ALMACÉN DE MUNDOS COMPRIMIDOS

Saludos, vertebrados.
Somos muy fans de los juegos de Falomir, de verdad. Es decir, lo somos ahora que apreciamos desapasionadamente el gran descaro con el que se hicieron muchos de ellos.
Este es el tablero de uno de esos juegos. Solo el tablero, porque es lo único que tenemos. No es problema, porque aparte del tablero, un dado y fichas comunes tipo Parchís, no traía nada más.
El tablero es tan grande que no entra en nuestro fondo negro habitual para fotos. Lo encontramos en un mercadillo tal cual lo veis, y tras buscar las instrucciones por intercosmonet nos hemos visto gratamente sorprendidos de comprobar que no están tan mal, después de todo.
Karate Kid es una
película de 1984 que venía a ser algo así como el Rocky para adolescentes. Es la historia de Daniel, un chaval que, como mas o menos nos ha pasado a todos en los años de instituto, comienza a interesarse
en serio por las chicas, comienza a pelearse en serio con los cuatro idiotas
del barrio, y comienza a buscar en serio algo concreto en lo que basar su vida.
Daniel conoce a una
chica que resulta ser la exnovia del jefe de una pandilla de matones, los cuales lo apalizan un par de veces. Miyagi, el anciano encargado del mantenimiento del piso de alquiler en el que Daniel vive con
su madre, le enseñará artes marciales para que pueda defenderse de ellos. Una
gran película en realidad, de la que se hicieron continuaciones y remakes, una serie de dibujos, otra de imagen real bastante reciente, y también este juego, que no se si salió con licencia.
El recorrido
representa el entrenamiento del chaval en cuestión, hasta lograr convertirse en
un gran karateka. El objetivo es el habitual, ser el primero en llegar a la última casilla, la 92. Se avanza lanzando un solo dado, con permutación de puestos y
efecto rebote. La casilla de Salida muestra una escena de la lucha del señor
Miyagi contra los matones en la noche de Halloween. Nos gusta este detalle
porque es a partir de ese momento cuando comienza a entrenar a Daniel, y es por
tanto donde comienza el juego también.
Hay siete tipos
de casillas diferentes, y algunas con efectos más interesantes que el clásico “Tres
turnos sin jugar” que es la marca de Falomir. Estas casillas son.
Repite jugada:
las casillas naranjas nos harán volver a tirar el dado y avanzar cuando caigamos en ellas. ¡Tanto dar cera y pulir cera tenía que servir para algo! Hay cuatro de estas casillas.
Cuenta atrás: las
casillas rosa tiene efecto cuando comenzamos nuestro turno sobre ellas, no
cuando caemos. En nuestro siguiente turno lanzamos el dado retrocediendo en
lugar de avanzar (hacer ejercicio es importante, pero cuidado con las
lesiones). Hay seis de estas casillas.
Pierde turno:
las casillas verdes nos hacen perder el siguiente turno. Es la parte mala de no
poder entrenar a tiempo completo y tener que dedicar tiempo también a ir al
instituto y salir con la novia. Hay cuatro de estas.
Señor Miyagi: es
el maestro de nuestro personaje. Cada vez que caigamos en una de las casillas
que muestran su rostro recibiremos uno de sus consejos y avanzaremos hasta la
siguiente casilla en la que aparezca. Si caemos en la última de estas casillas, la
88, pasaremos directamente a la 92 y ganaremos la partida, pero solo si ya hemos
caído anteriormente en alguna otra casilla de Miyagi. Si resulta que durante
toda la partida no hemos caído en ninguna casilla de Miyagi y caemos en la 88,
no tendrá ningún efecto. ¡No hemos prestado atención a sus consejos anteriormente
y tampoco lo hacemos ahora! Hay diecinueve de estas casillas, por lo que no
caer en alguna durante nuestro aprendizaje es complicado.
Combate: las
casillas en las que aparece un monje shaolin dando una patada en salto (creo
que en la película no salía ninguno, pero eso es lo de menos) indican un
combate. Puede ser alguno de los pandilleros o una de las eliminatorias del campeonato en el que participa al
final de la película. Tiramos un dado por el adversario y luego otro por
nosotros, repitiendo empates. Si somos derrotados retrocedemos diez casillas. Si
vencemos, mantenemos la posición. Hay trece de estos luchadores acechando en
nuestro camino hacia la meta.
Patada de la
grulla: el famoso golpe maestro de Karate Kid. Su finisher. Su fatálity. Su
crítico, como queráis llamarlo. Solo hay dos de estas casillas, representadas
por un punto azul (aunque hay también una ilustración que muestra la pose de la
grulla junto a cada una de estas casillas). Si caemos en la primera, en la
casilla 38, avanzaremos hasta la 85, un salto de cuarentaisiete casillas. Si una
tirada de dado nos lleva hasta la 85, saltamos a la 92 ganando la partida.
Finalmente tenemos una sola casilla, casi al final, con un signo de interrogación. Es una casilla con seis efectos aleatorios. Al caer en ella lanzamos un dado para averiguar lo que nos ocurre: 1= perderemos un turno. 2= perderemos cinco turnos 0_0 pero si entre tanto otro jugador cae en esa misma casilla, al permutar puestos nos sacará de ella, con lo que nuestra parálisis terminará. 3= retrocedemos hasta la casilla 35. 4= retrocedemos hasta la Salida. 5= nos quedamos atrapados en la casilla hasta que otro jugador nos saque de ella al caer él en la casilla y permutar puestos. 6= estamos muertos… ¡muertos! y nos retiramos de la partida.
Tampoco recordamos que en la película pasara eso... pero la posibilidad de que sí pueda suceder en el juego lo hace más interesante.
Karate Kid. 198X. Autores no acreditados. De dos a seis jugadores. Falomir.
Lo de Falomir juegos y sus “juegos originales” da para un libro, siento curiosidad como sería trabajar para ellos en aquella época. La casilla de interrogación a lo mejor hace referencia a cuando a Daniel le lastimaban la pierna (que de hecho le obliga a realizar la patada de la grulla...patada ilegal) o igual es como la casilla de la muerte en la Oca. En fin te recomiendo la serie de imagen real...!Cobra Kai never dies¡
ResponderEliminarQuizá la vea, pero esperaré a que termine. Me cansa mucho lo de ir esperando a ver los capítulos de las series de uno en uno, y las pausas entre temporadas ^_^U
EliminarPrefiero verlas cuando ya estén completas y así me las voy dosificando yo a mi ritmo. Siempre hay cosas que hacer mientras tanto.
Uffff!!!!! La única gracia que tiene la serie es que tienen los mismos protagonistas que la película y tira de nostalgia, pero la serie es la misma mi**** que todo lo actual: amoríos adolescentes, ahora te junto y ahora no, discusiones absurdas... Empiezas con ilusión, pero se convierte en un bodrio repetitivo...
EliminarPues vaya -_-
EliminarEso es muy común, en realidad. En las películas la trama está condensada, y cuando coges una historia que en hora y media es entretenida y la conviertes en 20 o 30 capítulos de una hora, tienes que rellenar mucho, y no todo el mundo sabe hacerlo bien. Seguramente la empiece, por curiosidad, a ver hacia donde la encaminan, pero si es como dices...