EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos! ¡Parece que seguimos rodeados de zombis!
Esta película se planeó como una continuación oficial de La Noche de los Muertos Vivientes, pero en una línea alternativa a la que estaba haciendo Romero. Aunque terminó siendo algo a medio camino entre el homenaje y la parodia, el resultado final fue tan bueno que se ha convertido en una película de culto por sus propios méritos. Dio lugar a una saga de películas, entre la que hay algunas magníficas y otras pésimas.
Es recordada también por ser la primera película en la que los zombis corren, hablan, y buscan concretamente cerebros, mientras que hasta ese momento se habían limitado a devorar la carne y órganos en general. La preferencia de los zombis por los cerebros sobre la carne pasó a formar parte del arquetipo zombi a partir de ese momento.
Todo comienza en
un almacén de suministros forenses, junto al cementerio local de una pequeña
población. Un trabajador veterano muestra el lugar a otro novato, incluidos unos cuantos bidones que llevan diez años acumulando polvo en el sótano.
Uno de los detalles
memorables de la película es el supuesto origen de los bidones. El trabajador veterano explica al otro que lo todo que se vio en la película de La
Noche de los Muertos Vivientes se basó en un caso real. El ejército contuvo
el primer brote de zombis, selló los cuerpos en bidones estancos, y algunos
fueron enviados a ese almacén por un error de logística. Debido al secretismo con
el que se estaba llevando a cabo todo el asunto no debió quedar un registro de donde
fueron dejados los bidones, y han permanecido allí desde entonces.
Los trabajadores abren accidentalmente uno de los bidones. Contiene un producto químico y un cadáver que al contacto con el aire comienza
a licuarse de forma acelerada. Una nube de miasma se esparce por todo el
edificio, intoxica a los trabajadores, y provoca la reanimación de un cuerpo
humano y varios trozos de animales que se conservaban allí para
experimentación.
Los trabajadores
intentan deshacerse del cuerpo reanimado, pero nada parece acabar con él. El
gas ha reanimado a cada célula individualmente. Destruir el cerebro no mata al
conjunto, y cortar el cadáver a pedazos solo hace que los pedazos sigan moviéndose
de modo independiente. En un último intento de acabar con él, llevan el cuerpo
troceado a la incineradora del cementerio y lo reducen a cenizas.
Pero si la primera tanda de cadáveres estaban sellados en barriles, era por algo. El calor extremo no
destruye el químico que reanima los tejidos. Esparcido por el aire en forma de
humo y cenizas, se filtra en la tierra en una amplia zona del cementerio, reanimando
a todos los cadáveres enterrados. En poco tiempo, una horda de zombis casi
indestructibles sale en tromba del cementerio en busca de cerebros. Los coches
de policía y ambulancia que van acudiendo uno tras otro al lugar tratando de
averiguar qué está ocurriendo solo sirven para aumentar el número de víctimas. Cada
persona mordida por uno de estos zombis se reanima a su vez, por poco que quede del cuerpo.
En el tanatorio
del cementerio, un grupo de personas que ha quedado aislado allí intenta resistir como puede el ataque de
los zombis. Prueban a dispararles, partirlos en pedazos, disolverlos
con ácido… nada funciona. Incluso capturan e interrogan a uno, pero lo único que averiguan es que no hay ninguna posibilidad
de negociar con ellos. Lo que los zombis
quieren son los cerebros de los vivos. Un intenso dolor atenaza en todo momento a
los zombis desde el mismo instante de su reanimación, y lo único que lo calma momentáneamente
es consumir la materia gris.
A pesar de la creciente oleada de zombis imparables, y las escenas de masacre y antropofagia, lo que personalmente encuentro más aterrador es la llamada telefónica del final. Un militar de alto rango, encargado de reaccionar a la reaparición de los bidones, recibe una llamada en su casa en plena noche. Vemos que ya tiene una plantilla de preguntas preparada y un plan de contención especifico.
Lo que verdaderamente
da miedo de esta escena, es la cara de su mujer, en segundo plano. Aunque la
mujer no oye toda la conversación, solo lo que dice su marido, vemos como su rostro cambia a medida que va dándose cuenta de qué está hablando.
Es de suponer que el asunto de los bidones perdidos es alto secreto, pero en esta escena vemos que la mujer está al tanto, seguramente porque en algún momento su marido le ha hablado de ello. Y cuando la mujer comprende, por los fragmentos de conversación que oye, que esa posible situación de la que le ha hablado su marido está ocurriendo al fin, vemos como su rostro va contrayéndose por el pánico reflejando poco a poco la auténtica gravedad del asunto.
Encuentro maravillosa la
forma en que la magnitud de lo que está pasando se nos muestra de un modo tan
sencillo, solo con la expresión facial de un personaje que está al fondo de la
pantalla, horrorizándose por momentos, mientras el personaje que está en primer
plano hace una serie de preguntas preparadas aparentando tranquilidad.
La película
tiene sus momentos de acción, muchos toques de humor, un poco de drama, personajes muy bien caracterizados, y un zombi (tarman,
u hombre de alquitrán) que se ha convertido en icónico. También un final repentino
y desolador que por otra parte es el único que la situación permite. Una
putrefacta e infecciosa joyita del cine zombi.
Fue dirigida por Dan O´banon (sobre una historia de John Russo, coguionista junto a Romero de La noche de los muertos vivientes) que poco antes ya había mezclado zombis y alienígenas
en Life Force. Entre los actores tenemos a la adorable Linnea Quigley, veterana del cine de terror juvenil, en uno de sus
papeles más divertidos y recordados, el de la punkita Trash (desperdicio).
A esta película la
siguió La divertida noche de los zombis, que se promocionó en las carteleras españolas con la frase "Zombis obsesos buscan sabrosos sesos". Bajaba un poco el tono sangriento y estaba más claramente
enfocada al humor. La tercera película se tituló Mortal Zombie y es otra maravilla, optando por un enfoque más
dramático y grotesco. La cuarta y quinta películas (Necrópolis y Rave to grave) tienen poca relación con las tres
primeras, y aún menos del talento que se puso en ellas.
Puedes ver la tercera película de esta saga pulsando aquí, o ver otra película de zombis en general pulsando aquí.
Return of the Living Dead. 1985. Dan O´Bannon (guion y dirección) Clu Gulager, James Karen, Thom Matthews (actores principales) Linnea Quigley, Beverly Randolph (actrices principales) Hemdale Film Corporation. Editada en DVD en 2002 por Metro Goldwyn Mayer.
La vi la semana pasada con unos amigos, y a los tres nos gustó bastante. Quitando al amarillo, que no resultaba nada creíble (cierto que era un cadáver más reciente que no había comenzado a descomponerse, pero simplemente pintarlo de amarillo parecía resaltar aún más lo persona viva que era), los muertos vivientes estaban bastante bien conseguidos, en especial la mujer a la que atan e interrogan, y sigue intentando mover unas piernas que no tiene, lo que hace que se mueva la parte inferior de su columna. Hubo algunos momentos en que los intentos de humor o erotismo daban al traste con el tono más serio de la película (como que comience a llover, y Trash salga corriendo desnuda sin recoger su ropa, solo para que pueda seguir desnuda el resto de la película; o que los agentes en la radio de emergencias no noten nada raro en la voz de la "persona" que pide más paramédicos), aunque supongo que la intención era ser un poco parodia además de homenaje.
ResponderEliminarLo que me resultó más terrorífico fue la leeeeeenta muerte de Frank y Freddie, quienes, después de respirar el gas en que estaban sellados los zombies del ejército y estar unos minutos inconscientes, solo sienten algo de náuseas al principio, y parecen estar bien durante un par de horas. Pero van experimentando un creciente malestar, escalofríos y estupor hasta que los paramédicos comprueban que no tienen pulso y su temperatura es de 21 °C, lo que lógicamente es incompatible con la vida de un ser humano. E incluso después de eso siguen empeorando, convulsionando y aullando de dolor una hora más. El resto de víctimas, que se zombifican casi inmediatamente después de que un zombi las muerda, parece que solo experimenten unos pocos segundos de horror.
Como curiosidad, no sé si estará en los extras de tu DVD, pero en los del Blu-ray en que nosotros la vimos, venía una foto de las bolsas de papel para vomitar que repartían en los cines cuando se estrenó. Más de un alma cándida le daría uso.
En principio la película se hizo como una parodia, aunque quizá les quedó un poco más dramática y más seria de lo que pretendían. Lo de que salgan tods corriendo cuando llueve es porque se supone que es como lluvia acida que les quema la piel, por eso Trash no se toma tiempo ni de recoger su ropa. Y además, la actriz es Linnea Quigley. Ha salido en unas cien películas y en casi todas se desnuda en algún momento, y es lo que la gente espera de ella 😅. Y aunque no tenga nada que ver, es una gran adoptadora de perros callejeros, lo cual siempre es un punto a su favor.
EliminarLa agonía de Frank y Fredy está muy bien llevada. Al aspirar el gas del bidón, pasan de vivos a zombis mas lentamente. Cuando el producto afecta a un cadáver o alguien que ya está infectado muere por heridas o pérdida de sangre, el cambio a zombi es inmediato. En "La divertida noche de los zombis" los mismos dos actores se parodian a sí mismos. Hacen otros papeles sin relación con los de esta película pero les pasa lo mismo y acaban más o menos igual. Hay un momento en el que incluso uno de ellos le dice al otro algo como "Oye ¿no tienes la impresión de haber pasado ya por esto?" 😅
No sabía lo de las bolsas para vomitar, pero sí que se ha hecho ese tipo de publicidad en otras ocasiones. En el primer pase de "La noche de los muertos vivientes", junto con la entrada te hacían firmar un seguro de vida gratuito que te garantizaba 50.000 $ de la época si morías de un ataque al corazón por el terror que te provocaba ver la película.
Se me olvidó comentar que también a todos nos gustó la banda sonora; nos pareció fantástica. El escoger canciones contemporáneas del punk y el death metal haría que el público del momento, al reconocerlas, se metiera más en la historia, pero además logró que combinaran perfectamente con la acción. Fue una de las cosas que me parecieron mejor conseguidas. ¡Y ya es raro que me entusiasme tanto una película de terror!
EliminarLa banda sonora está muy bien. A mi me gusta especialmente la de la secuencia del cementerio, cuando la lluvia arrastra de vuelta al suelo las cenizas del primer cuerpo incinerado.
EliminarSi la película te ha gustado, lamento decirte que ya has visto la que posiblemente sea la mejor de la saga. Son cinco películas, y solo la tercera está al nivel de la primera. La segunda es mucho más cómica (demasiado para mi gusto) y la cuarta y quinta son simplemente intentos de alargar la franquicia para aprovechar la fama del título.