionar a nuestra presencia.
*Una chica fantasma tocando un
piano. Si nos acercamos mucho a ella lanza un grito escalofriante y escapa de
la estancia.
*Varios cuadros famosos de Goya repartidos en las habitaciones, como Saturno devorando a sus hijos, o La maja vestida.
*Un cuartito en el que, poco después de entrar, un cuerpo ahorcado desciende lentamente del techo. No podemos interactuar con él de ninguna forma.
El ir buscando las estancias
donde se dan estas situaciones consume tiempo, y probablemente nos haga
fracasar si pretendemos encontrar vivos a los otros personajes. Pero tendremos
que jugar muchas veces solo para lograr llegar vivos al final, y muchas más
para hacerlo salvando las vidas de nuestra mujer e hijo, por lo que no debería
haber inconveniente en dedicar también algunas partidas a explorar el entorno, olvidándonos
del límite de tiempo.
En términos generales es un
juego más fácil que sus predecesores, ya que nuestra movilidad por la pantalla
es mayor, pareciéndose más al de los clásicos juegos de lucha como Double
Dragon o Streets of rage. Cuando llevamos varias partidas y conocemos mejor el
mapeado y los enemigos, podemos ir adecuando nuestra ruta a través de las salas cuyos
ocupantes nos resulten más fáciles de derrotar.
Tenemos también ataques
especiales de los que carecíamos en juegos anteriores, como agarrones, lanzar a
los oponentes, patadas giratorias... Y la barra de Poder, que nos permite
reservar la transformación en un ser más fuerte para aquellos momentos en que
más lo necesitemos, es también una gran ayuda. En pocas palabras, tenemos
muchas más opciones, lo que siempre hace los juegos más accesibles, porque
permiten más libertad y distintas tácticas de juego a la hora de afrontarlos.
Esto hace que pierda parte del encanto que tenían los anteriores, que era
precisamente esa agobiante dificultad que nos obligaba a ser extremadamente
precisos y hasta a “jugar con miedo”. Pero cuidado, incluso siendo el Splatterhouse
clásico más fácil, sigue siendo endiabladamente difícil. Si escogemos el nivel de dificultad
más alto, además, se añaden una serie de pantallas llamadas “La Zona Extraña” en
las que, aparentemente, Rick pasa súbitamente a otro plano o lugar en el que
debe luchar con nuevos grupos de enemigos. Una vez derrotados continuamos el
juego donde lo dejamos.
A lo largo de la partida, a
medida que la historia se nos va revelando, descubrimos que los Seres del
Vacío han venido esta vez a por David. Al parecer el hijo de Rick tiene un gran
potencial psíquico, y eso lo convierte en un elemento clave en un ritual que
liberara por todo el mundo a los mismos seres que ahora plagan nuestra casa.
Tras buscar a David por la tercera planta, el sótano, y unas misteriosas
catacumbas que resulta haber bajo este (también es casualidad) terminaremos
aplastando a un enemigo final que recuerda mucho uno al que nos encontrábamos
en El Vacío de Splatterhouse 2, y del que no podíamos hacer sino huir.
En esta ocasión, quizá por estar en nuestro mundo y no en el suyo, sí es posible
destruirlo, aunque no resulta fácil hacerlo.
Tras detener el ritual, La Máscara
nos felicita por el trabajo… y por haberle despejado el camino para poder
dominar el mundo.
Tal como ocurrió en el primer juego, la maldad acumulada en
La Máscara abandona esta y toma una forma corpórea con la que debemos combatir,
al mismo tiempo que La Máscara en sí continúa prestándonos sus poderes para que
acabemos también con esta emanación de sí misma. La destrucción de esa forma
corpórea provoca también la de La Máscara, que estalla en pedazos como si fuera
de cristal ¿por ultima vez?
En principio sí, puesto que en teoría el Splatterhouse de 2010 es un remake del primero, no una continuación del tercero, pero nada es
tan sencillo cuando los Seres del Vacío están por medio...
Splatterhouse 3. 1993. Taiji Nagayama (director) Haruo Ohiri (Programador principal). Aparecido como extra desbloqueable en el juego Splatterhouse de Xbox 360.
No hay comentarios:
Publicar un comentario