MENSAJE DEL SUPERVISOR GENERAL: todas las fotos que aparecen con la dirección de este blog sobreimpresionada son de artículos de mi propiedad y han sido realizadas por mí. Todo el texto es propio, aunque puedan haber citas textuales de otros autores y se usen ocasionalmente frases típicas y reconocibles de películas, series o personajes, en cuyo caso siempre aparecerán entrecomilladas y en cursiva. Todos los datos que se facilitan (marcas, fechas, etc) son de dominio público y su veracidad es comprobable. Aún así, al final de la columna de la derecha se ofrece el típico botón de "Denunciar un uso Inadecuado". No creo dar motivos a nadie para pulsarlo, pero ahí esta, simplemente porque tengo la conciencia tranquila a ese respecto... ¡y porque ninguna auténtica base espacial está completa sin su correspondiente botón de autodestrucción!

lunes, 2 de noviembre de 2020

LABERINTO

 ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS

                                           Presentado por… Wormy & Leechy.
 

Saludos, vertebrados

Hoy os traemos la versión de 2007 de Laberinto. El juego apareció originalmente en 1986 y desde entonces han ido saliendo unas cuantas variantes. Tenemos también la versión de 2001, pero de esa nos faltan algunos elementos, y los únicos cambios entre una y otra son meramente estéticos.

El juego tiene una mecánica muy sencilla. Cada jugador recibe al inicio de la partida una serie de cartas en la que aparecen diversos elementos del laberinto: tesoros, objetos, habitantes… estas cartas indican todo aquello que deben encontrar. Hay veinticuatro de estas cartas, y se reparten a partes iguales entre todos los participantes: doce cartas si son dos jugadores, ocho sin son tres, y seis si son cuatro.   

Los mismos seres y objetos que aparecen en las cartas están impresos en las casillas del tablero. El objetivo de cada jugador es recorrer el tablero pasando sobre todos los elementos que le corresponde encontrar. A primera vista no suena muy difícil. Veamos donde está la trampa…

¡La trampa es todo el tablero! Se trata de un conjunto cuadrado de cuarentainueve casillas, pero solo dieciséis de ellas están fijas. El resto son fichas de cartón grueso que al inicio de la partida se van tomando al azar y colocando entre los huecos que forman las casillas fijas. Sobra una, pero esto es algo intencionado.

En su turno, cada jugador toma esta ficha sobrante y con ella empuja desde fuera del tablero una de las filas o columnas formadas totalmente por fichas sueltas, ya que las fijas están pegadas al tablero y son inamovibles. Esto desplaza todo un conjunto de siete casillas, cambiando el recorrido, además de añadir esa casilla sobrante al tablero y sacar otra de este.  

El jugador puede entonces desplazar la figura que le representa. Parte desde una de las esquinas del tablero, y puede desplazarse cada turno sobre cualquier cantidad de casillas, siempre que estén conectadas unas con otras. Si logra llegar hasta uno de los elementos que está buscando, se detiene y su turno termina. Si no logra alcanzar ningún elemento, puede desplazarse hasta cualquier punto del laberinto (al que pueda llegar, siguiendo siempre los caminos existentes) desde el que crea que quedará mejor situado para seguir su búsqueda en turnos posteriores. El ganador es el primero que, habiendo encontrado todo lo que buscaba, salga del laberinto por su misma casilla de inicio.

En este ejemplo, el primer elemento que debe encontrar el jugador azul es el cofre del tesoro (como indica su carta en la parte superior izquierda de la foto de arriba). Este se encuentra dos filas de casillas por debajo de donde está, y cuatro columnas a su derecha. Para llegar hasta el cofre, introducimos la ficha sobrante en el tablero a la altura de la segunda fila.

  

Esto empuja un espacio hacia la derecha todas las casillas de esa fila, expulsando a la ultima de ellas fuera del tablero. El recorrido así modificado nos permite llegar hasta el cofre. El siguiente paso es situar nuestra figura sobre la casilla del cofre del tesoro, que será la posición de salida de nuestro próximo turno. A continuación, volteamos la siguiente carta para descubrir que nuevo elemento debemos buscar. 

Naturalmente, cada jugador tratará de configurar su propio camino, por lo que inevitablemente se irán molestando unos a otros. La única limitación a la hora de modificar el laberinto, es que no se puede alterar la misma fila o columna movida en el turno anterior para dejarla tal como estaba. Es decir, no se puede deshacer la modificación al laberinto del jugador anterior. No hay nada que impida, en cambio, desplazar de este modo casillas sobre las que se encuentre otro jugador (o el propio). Si un personaje se encuentra en la casilla que es sacada del tablero, su figura se recoloca sobre la casilla recién añadida.  

Además de esto, nosotros encontramos divertido el ir justificándole sobre la marcha a los otros jugadores el motivo por el que estamos buscando cada objeto. Por ejemplo, si nuestro primer elemento a encontrar es un cráneo con huesos, podemos decir que estamos buscando los restos de un antiguo mago que entró al laberinto y nunca volvió a salir. Si al cumplir este objetivo lo siguiente que tenemos que encontrar es una rata, podemos decir que ahora vamos a buscar a la rata que se lo comió para que nos cuente algo sobre él. Si el elemento que sigue a la rata es un anillo, podemos decir que la rata nos cuenta donde escupió el anillo del mago tras comerse la carne, etc. No es necesario, pero es un divertido ejercicio de imaginación y ha dado lugar a numerosas historias bastante extravagantes y unas cuantas carcajadas generales.

Laberinto (versión 2007). Max J. Kobbert (autor) Joachim Krause (ilustraciones). De dos a cuatro jugadores a partir de siete años. Ravensburger.

4 comentarios:

  1. Hace tiempo que veo este juego en las tiendas y me llamaba la atención, pero nunca me he parado a mirarlo o buscado información sobre él.
    Me parece muy ingenioso pese a su sencillez y encima los elementos hay que buscarlos por orden, cosa que suma dificultad. Yo pensaba que podías ver todos tus elementos e ir haciendo sobre la marcha.

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    1. Se da como opcional (para jugar con niños o dedicándole menos tiempo a la partida) el ver desde el inicio todo lo que tienes que buscar e ir a por ello en cualquier orden según te convenga. También el que una vez se ha encontrado todo, se pueda salir del laberinto por cualquiera de las esquinas, en lugar de tener que volver a tu esquina de inicio.

      Al ser bastante sencillo (el planteamiento, la partida ya es otra cosa) se pueden ir introduciendo variaciones con mucha facilidad. En casa hemos jugado sacando todos una primera carta que nos indica sobre que elemento no podemos cruzar nunca cada uno (por el motivo que nos inventemos) y el resto de cartas que nos toque, ser elementos a encontrar como de costumbre. Esto deja a cada jugador con un objetivo menos, pero también con una casilla que es un obstáculo permanente.

      Otro cambio algo mas elaborado que hicimos fue asignarle efectos a la mayoría de los elementos (hicimos una lista que tengo por algún lado). Los efectos solo tenían lugar si la casilla en la que te detenías contenía lo siguiente que estabas buscando. Los tesoros (cofre, bolsa de monedas, corona, esmeralda, etc) basta con encontrarlos. Otros eran enemigos a los que había que derrotar con una tirada de dado al inicio del siguiente turno y si no lo lograbas, no te desplazabas y debías volver a intentarlo al próximo (rata, araña, murciélago: 2+. Duende 3+. Troll: 4+. Dragón: 5+, etc). Y el resto tenían efectos diversos cuando llegabas hasta ellos (Hada madrina: juegas otro turno. Espada: +1 a los combates a partir de ese momento. Casco: la próxima vez que falles una tirada de combate puedes repetirla, etc). Cosas así.

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    2. Este juego es un clásico, tiene no menos de 20 variantes o versiones, de las que yo he jugado las más sencillas con mi hijo, pues en principio está orientado al público infantil. Aparte, tengo el de cartas,pero este original es quizá el mejor de todos.

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    3. Sabia que tenía unas cuantas variantes, pero no pensé que fueran tantas. Imagino que será como el Monopoly, el Operación o el Cluedo, que cada cierto tiempo sacan una nueva versión temática o con pequeños cambios. Los dos que yo tengo se juegan exactamente igual, solo cambian las ilustraciones. Estos dos los encontré en mercadillos. El de cartas también lo tengo, pero ese lo compré en Islandia, junto a con un juego de mesa de guerreros vikingos la mar de chulo.

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