EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
Bienvenidos, amigos cinéfagos.
El abominable Dr.
Phibes es en mi opinión una de las mejores películas de Vincet Price, al que en
su época se apodó, y con toda la razón “El Príncipe del Terror”.
Nos cuenta la
historia de Anton Phibes, un famoso concertista de órgano que lleva a cabo
una desproporcionada venganza contra las nueve personas que él considera
responsables de la muerte de su mujer: el equipo de cirujanos que la operó tras
sufrir ella una enfermedad crónica.
Phibes no es solo un músico excepcional, es también un inventor brillante, capaz de idear los más sorprendentes artilugios. Ha creado una orquesta de autómatas que amenizan las largas horas que pasa planeando su siguiente movimiento, y tras perder las cuerdas vocales, ha encontrado el modo de hablar conectando su garganta a un fonógrafo. Embozado en una capa, desfigurado, obsesionado y recluido tras fingir su muerte, es como un cruce entre el Fantasma de la Opera y el profesor Moriarty.
Cuenta además
con la ayuda de Vulnavia, una elegante y silenciosa dama. No se nos revela nada
sobre ella, ni la oímos pronunciar palabra, pero se hace entender a base de
sencillos gestos, sonrisas y miradas. No parece ser real, y quizá se trate de una
creación de Phibes, su obra maestra de la mecánica. Podría ser también alguna
clase de espíritu o un ente sobrenatural capaz de corporizarse, ya que la ropa que
lleva puesta cambia de un segundo al siguiente, como si ella misma o Phibes
eligieran su apariencia a cada instante. Más enigmática aún que el propio
Phibes, al que sirve con una devoción absoluta, Vulnavia es el gran elemento psicodélico
de la historia.
Phibes, que también
tiene una vena teatral, ha decidido vengarse de cada miembro del equipo de
cirujanos inspirándose en una de las plagas bíblicas que asolaron Egipto:
ulceras, murciélagos, ranas, sangre, granizo, ratas, bestias, langostas, y la
muerte del primogénito. La última de las plagas, las tinieblas, la reserva para
sí mismo, a fin de descansar junto a su amada cuando su venganza esté cumplida.
Además de Phibes, Vulnavia, y el jefe del equipo de cirujanos, al que se da más relevancia que al resto de victimas, encontramos otro personaje interesante en el detective Trout, de Scotland Yard.
Trout es el encargado de investigar las extrañas muertes. Es un personaje bastante divertido, que siempre trata de ir un paso por delante de Phibes pero siempre está un paso por detrás. A pesar que es el principal obstáculo de Phibes, este no atenta contra su vida en ningún momento, porque él mismo no se considera un asesino, sino un vengador.
La película es
sencillamente una delicia para cualquier amante del buen cine clásico de misterio. Tiene toques de humor muy bien repartidos, con lo
que resulta graciosa sin ser una película cómica. La banda sonora es melancólica, y se queda dando vueltas en la
cabeza durante mucho tiempo. La mentalidad y métodos de Phibes harían palidecer
a villanos como el Joker o Jigsaw, y la presencia de Vulnavia, que constituye el mayor
misterio de todos, es a la vez encantadora y desconcertante.
No hay forma de
saberlo, claro, pero creo que esta película influyó decisivamente en muchas
obras posteriores. El psicópata de Seven, por ejemplo, llevaba a cabo sus crímenes inspirándose en los siete
pecados capitales, reservando el último de ellos (la envidia) para sí mismo, tal
como Phibes se reserva a si mismo la muerte por tinieblas.
La saga Saw, en la que las
victimas mueren en su mayor parte debido a rebuscados mecanismos, o se ven obligados a
automutilarse para escapar, me recuerda también a esta película, obviando las
grandes diferencias de efectos y presupuestos. Especialmente la muerte del
primogénito, en la que uno de los cirujanos tiene seis minutos para salvar
a su hijo, operándole para obtener una llave que Phibes ha colocado adherida al
corazón del muchacho.
La película termina con la muerte de Phibes... pero para un genio de tal calibre, morir es solo parte de su plan, como veremos tan pronto como pulsemos aquí.
The abominable
Dr. Phibes. 1971. James Whiton, William Goldstein (guion) Robert Fuest
(dirección) Vincent Price, Peter Jeffrey, Joseph Cotten (actores principales)
Virginia North (actriz principal). American International Pictures.
Ya la he pedido en la biblioteca 😊
ResponderEliminarGenial. Cuando la veas pasa por aquí a comentar que te ha parecido (o coméntala en tu propio blog) y así comparamos impresiones.
EliminarLa acabo de ver, que entre los festivos de Navidad y todo tardó más de tres semanas en llegar la película.
EliminarMe ha gustado mucho, cómo está contada la historia, empiezas sin saber nada ni porqué están muriendo médicos ni quién toca el órgano a todas horas como si celebrara la muerte. Los toques de humor son muy sutiles, por lo que no rompen la seriedad de la película y del caso.
Sé que hay una segunda parte gracias a tu blog, pero la considero totalmente innecesaria, tiene un final totalmente cerrado y es perfecta tal y como está (aunque encuentro muy exagerada la muerte por langostas, quizá el único fallo que le veo).
Y comparto contigo las similitudes con las sagas de terror actuales. Todos los mecanismos e inventos y, por supuesto, la muerte del primogénito no son originales de Jigsaw (por favor, esa máscara de rana...) y el basarse en las plagas también es un argumento muy socorrido. Como hablábamos hace poco, está todo inventado.
Otra pega que le puedo poner es que no soporto que en las carátulas aparezcan escenas que luego no salen en la peli. Además, que vista la película, la escena del beso que aparece en portada no tiene ningún sentido, además de que es un destripe total de Phibes aunque algo te vayas imaginando.
No me enrollo más, muchas gracias por tus recomendaciones cinéfilas, estoy descubriendo muchas cosas nuevas que me están gustando mucho :)
El castigo de las langostas sí es algo raro. Entiendo que el puré de vegetales que prepara Phibes es lo que las atrae y las incita a comerse a la enfermera. Lo raro es que esta no se despierte con los primeros mordiscos, aunque ella se toma un somnífero antes de acostarse. Puede que Phibes, previsor como es, le cambiara previamente los somníferos por otros mucho más potentes, para dejarla casi comatosa mientras las langostas se la comían.
EliminarLa muerte que a mí más me intriga es la del chofer del hombre al que castiga con el granizo. Phibes no mata a los criados de ninguna otra de sus víctimas, y podría haberse librado del chofer sin matarlo, con un gas somnífero, un dardo tranquilizante, o cualquier cosa similar. Cuando habla con el cirujano jefe, Phibes le dice algo como “Yo habré asesinado nueve veces en mi vida. ¿A cuantas personas ha asesinado usted?”. Da la impresión que al decir “nueve veces” está incluyendo al castigo del primogénito, que en realidad aún está vivo. Pero en ese momento ya ha matado nueve veces contando la absolutamente innecesaria muerte del chofer, en la que, en ese momento de tensión, el cirujano jefe no piensa. Creo que en el fondo Phibes quería el chaval se salvara. Que el ultimo castigo era en realidad la angustia del padre, no la muerte del hijo, y se trataba más bien de una maniobra de distracción para mantenerlos ocupados a todos mientras él se encerraba en su cripta automática.
Por cierto. Tu madriguera ya tiene biblioteca y ludoteca ¿para cuando una videoteca?
Cierto, cuando he visto lo del chófer he pensado que se rompía el esquema, pues él no participó en la muerte de Victoria y no lo merecía. No llego a entender hasta dónde llega el "poder" de Vulnavia, porque según cómo, ella podría haberlo hechizado o distraído o, sino, dejarlo ko, pero vivo.
EliminarYo pensaba que el hijo no sobreviviría y así el doctor viviría con la pena y el tormento toda su vida de no haber podido haber hecho más por él y que se sintiera culpable. Esto no modificaría la "escapatoria" de Phibes, pero a cambio salvaría a Vulnavia y daría un sentido a que apareciera en la segunda (ya dije que para mí innecesaria) y no le otorgaría ese halo de sobrenatural sino que abriría más interrogantes del estilo ¿Quién o qué es? y ¿Qué ha estado haciendo, y dónde, todo este tiempo que Phibes ha estado en la cripta?
Sobre la videoteca, hace tiempo que lo estoy pensando, aunque no veo tantas películas ni series como antes. También quería abrir un museo... pero si la ludoteca la tengo tan parada, sobre todo por falta de tiempo (y las condiciones actuales que no permiten socializar), no quiero pensar cómo tendría una videoteca...
Para Vulnavia, lo de morir parece más un pequeño contratiempo que algo definitivo, como perder el autobús para ti o para mí. Ya se que no consideras necesaria la segunda película, pero en esta, a Phibes le basta con llamarla para que ella reaparezca. Y si no ha reaparecido antes, probablemente se deba a que Phibes estaba "muerto" y por tanto nada la impulsaba a manifestarse de nuevo en nuestra realidad. Uno de los pilares de la película, para mí, es precisamente que el personaje más misterioso (y probablemente, poderoso) de la historia, es un personaje secundario que parece feliz simplemente con estar al lado de Phibes y ayudarle a conseguir sus objetivos. Como una extraña versión de ángel de la guarda.
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