MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

domingo, 19 de julio de 2020

OASIS DE ESCLAVAS

EL TEMPLO DE LOS PERGAMINOS
¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Presentado por… el profesor Plot.
Saludos, ávidos lectores.

Una aventura espacial genuina y entretenida, muy influenciada por el ambiente general de Star Wars, como casi toda ciencia ficción de los ochenta. Como es habitual en los bolsilibros futuristas de Rafael Barberán, varios de los personajes y lugares tienen palabras catalanas como nombre propio.
La historia tiene lugar en el planeta Nuvol (nube), concretamente, en el vasto desierto Groc (amarillo). Allí, cientos de kilómetros en el interior, se alza una gran fortaleza, refugio de piratas y bandidos cósmicos. Un lugar sórdido, repleto de maleantes de todas las razas, incluida la humana, dedicándose a tramar fechorías y hacer trapicheos. 

La función principal de la fortaleza, a la que se conoce simplemente como “el oasis”, es la de punto de compraventa de esclavos. Este bolsilibro se escribió dos años después del estreno de El retorno del jedi, y tal como nos la describen, es muy difícil no imaginarse esa fortaleza como el garito de Jabba el Hutt, pero cien veces mayor.

Mediante una conversación entre dos personajes, se nos explica indirectamente que en esa época los robots de trabajo resultan mucho más baratos y eficientes que los trabajadores orgánicos. El trafico de esclavos sigue existiendo para satisfacer las perversiones de los compradores. Se venden para abusar de ellos, torturarlos, y en algunos casos, devorarlos.

Los protagonistas son un aventurero a sueldo llamado Clam (clamor, griterío), su socio Trullol (esto sí es un apellido catalán), y el androide Capgros (renacuajo). Un rico comerciante ha contratado a Clam para que rescate a su esposa. Esta ha sido raptada por unos piratas para ser subastada en el oasis.

La intención de Clam es infiltrarse en el lugar como un comprador más, localizar a la mujer, y huir con ella sin armar demasiado alboroto. Tiene además una autoimpuesta misión secundaria: borrar el oasis de la superficie del planeta. Dispone de un detonador atómico temporizado de poder suficiente para desintegrar la fortaleza, junto con todo lo que contenga, y pretende situarlo y activarlo poco antes de abandonar el oasis. Eso aniquilará también a los cientos de prisioneros inocentes que se encuentren allí en ese momento para ser vendidos, pero Clam considera que su muerte quedará equilibrada por los miles que se ahorrarán el sufrir la esclavitud durante los años venideros.

Una vez dentro del oasis, Clam y su socio tienen un encontronazo con Ferotge (feroz). Este es un criminal de baja estofa, sanguinario y vengativo, con el que Clam ya ha tenido que tratar en el pasado. Esta vez es diferente, porque Ferotge ha ido acumulando riqueza y poder hasta convertirse en uno de los doce lideres esclavistas que controlan el oasis. 

Trullol pierde el temple por una pulla que le lanza Ferotge, y le suelta un puñetazo en la cara. Un incidente típico en el oasis al que nadie da mucha importancia, pero es una sentencia de muerte para Clam y su socio. Sabiendo que Ferotge y sus sicarios tratarán de asesinarlos en los próximos días, Clam se ve obligado a acelerar sus planes.

Tenemos además la subtrama del romance entre Clam y Hara, una vendedora de esclavos. Ambos sienten una gran atracción hacia el otro, pero son incapaces de renunciar a su forma de vida para estar juntos. Clam considera la esclavitud como una abominación que debe ser totalmente erradicada. Pero Hara proviene de una familia de esclavistas, ha sido criada desde niña en ese ambiente. Para ella raptar gente para después venderla es tan natural como pueda serlo para un agricultor recolectar y vender patatas, hasta el punto de no ser capaz de entender que lo que hace pueda ser considerado por alguien como un delito.

Una historia bastante entretenida, llena de alienígenas extraños, bebidas exóticas, individuos patibularios, y una gran explosión al final. Admito que me encantan las grandes explosiones, siempre que tengan una justificación en la trama.

Puedes ver otro libro de este autor pulsando aquí.

Oasis de esclavas. 1985. Ralph Barby [Rafaél Barberán] (texto). Héroes del espacio nº 232. Editorial Bruguera S.A. 

4 comentarios:

  1. No entiendo la lógica de las portadas de los bolsilibros. En uno titulado, por ejemplo, "El monstruo de la selva" puede aparecer una bella señorita huyendo entre la maleza con la ropa hecha jirones, pero ni rastro del monstruo, y en éste que se llama "Oasis de esclavas", no se vislumbra ni de lejos a las susodichas esclavas (y ya que estamos, tampoco al oasis). Teniendo en cuenta que el potencial público de la época estaría más interesado en las esclavas que en otra cosa, me extraña que no añadieran un reclamo visual al ya sugerente título.

    Y por cierto que cambiar "Barberán" por "Barby" para que suene inglés, no es precisamente la opción que yo habría elegido.

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    1. Las portadas muchas veces no tenían relación con la historia. Escritores e ilustradores trabajaban a destajo y por su cuenta, sin coordinarse. Cada uno producía todo lo que podía. Cuando un librito estaba listo para publicarse, alguien buscaba entre las ilustraciones genéricas disponibles una que mas o menos encajara con el texto. Y si no había ninguna en reserva que quedara bien, ponían una cualquiera. Hay veces que texto y portada coinciden milagrosamente, pero también hay muchos casos en los que no tienen nada que ver. Te aseguro que más adelante verás en el blog casos de portadas muchísimo más alejadas del texto que esta ^_^U

      Lo de "Barby" podría deberse a que Barberán y su mujer compartían seudónimo. Él escribía los bolsilibros de Terror y Ciencia Ficción, su mujer los Románticos, y al parecer los del Oeste los hacían a medias. Todos se entregaban firmados como Ralph Barby. Quizá lo de darle un toque femenino al seudónimo vinera por eso, pero no hay modo de saberlo.

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  2. Vaya curiosidad de título...da que pensar.

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