EL ORÁCULO DE LAS VISIONES ¡ALERTA DE EXPOILERZ!
¡Hola, amigos cinéfagos!
¡Mirad esta pieza histórica! ¡La primera película de zombis! Vio la luz en 1932 con el título de White Zombie (Zombi blanca), incorporando al mundo del cine a la primitiva versión de estas criaturas, hoy en día tan populares.
Se filmó en plena transición del cine mudo al sonoro, que seguía siendo complicado y prohibitivamente caro. Originalmente solo las breves escenas en las que los personajes hablan eran sonoras. Esto implica una película con muy pocos diálogos y sin música de fondo o ruido ambiental. En las versiones que se comercializan actualmente, estos grandes mares de silencio han sido rellenados con música y sonidos adecuados.
Antes que nada, aclarar que lo que casi todo el mundo entiende por zombi (muerto viviente putrefacto, devorador de carne, capaz de crear otros como él por contagio, y al que solo se puede detener dañándole el cerebro) es lo que se conoce como el zombi moderno o zombi romeriano, la versión de estos seres creada por George A. Romero para su película La noche de los muertos vivientes.
Antes de esa mítica película, los zombis solían presentarse como humanos vivos desprovistos de su voluntad mediante una combinación de drogas e hipnosis o (con menos frecuencia) como cadáveres controlados con magia negra. Estos zombis-vivos eran muy lentos y torpes, como los zombis-muertos, y también resultaban difíciles de detener porque no sentían dolor, casi no sangraban, y no sufrían shock por heridas. En ambos casos estos zombis no podían crear otros como ellos, no mordían, y estaban bajo el control absoluto de alguien vivo, que debía crearlos uno a uno.
Vamos con la historia. Madelaine y Neil, una pareja de novios de viaje por Haití, es invitada por un terrateniente local a su hacienda. Les ofrece la posibilidad de casarse allí, además de asegurar al novio un importante puesto en un banco con el que tiene contactos.
No hay bondad alguna en el generoso ofrecimiento del terrateniente, el sr. Boumon, ya que este se ha obsesionado con Madelaine nada más verla. Su plan es arrebatársela a Neil por cualquier medio.
A tal fin contacta con Legendre, un bokor (brujo vudú) para que provoque a Madelaine un estado de muerte aparente. Su plan es que, creyéndola muerta, Neil abandone la isla, cosa que no haría si esta simplemente desapareciera.
Legendre, interpretado por el siempre inquietante Bela Lugoshi, tiene sus propios planes respecto a Madelaine. Él también ha quedado prendado de la belleza de la joven, y decide quedársela para sí mismo. Tras la falsa muerte y posterior entierro de Madelaine, Legendre y Boumon, ayudados por un grupo de zombis, la desentierran y "resucitan", convertida en una obediente zombi.
A estos zombis debemos la que probablemente fue en su momento la escena más inquietante de la película. En la plantación de Legendre, los zombis muelen caña de azúcar en un molino de piedra (ese es el motivo original por el que se creaban los zombis, como trabajadores incansables y no asalariados). Uno de los zombis que cargan la caña de azúcar tropieza y cae al molino. Está vivo, al igual que el resto de esclavos de Legendre, pero no emite ni un solo grito ni hace ningún intento por salvarse. Tampoco los zombis que mueven la rueda del molino se detienen, ya que nadie les ordena hacerlo, y el hombre es triturado junto con las cañas.
Boumon, por su parte, no tarda en comprender su error. Tiene a la bella Madelaine en su poder, tal como él quería, pero es un autómata, un maniquí viviente sin el encanto que da la personalidad y la vitalidad. Intenta que Legendre la devuelva a su estado anterior, pero ya es tarde. Legendre le droga convirtiéndole a él también en uno de sus zombis.
Mientras tanto, Neil (que no ha abandonado la isla a pesar de todo) descubre lo ocurrido gracias a la intervención de un sacerdote. Ambos van en busca de Madelaine a la mansión de Legendre.
Naturalmente, el bien y el amor triunfarán. Boumon, cuya transición a zombi todavía no se ha completado, logra reunir fuerza de voluntad suficiente para acabar con Legendre, redimiéndose en parte del daño causado a la maltrecha pareja.
Con la muerte del bokor, todos los zombis recuperan su estado anterior, y Madelaine "¡La primera zombi blanca!" como la anunciaban en las carteleras, queda libre de su poder para retomar su vida con Neil.
Es un película hermosa, pero lenta. Tiene más similitudes con una película de Drácula (cambiando al bokor por un vampiro, y a los zombis por esclavos hipnotizados) que con lo que se entiende a día de hoy por una película de zombis. Probablemente no gustará a muchos fans del cine zombi actual (más enfocado a la acción que al terror o al drama), pero cualquiera verdaderamente interesado en la evolución de este subgénero debería verla.
Eso si... cuidado con los grillos. El sonido de grillos que se insertó en algunas escenas nocturnas (que en la versión original eran por completo mudas) es tan estridente que daña los tímpanos.
Otra película de zombis pulsando aquí.
White Zombie. 1932. Garnet Weston (guion) Victor Halperin (director) Bela Lugosi, John Harron (actores principales) Madge Bellamy (actriz pricipal).
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