EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
Los Guerreros del Bronx es una película italiana
de 1982, de la época en la que estaban de moda tanto las historias postapocalípticas
como las de guerras de bandas. Esta tiene un poco de cada. Nos muestra un futuro
(era una proyección de solo ocho años respecto a cuando se estrenó) donde las
autoridades han abandonado el barrio del Bronx a su suerte. Con el agua, la
electricidad y todos los servicios (transporte, correo, sanidad, policía, etc.)
cortados, la zona se ha convertido en el refugio de vagabundos, criminales, o
simplemente inadaptados.
El Bronx está
dominado por una serie de bandas. El protagonista es Trash, un Sansón
adolescente que lidera a los Riders, motoristas estilo Ángeles del Infierno. Las
otras bandas son los Zombis (patinadores equipados con corazas de hockey), los
Hombres de Hierro (bailarines que convierten sus pasos de danza en golpes), los
Tiburones (a los que se nombra, pero no llegan a aparecer en ningún momento), los
Buitres (unos degenerados carroñeros subterráneos) y los Tigres. Esta última banda
es la más poderosa. Su líder, Ogre, tiene contactos con el exterior que le
proporcionan vehículos, gasolina, electrodomésticos, armas de fuego, y comida
de calidad. Ogre es el Rey de Bronx, pero lo es por derecho. Es el mejor luchador,
y también el mejor líder, y reparte sus suministros entre todos aquellos que los
necesitan.
Anne, la heredera
de una megacorporación armamentística de la que no quiere hacerse cargo, huye de
sus tutores y se adentra en el Bronx. Falta poco para que cumpla dieciocho
años, y teme que cuando lo haga los directivos de la empresa la conviertan en
una marioneta. Los Zombis son los primeros en localizarla y la atacan, pero
Trash sale en su defensa y se ofrece a devolverla a su hogar. Anne prefiere
quedarse en el Bronx y adaptarse a la forma de vida de los Riders.
Por alguna razón
legal que no llega a explicarse, los directivos de la megacorporación necesitan
desesperadamente que Anne se haga oficialmente cargo de la empresa para no
perder el control que tienen sobre esta. Envían a Hammer, un mercenario criado
en el Bronx, a recuperar a Anne. Hammer comienza a sembrar la cizaña entre las
bandas. Convence a un par de hombres de Trash para que le traicionen, y mata a
otros dos de modo que parezca que los responsables han sido los Tigres. Mata también
a uno de los hombres de Ogre inculpando a Trash, tratando que estas dos bandas se enfrenten a muerte, lo que supondría el fin de los Riders.
Para aclarar las cosas antes que todo el asunto termine en una guerra abierta que sabe que no va a poder ganar, Trash y unos pocos de sus moteros intentan de llegar hasta
Ogre para hablar con él, pero eso implica cruzar por el territorio de las otras pequeñas bandas, todas las cuales están enfrentadas entre ellas.
Cuando el primer
plan de Hammer fracasa, este pasa al enfrentamiento directo. Un pelotón de
soldados de asalto armados con ametralladoras y lanzallamas atacan el
territorio de los Tigres, donde Ogre y Trash están acordando una paz definitiva,
y provocan una masacre. En medio del fuego cruzado, Anne cubre con su cuerpo a
Trash recibiendo una ráfaga de balas que acaba con ella. La historia empieza pareciéndose
a Robin Hood, con Anne huyendo de su vida regalada para internarse en el Bronx, como
una Lady Marian moderna refugiándose en un Sherwood de cemento. Pero termina pareciéndose
más al final de Romeo y Julieta.
Es una película que
siempre me ha gustado mucho, y que considero muy superior a otras similares generalmente
mejor valoradas, como The Warriors. Se filmó sin apenas presupuesto, empleando
como decorados edificios en ruinas reales, y descampados llenos de escombros. Es
una de esas películas a las que la falta de medios la favorece en lugar de
lastrarla, porque contribuye a darle ese aire deprimente de pobreza y
desolación.
Ogre, el Rey del
Bronx, está interpretado por Fred Williamson, que la gente ya asociaba con ese
tipo de papeles. A muchos os sonará por su papel de exmilitar en Abierto hasta el amanecer. Lo mismo puede decirse de Vic Morrow en el papel de Hammer, que es, por
cierto, el último que hizo (murió decapitado por el rotor de un helicóptero durante
su siguiente rodaje). Estos dos personajes son los más interesantes, siendo el
resto demasiado tópicos y predecibles. Incluso Trash y Anne, los protagonistas principales, parecen de relleno al lado de estos.
La película dura
apenas hora y media, y aunque tiene sus parones y sus momentos lentos, le falta
tiempo para desarrollarse. Hay muchas cosas que tenemos que suponer, y otras
que se nos sugieren (una posible relación anterior entre Trash y la lugarteniente
de Ogre, por ejemplo). Hay también momentos interesantes, como uno en el que
vemos como los Riders incineran los cuerpos de dos de sus muertos, pasean sus
cenizas en moto por las calles, y terminan vertiéndolas al rio. Esto crea una imagen
más sólida de una micro sociedad con sus propias leyes y rituales, que ya no puede
o quizá ya no quiere integrarse con el resto de la población.
Cuenta con una
segunda parte algo inferior titulada Huida
del Bronx, en la que el gobierno inicia una limpieza
sistemática de la zona, y los supervivientes de todas las bandas se unen en una
sola, en un intento desesperado de sobrevivir.
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